Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Yamagata en Japón y IBM Research ha realizado un notable descubrimiento en Perú. Utilizando inteligencia artificial, los investigadores han identificado 303 nuevos geoglifos en el desierto de Nazca, casi duplicando el total conocido de geoglifos figurativos que hasta ahora era de aproximadamente 430. Estas nuevas figuras incluyen representaciones de llamas, orcas con cuchillos, cabezas decapitadas, entre otros elementos humanos y animales, datando de al menos 200 a.C.
El método innovador implementado por el equipo consistió en el uso de un modelo de inteligencia artificial para analizar imágenes de alta resolución del área de Nazca. Este enfoque permitió identificar los contornos de los geoglifos 20 veces más rápido que los métodos tradicionales. El tiempo total del proyecto fue de solo seis meses, una fracción del casi un siglo que tomó identificar los geoglifos previamente conocidos.
Estos nuevos geoglifos, de entre 3 a 7 metros de ancho, se dividen en dos categorías principales: geoglifos lineales, que representan principalmente animales salvajes, y geoglifos de relieve, de los cuales aproximadamente el 82% muestra elementos humanos o modificados por humanos, incluidas escenas de sacrificio humano.
La extensión de la región de Nazca, que abarca más de 400 km², ha sido un área de estudio intensivo debido a estos extraordinarios dibujos creados por la cultura Nazca, que prosperó entre 200 a.C. y 600 d.C. Se cree que los geoglifos tenían significados rituales o ceremoniales y que estaban destinados a ser vistos por los viajeros que transitaban los caminos cercanos.
Los hallazgos completos de esta investigación se han publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Además, los investigadores tienen la esperanza de identificar 250 geoglifos adicionales que el modelo de inteligencia artificial ha señalado, pero que no pudieron ser examinados en persona debido a limitaciones de tiempo.
Este descubrimiento no solo representa un hito en la arqueología sino que también subraya el potencial revolucionario de la inteligencia artificial en el estudio y la preservación de patrimonios históricos. El desierto de Nazca, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994, es ahora el epicentro de una nueva era de descubrimientos arqueológicos potenciados por la tecnología.