El fenómeno del cambio climático, impulsado por actividades humanas, está teniendo un impacto profundo y preocupante en los patrones de hibernación de los mamíferos. Estudios recientes revelan que las temperaturas crecientes están alterando los ciclos naturales de estos animales, esenciales para su supervivencia durante los meses de invierno. La hibernación, un estado de dormancia en el que los animales reducen drásticamente su actividad metabólica, está siendo interrumpida por el aumento de las temperaturas globales, lo que lleva a consecuencias imprevistas tanto para los animales como para los ecosistemas que habitan.
Los mamíferos hibernantes, como las ardillas terrestres árticas, están mostrando cambios significativos en sus ciclos de hibernación. Estos animales, que tradicionalmente pasan meses en un estado de torpor profundo para sobrevivir a las duras condiciones invernales, están emergiendo de su hibernación antes de lo habitual debido al calentamiento del suelo. Este cambio en el patrón de hibernación, aunque pueda parecer menor, tiene implicaciones profundas en términos de supervivencia y reproducción.
Un estudio reciente ha destacado que las ardillas terrestres árticas femeninas están terminando su hibernación hasta diez días antes que en el pasado, probablemente debido al deshielo temprano del suelo. Este cambio en el comportamiento de hibernación podría tener efectos significativos en el éxito reproductivo de la especie. Mientras que las hembras están ajustando sus ciclos de hibernación, los machos no parecen haber cambiado el momento en que terminan su hibernación. Esta discrepancia podría eventualmente causar problemas para la reproducción de la especie.
Además, el cambio en los patrones de hibernación no solo afecta a las ardillas terrestres árticas, sino también a una variedad de otras especies que hibernan. Los osos, por ejemplo, también están mostrando cambios en sus ciclos de hibernación. Estudios realizados en Rusia y España indican que los osos están entrando en sus guaridas más tarde y saliendo antes, lo que reduce el tiempo total de hibernación. Este cambio podría tener un impacto significativo en su estrés energético, la crianza de sus cachorros y su interacción con los humanos.