Desde 1979, el océano Ártico ha estado perdiendo casi 80,000 km² de hielo anualmente, una superficie similar a la del estado de Maine en EE. UU. Esta alarmante tendencia ha resultado en una extensión mínima de hielo marino de 3.3 millones de km² en 2023, una reducción severa si se compara con la extensión total de más de 16 millones de km² que solía tener el Ártico. Cabe destacar que los cuatro mínimos más bajos de hielo han ocurrido en este siglo.
Investigaciones recientes sugieren que el primer día sin hielo en el océano Ártico podría presentarse tan pronto como en 2027, con una probabilidad que abarca de 3 a 20 años. Aunque este evento es considerado inevitable, las acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podrían disminuir el número de días sin hielo en el futuro.
Utilizando modelos climáticos avanzados, los científicos han simulado la evolución del hielo marino ártico y han establecido que el primer día sin hielo se dará cuando la extensión del hielo caiga por debajo de 1 millón de km². Este umbral ha sido reconocido en estudios científicos por más de una década. Alexandra Jahn de la Universidad de Colorado en Boulder afirma que el día sin hielo simboliza una transformación crítica del entorno natural del océano Ártico.
Los modelos climáticos proponen que, dependiendo de los escenarios de emisiones, el primer día sin hielo podría ocurrir en un rango de 3 a 6 años, con una probabilidad del 2.5% de que suceda antes de 2030. La mayoría de las proyecciones estiman que este día podría llegar en la próxima década, aunque el peor escenario lo prevé en solo tres años.
El hielo marino del Ártico ha estado menguando a un ritmo sin precedentes de más del 12% por década. Su extensión, que era de aproximadamente 6.85 millones de km² entre 1979 y 1992, ha caído a 4.28 millones de km² en 2023. Este continuo declive incrementa la probabilidad de que el hielo disminuya por debajo del límite de 1 millón de km².
En el estudio publicado en Nature Communications, se destaca que el primer día sin hielo podría durar entre 11 y 53 días, con una duración promedio de 27 días. Se anticipa que esto podría suceder en agosto, lo cual no solo afectará el ecosistema ártico, sino también la circulación atmosférica global y eventos climáticos extremos en latitudes medias.
Los investigadores llevaron a cabo 366 simulaciones utilizando 11 modelos climáticos diferentes. Aunque el primer día sin hielo probablemente ocurra antes de que haya un mes completo sin hielo, es esencial prepararse para este evento. La reducción rápida de las emisiones de dióxido de carbono podría retrasar significativamente este día y mitigar el impacto de la pérdida de hielo en los sistemas planetarios.
Estas simulaciones y proyecciones indican que, aunque la extensión del hielo continúa disminuyendo drásticamente, las medidas para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero aún pueden jugar un papel crucial para enfrentar las alteraciones climáticas en curso.