Según la información recopilada de diversas fuentes, el presidente Joe Biden ha anunciado una nueva política para proteger a los cónyuges indocumentados de ciudadanos estadounidenses. Esta medida tiene como objetivo proteger a aproximadamente 500,000 inmigrantes que residen en los Estados Unidos de la deportación. La política permitirá que los no ciudadanos que han estado en el país durante al menos 10 años y están casados con un ciudadano estadounidense, junto con sus hijos, puedan solicitar la residencia permanente sin necesidad de salir del país.
Esta acción se presenta como un paso significativo para mantener unidas a las familias y se considera la mayor iniciativa desde DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia). La nueva política también facilitará a algunos inmigrantes indocumentados obtener una tarjeta verde y un camino hacia la ciudadanía estadounidense. Se espera que los cónyuges indocumentados puedan obtener permisos de trabajo caso por caso.
La medida ha generado reacciones mixtas, con críticas de los republicanos, incluido el expresidente Donald Trump, quien la calificó como una política de inmigración de Biden que sería eliminada si él fuera reelegido. Por otro lado, grupos progresistas y defensores de los inmigrantes han elogiado la política como un paso positivo que podría movilizar a los votantes latinos antes de las próximas elecciones.
En resumen, la nueva política de Biden busca proteger a los cónyuges indocumentados de ciudadanos estadounidenses, permitiéndoles solicitar la residencia permanente sin tener que abandonar el país, lo que beneficiaría a cientos de miles de familias en los Estados Unidos.
La política de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) mencionada como referencia en esta nueva iniciativa, fue implementada en 2012 por el entonces presidente Barack Obama y ha proporcionado alivio temporal de la deportación y permisos de trabajo a más de 700,000 jóvenes inmigrantes conocidos como "Dreamers".