El estudio, realizado con datos de 44,000 suecos que se sometieron a evaluaciones de salud entre los 64 y 99 años, se centró en identificar biomarcadores sanguíneos que podrían estar relacionados con la longevidad. De las personas estudiadas, 1,224 (o 2.7%) alcanzaron los 100 años, siendo la gran mayoría mujeres. Se analizaron 12 biomarcadores clave, relacionados con la inflamación, el metabolismo, la función hepática y renal, así como la desnutrición y anemia.
Los resultados del estudio mostraron que los centenarios tendían a tener niveles más bajos de glucosa, creatinina y ácido úrico desde sus 60 años en adelante. Por ejemplo, se descubrió que aquellos con los niveles más bajos de ácido úrico tenían una probabilidad del 4% de llegar a los 100 años, en comparación con el 1.5% de probabilidad en quienes tenían los niveles más altos.
Aunque las diferencias en los biomarcadores eran generalmente pequeñas, los hallazgos sugieren una posible relación entre salud metabólica, nutrición y longevidad excepcional. Los niveles más altos de glucosa, creatinina, ácido úrico y marcadores de función hepática fueron asociados con una menor probabilidad de alcanzar los 100 años.
La investigación deja abiertas varias preguntas sobre cómo influyen estos biomarcadores en la longevidad y qué medidas adicionales podrían tomarse para promover una vida más larga y saludable. Se recomienda a las personas mayores mantener un seguimiento de la función renal, hepática y los niveles de glucosa y ácido úrico, lo cual podría ser esencial para aumentar sus posibilidades de convertirse en centenarios.