El duelo entre Manchester City y Real Madrid terminó en un vibrante empate a cuatro goles en el global, lo que llevó la definición a la tanda de penales. Durante el partido, Real Madrid mostró resistencia y aprovechó sus oportunidades, mientras que Manchester City dominó gran parte del juego sin conseguir capitalizar sus múltiples ocasiones. La posesión del balón fue mayormente controlada por el City con un 67%, mientras que el Real Madrid se enfocó en un juego más defensivo y directo.
Los goles de la noche llegaron por parte de Kevin De Bruyne para el City, quien igualó el marcador global en el minuto 75, y Rodrygo, quien había adelantado al Madrid en el primer tiempo. El partido avanzó con alta tensión y ocasiones que fueron neutralizadas por las defensas y porteros, llevando la decisión final a los penales tras un empate de 1-1 en el tiempo regular y suplementario.
En los penales, ambos equipos mostraron nerviosismo, pero fue el Real Madrid quien finalmente se impuso. Los fallos de Bernardo Silva y Mateo Kovacic por parte del City y de Luka Modric por el Madrid dejaron el marcador parcialmente equilibrado hasta que Antonio Rudiger marcó el penal decisivo. Los jugadores del Madrid celebraron efusivamente, sabiendo que habían eliminado a uno de los grandes favoritos del torneo.
Esta victoria significa mucho para el equipo madridista, que ha tenido una temporada de altibajos pero que sigue demostrando su capacidad para competir en los momentos cruciales. Por otro lado, Manchester City, pese a su dominio en Inglaterra, nuevamente se ve frustrado en su búsqueda de la gloria europea, una asignatura pendiente que parece seguir esquivándolos año tras año.