El 3 de febrero de 2025, el presidente de México, Claudia Sheinbaum, y el presidente de EE. UU., Donald Trump, revelaron un acuerdo que aplaza por un mes la imposición de nuevos aranceles sobre los productos mexicanos. La medida ha pospuesto el arancel del 25% que Trump tenía planeado aplicar a los bienes importados de México y Canadá, así como un arancel del 10% sobre productos chinos, los cuales debían entrar en vigor a la medianoche del 4 de febrero.
La pausa en los aranceles se acordó después de conversaciones entre ambos líderes, en las que México se comprometió a desplegar 10,000 soldados de la Guardia Nacional en la frontera con EE. UU. para combatir el tráfico de drogas, específicamente el fentanilo, y controlar la migración ilegal. Trump destacó que estas tropas estarán "específicamente designadas para detener el flujo de fentanilo y migrantes ilegales hacia EE. UU.".
Sheinbaum también mencionó que EE. UU. acordó cooperar para frenar el tráfico de armas de alto poder hacia México, aunque este punto no fue destacado en el anuncio de Trump.
El impacto inmediato de la noticia en los mercados financieros fue significativo. El S&P 500, que había caído cerca de un 2% en las primeras horas de negociación debido a la incertidumbre sobre una posible guerra comercial global, se recuperó tras el anuncio del acuerdo.
La respuesta de la comunidad internacional también ha sido notable. Mientras Sheinbaum calificó las negociaciones de "respetuosas" y mencionó que se alcanzaron varios acuerdos, también advirtió sobre la posibilidad de retaliaciones tarifarias si las negociaciones no progresan favorablemente. Por su parte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, había anunciado previamente que Canadá implementaría un arancel del 25% sobre $155 mil millones en bienes de EE. UU. en respuesta a las tarifas anunciadas por Trump.
Este acuerdo se enmarca en un periodo de alta volatilidad en los mercados financieros globales. Las acciones en EE. UU., Europa y Asia habían caído debido a temores de una guerra comercial. Trump ha insistido en que las nuevas tarifas forman parte de su "guerra contra las drogas" y argumentó que los efectos económicos serán soportados por los exportadores extranjeros, aunque expertos advierten que los consumidores estadounidenses también podrían sentir el impacto.
La decisión busca no solo mitigar las tensiones comerciales entre EE. UU. y México, sino también abordar preocupaciones acerca del tráfico de drogas y la seguridad en la frontera.