En un estudio reciente, publicado en la revista EMBO Molecular Medicine, los científicos han logrado un avance significativo en la reanimación de la actividad cerebral en cerdos post-mortem. Utilizando un modelo de isquemia cerebral global, los investigadores trabajaron con 17 cerdos minipig tibetanos cuyos cerebros fueron desconectados de la circulación sanguínea y luego conectados a un sistema de soporte vital que incluía un hígado funcional.
La investigación tenía como objetivo entender mejor cómo recuperar la actividad cerebral después de un paro cardíaco. Los resultados mostraron que la actividad eléctrica en los cerebros pudo reactivarse hasta 50 minutos después de la isquemia cerebral, manteniéndose durante seis horas. Este hallazgo es particularmente significativo, ya que no se había conseguido hasta ahora una recuperación de esta magnitud en un tiempo tan extendido después de la muerte.
El estudio también reveló que los cerebros expuestos a isquemia por 30 minutos mostraron menos daño si no hubo isquemia hepática simultánea. La inclusión de un hígado funcional resultó ser un factor crucial para minimizar el daño cerebral y mejorar las tasas de recuperación. Los cerebros sin un hígado funcional experimentaron un daño cerebral considerablemente mayor, lo que subraya la importancia de este órgano en el proceso de resucitación cerebral.
Los científicos probaron diferentes intervalos para conectar los cerebros al sistema de soporte vital: 30, 50, 60 y 240 minutos. La mejor recuperación fue observada a los 50 minutos. En los casos donde los cerebros fueron privados de oxígeno durante 60 minutos, la actividad eléctrica se reanudó durante tres horas antes de desvanecerse.
Además, se observó un aumento en la adhesión de células inmunitarias CD45+ en cerebros con isquemia hepática, lo que sugiere que el hígado también desempeña un rol en la respuesta inmune durante la isquemia-reperfusión. Este descubrimiento podría tener importantes implicaciones clínicas, sugiriendo que integrar un hígado funcional en el sistema de soporte vital podría ampliar significativamente la ventana de tiempo para una resucitación cerebral efectiva en humanos.
Los investigadores concluyen que este avance podría abrir nuevas vías en el tratamiento de emergencias médicas, especialmente en casos de paro cardíaco, permitiendo una mayor probabilidad de recuperación de la función cerebral. Estos hallazgos ofrecen una luz de esperanza y una nueva dirección para la medicina de emergencia.
Los resultados del estudio no solo proporcionan una mejor comprensión de la relación entre el hígado y la recuperación cerebral post-isquemia, sino que también podrían tener aplicaciones prácticas en el desarrollo de nuevas estrategias de tratamiento abarcan disfunciones múltiples de órganos en situaciones críticas. La investigación subraya la notable capacidad del hígado para influir en la recuperación del cerebro, demostrando que su inclusión en un sistema de soporte vital puede ser el factor diferenciador para la recuperación efectiva post-isquemia cerebral.