Recientemente, un equipo de arqueólogos liderado por el Dr. Pearce Paul Creasman, director ejecutivo del American Center of Research, descubrió una tumba secreta bajo el famoso edificio conocido como el Tesoro (Al Khazneh) en Petra, Jordania. El hallazgo incluye 12 esqueletos humanos y una amplia gama de artefactos que datan de hace aproximadamente 2,000 años. La excavación se llevó a cabo tras recibir permiso del gobierno jordano.
El Tesoro, un monumento icónico de Petra, ha sido objeto de especulación durante años. Utilizando radar de penetración terrestre, los arqueólogos identificaron características subterráneas que sugerían la existencia de la tumba. Al excavar, encontraron no solo los esqueletos, sino también objetos de bronce, cerámica e hierro, así como un cáliz de cerámica que recuerda al Santo Grial, lo cual añade un elemento de interés cultural y cinematográfico al hallazgo.
A pesar de estar completos, los esqueletos están en un estado delicado debido a la humedad y las inundaciones estacionales en Petra, que han llevado a la presencia de moho en algunos de ellos. Este descubrimiento arroja nueva luz sobre las prácticas funerarias de la civilización nabatea, que prosperó entre el siglo IV a.C. y el 106 d.C. gracias al comercio de especias e incienso, y cuya población se estimaba entre 10,000 y 30,000 personas en su apogeo.
El hallazgo es particularmente relevante porque Petra, una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1985, atrae a cientos de miles de turistas anualmente y ha sido presentada en varias películas, incluyendo "Indiana Jones y la Última Cruzada". Además, un terremoto en 363 d.C. causó daños significativos a la ciudad, contribuyendo a su declive.
Considerado uno de los más importantes en las últimas dos décadas, este descubrimiento proporciona una visión única de las prácticas funerarias nabateas y podría ayudar a esclarecer la historia de la ciudad y su cultura. Los investigadores planean realizar análisis adicionales, incluyendo pruebas de ADN, para determinar si los esqueletos están relacionados y para obtener más información sobre la dieta y el estilo de vida de estas personas.
Petra fue la capital del reino nabateo, y este nuevo hallazgo podría plantear nuevas preguntas sobre el propósito del Tesoro y su significado en la historia antigua. Los artefactos encontrados, como el cáliz de cerámica, añaden un nivel de interés cultural que podría atraer tanto a científicos como a entusiastas del cine. El Tesoro de Petra, conocido como Al Khazneh, es uno de los monumentos más fotografiados del mundo y debe su nombre a la leyenda que decía que contenía tesoros escondidos. La fachada del Tesoro es un ejemplo impresionante de la arquitectura nabatea, con influencias helenísticas que datan del siglo I d.C.