El 8 de abril de 2022, la vida de Yana Stepanenko cambió drásticamente cuando un misil ruso impactó en la estación de tren de Kramatorsk, dejando un saldo trágico de más de 60 muertos y múltiples heridos, entre ellos Yana y su madre, quienes perdieron sus piernas. Esta catástrofe no sólo marcó sus vidas con una discapacidad física sino también les ofreció una perspectiva nueva de resistencia y recuperación.
Gracias a la intervención de médicos ucranianos y estadounidenses, y al apoyo de fundaciones como Peter Harsch Prosthetics y The Right to Walk Foundation, Yana pudo recibir prótesis que le permitieron volver a caminar y, eventualmente, a correr. Este año, en un acto de valentía y solidaridad, participó en el Maratón de Boston de 5K, no solo para demostrar su recuperación, sino también para recolectar fondos para Oleksandr Riasnyi, un soldado ucraniano que perdió una pierna en combate.
Durante su rehabilitación en el centro Nezlamni en Lviv, Yana se convirtió en una figura inspiradora, una embajadora de la resiliencia. Su historia es un claro ejemplo de cómo el espíritu humano puede sobreponerse a las adversidades más severas. Al mismo tiempo, su participación en el maratón se ha convertido en un símbolo poderoso de la lucha y la esperanza ucraniana frente a la invasión y los constantes desafíos que enfrenta el país.
Al finalizar la carrera, Yana no solo logró su objetivo personal sino que también ayudó a recaudar una suma significativa para ayudar a Oleksandr a obtener una prótesis de correr. Esto no solo cambia una vida, sino que fortalece el lazo entre aquellos que, a pesar de las heridas y la guerra, siguen luchando por volver a una vida plena.