Jean-Michel Claverie, un virólogo que ha dedicado más de una década a estudiar los "virus gigantes", ha realizado descubrimientos alarmantes sobre los virus antiguos, algunos de los cuales tienen casi 50,000 años y se encuentran profundamente dentro de las capas del permafrost siberiano. Claverie y su equipo han publicado investigaciones que muestran que han extraído múltiples virus antiguos del permafrost siberiano, todos los cuales permanecen infecciosos. La preocupación por la liberación de gases de efecto invernadero, como el metano, a la atmósfera a medida que se derrite el permafrost de la región ha sido bien documentada, pero los patógenos latentes son un peligro menos explorado.
El calentamiento global está desencadenando una serie de eventos catastróficos, entre ellos, el despertar de virus antiguos que han estado latentes en el permafrost durante milenios. Estos virus, que Claverie ha estado estudiando, presentan una amenaza potencial para la salud pública, ya que la humanidad no ha tenido que enfrentarse a ellos durante miles de años y, por lo tanto, no tiene inmunidad ni tratamientos desarrollados para combatirlos. La realidad de estos "virus zombis" se está volviendo cada vez más aparente a medida que el planeta continúa calentándose y las capas de permafrost, que han permanecido congeladas durante milenios, comienzan a derretirse, liberando lo que alguna vez estuvo atrapado dentro.
El trabajo de Claverie ha revelado que estos virus, aunque antiguos, siguen siendo capaces de infectar organismos hoy en día. Su investigación ha mostrado que los virus extraídos del permafrost siberiano son aún infecciosos, lo que plantea preguntas preocupantes sobre qué podría suceder si estos virus entran en contacto con poblaciones humanas o animales. La liberación de estos virus podría tener efectos potencialmente "desastrosos", especialmente si se trata de patógenos contra los que los humanos no tienen defensas desarrolladas.