Ciencia

Científicos japoneses desarrollan sangre artificial universal capaz de almacenarse hasta cinco años

Un equipo de la Universidad Médica de Nara, liderado por Hiromi Sakai, ha creado una sangre artificial que puede ser administrada a pacientes de cualquier grupo sanguíneo y almacenada durante largos periodos, lo que podría transformar la gestión y disponibilidad de sangre en hospitales de todo el mundo.

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Científicos japoneses desarrollan sangre artificial universal capaz de almacenarse hasta cinco años

Un equipo de la Universidad Médica de Nara, liderado por Hiromi Sakai, ha creado una sangre artificial que puede ser administrada a pacientes de cualquier grupo sanguíneo y almacenada durante largos periodos, lo que podría transformar la gestión y disponibilidad de sangre en hospitales de todo el mundo.

"Este avance podría solucionar la escasez de sangre, especialmente en regiones donde la oferta de donantes es limitada"

– Afirmó Hiromi Sakai, líder del equipo de investigación.

6/6/2025

Investigadores japoneses han desarrollado un nuevo tipo de sangre artificial que elimina la necesidad de pruebas de compatibilidad sanguínea y puede almacenarse hasta por cinco años, superando ampliamente los 42 días que permite la sangre donada actualmente. El desarrollo está encabezado por Hiromi Sakai en la Universidad Médica de Nara. El proceso de elaboración de esta sangre artificial consiste en extraer hemoglobina de sangre que ya ha expirado, encapsulándola con una capa protectora para crear células rojas artificiales, las cuales son estables y libres de virus.


La principal innovación de estas células artificiales radica en la ausencia de antígenos sanguíneos, lo que permite su uso universal en cualquier paciente sin necesidad de pruebas previas de compatibilidad. Esta característica resulta especialmente relevante para responder a la alta demanda de sangre O negativo, el tipo de donante universal, cuya escasez es común en hospitales de países de ingresos bajos y medios.


En cuanto a su conservación, la sangre sintética puede almacenarse a temperatura ambiente por hasta dos años y bajo refrigeración por un máximo de cinco años, lo que constituye un avance logístico frente a las limitaciones de la sangre donada convencional.


La investigación clínica comenzó en 2022 con grupos de cuatro voluntarios sanos, hombres entre 20 y 50 años, a quienes se administraron inyecciones intravenosas de vesículas de hemoglobina en volúmenes crecientes, alcanzando hasta 100 mililitros. Estos ensayos iniciales reportaron solamente efectos secundarios leves y no se observaron alteraciones significativas en los signos vitales, incluyendo la presión arterial. Para marzo de 2025, el equipo amplió la administración de la solución artificial a volúmenes de entre 100 y 400 mililitros en los participantes.


El protocolo establece que, de no presentarse efectos adversos relevantes, los siguientes pasos se centrarán en evaluar la eficacia y seguridad de la sangre artificial, con el propósito de implementarla antes de 2030.


Complementando este trabajo, el profesor Teruyuki Komatsu de la Universidad Chuo impulsa el desarrollo de portadores de oxígeno artificial utilizando hemoglobina encapsulada en albúmina. Estos portadores están enfocados en estabilizar la presión arterial y tratar emergencias médicas como hemorragias y accidentes cerebrovasculares. Los estudios preclínicos en animales han mostrado resultados positivos, alimentando el interés por avanzar con pruebas en seres humanos.

Algo Curioso

"Este avance podría solucionar la escasez de sangre, especialmente en regiones donde la oferta de donantes es limitada"

– Afirmó Hiromi Sakai, líder del equipo de investigación.

Jun 6, 2025
Colglobal News

Investigadores japoneses han desarrollado un nuevo tipo de sangre artificial que elimina la necesidad de pruebas de compatibilidad sanguínea y puede almacenarse hasta por cinco años, superando ampliamente los 42 días que permite la sangre donada actualmente. El desarrollo está encabezado por Hiromi Sakai en la Universidad Médica de Nara. El proceso de elaboración de esta sangre artificial consiste en extraer hemoglobina de sangre que ya ha expirado, encapsulándola con una capa protectora para crear células rojas artificiales, las cuales son estables y libres de virus.


La principal innovación de estas células artificiales radica en la ausencia de antígenos sanguíneos, lo que permite su uso universal en cualquier paciente sin necesidad de pruebas previas de compatibilidad. Esta característica resulta especialmente relevante para responder a la alta demanda de sangre O negativo, el tipo de donante universal, cuya escasez es común en hospitales de países de ingresos bajos y medios.


En cuanto a su conservación, la sangre sintética puede almacenarse a temperatura ambiente por hasta dos años y bajo refrigeración por un máximo de cinco años, lo que constituye un avance logístico frente a las limitaciones de la sangre donada convencional.


La investigación clínica comenzó en 2022 con grupos de cuatro voluntarios sanos, hombres entre 20 y 50 años, a quienes se administraron inyecciones intravenosas de vesículas de hemoglobina en volúmenes crecientes, alcanzando hasta 100 mililitros. Estos ensayos iniciales reportaron solamente efectos secundarios leves y no se observaron alteraciones significativas en los signos vitales, incluyendo la presión arterial. Para marzo de 2025, el equipo amplió la administración de la solución artificial a volúmenes de entre 100 y 400 mililitros en los participantes.


El protocolo establece que, de no presentarse efectos adversos relevantes, los siguientes pasos se centrarán en evaluar la eficacia y seguridad de la sangre artificial, con el propósito de implementarla antes de 2030.


Complementando este trabajo, el profesor Teruyuki Komatsu de la Universidad Chuo impulsa el desarrollo de portadores de oxígeno artificial utilizando hemoglobina encapsulada en albúmina. Estos portadores están enfocados en estabilizar la presión arterial y tratar emergencias médicas como hemorragias y accidentes cerebrovasculares. Los estudios preclínicos en animales han mostrado resultados positivos, alimentando el interés por avanzar con pruebas en seres humanos.

Investigadores japoneses han desarrollado un nuevo tipo de sangre artificial que elimina la necesidad de pruebas de compatibilidad sanguínea y puede almacenarse hasta por cinco años, superando ampliamente los 42 días que permite la sangre donada actualmente. El desarrollo está encabezado por Hiromi Sakai en la Universidad Médica de Nara. El proceso de elaboración de esta sangre artificial consiste en extraer hemoglobina de sangre que ya ha expirado, encapsulándola con una capa protectora para crear células rojas artificiales, las cuales son estables y libres de virus.


La principal innovación de estas células artificiales radica en la ausencia de antígenos sanguíneos, lo que permite su uso universal en cualquier paciente sin necesidad de pruebas previas de compatibilidad. Esta característica resulta especialmente relevante para responder a la alta demanda de sangre O negativo, el tipo de donante universal, cuya escasez es común en hospitales de países de ingresos bajos y medios.


En cuanto a su conservación, la sangre sintética puede almacenarse a temperatura ambiente por hasta dos años y bajo refrigeración por un máximo de cinco años, lo que constituye un avance logístico frente a las limitaciones de la sangre donada convencional.


La investigación clínica comenzó en 2022 con grupos de cuatro voluntarios sanos, hombres entre 20 y 50 años, a quienes se administraron inyecciones intravenosas de vesículas de hemoglobina en volúmenes crecientes, alcanzando hasta 100 mililitros. Estos ensayos iniciales reportaron solamente efectos secundarios leves y no se observaron alteraciones significativas en los signos vitales, incluyendo la presión arterial. Para marzo de 2025, el equipo amplió la administración de la solución artificial a volúmenes de entre 100 y 400 mililitros en los participantes.


El protocolo establece que, de no presentarse efectos adversos relevantes, los siguientes pasos se centrarán en evaluar la eficacia y seguridad de la sangre artificial, con el propósito de implementarla antes de 2030.


Complementando este trabajo, el profesor Teruyuki Komatsu de la Universidad Chuo impulsa el desarrollo de portadores de oxígeno artificial utilizando hemoglobina encapsulada en albúmina. Estos portadores están enfocados en estabilizar la presión arterial y tratar emergencias médicas como hemorragias y accidentes cerebrovasculares. Los estudios preclínicos en animales han mostrado resultados positivos, alimentando el interés por avanzar con pruebas en seres humanos.

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