El 12 de agosto de 2024, los líderes de la oposición de Chadema, Freeman Mbowe y Tundu Lissu, fueron arrestados en medio de una operación policial masiva que resultó en la detención de aproximadamente 520 personas en toda Tanzania. La represión ocurrió antes de un evento juvenil programado en la ciudad de Mbeya, el cual fue prohibido por la policía bajo el argumento de que podría incitar a la violencia, tomando como precedente la reciente agitación en Kenia.
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La juventud del partido Chadema pretendía congregar a 10,000 personas bajo el lema "toma el control de tu futuro". Sin embargo, las autoridades intervinieron, argumentando la necesidad de mantener el orden público. Según los informes de Chadema, varios de sus líderes, incluidos Mbowe y Lissu, sufrieron agresiones durante su arresto. Testigos reportaron que Lissu fue arrastrado y arrojado a un vehículo policial, mientras que Mbowe fue detenido en el aeropuerto de Mbeya.
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El 13 de agosto de 2024, los líderes de Chadema fueron liberados bajo fianza. No obstante, algunos miembros del partido permanecen en custodia debido a la incapacidad de cumplir con los requisitos de fianza.
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Estos arrestos han suscitado inquietudes sobre una posible vuelta a las políticas represivas que caracterizaron el mandato del fallecido presidente John Magufuli. A pesar de las promesas de la actual presidenta, Samia Suluhu Hassan, de retornar a una política más competitiva y levantar la prohibición de reuniones de oposición, los acontecimientos recientes han sembrado desconfianza entre los opositores.
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En paralelo, Tanzania se prepara para las elecciones presidenciales y parlamentarias programadas para finales de 2025, intensificando así el foco en la situación política y los derechos humanos en el país. Tras su liberación, los líderes de Chadema fueron llevados a hospitales para recibir atención médica. No se han proporcionado detalles específicos sobre su estado de salud. La represión en Tanzania se produce en un contexto donde el país se encuentra a la expectativa de elecciones presidenciales y parlamentarias a finales de 2025, lo que ha generado un clima de tensión política y preocupación internacional por los derechos humanos.