El Batagay Crater, situado en una remota región de Siberia, ha llamado la atención mundial debido a su rápida expansión y al impacto medioambiental que representa. Este megaslump se ha triplicado en tamaño desde 1991 hasta 2018 y, para 2020, se estimó que crecía en volumen aproximadamente 1 millón de metros cúbicos anuales. En términos volumétricos, el cráter ha liberado el equivalente de 14 Pirámides de Giza, señalando un aumento alarmante del deshielo del permafrost.
El crecimiento del Batagay Crater viene acompañado de la liberación de sustancias que contribuyen al calentamiento global. Cada año, el cráter emite entre 4,000 y 5,000 toneladas de carbono, equiparable a las emisiones energéticas anuales de entre 1,700 y 2,100 hogares en los Estados Unidos.
Este sitio es actualmente el mayor "retrogressive thaw slump" del mundo, un fenómeno geológico que se desarrolla cuando el deshielo del permafrost provoca el colapso del terreno. Mediciones realizadas en 2017 revelaron que el Batagay Crater alcanza hasta 100 metros de profundidad y aproximadamente 1 kilómetro de longitud. El permafrost en la región ártica cubre el 15% de la superficie terrestre del hemisferio norte y contiene el doble del carbono presente en toda la atmósfera, lo que subraya la magnitud de su deshielo.
Las consecuencias de esta transformación geológica son amplias. El deshielo acelerado del permafrost en Batagay alerta sobre un problema global más grande. Se estima que si no se controlan las emisiones globales, para el año 2100, el deshielo del permafrost podría liberar gases de efecto invernadero a la atmósfera en cantidades comparables a las de una gran nación industrializada.
Investigaciones recientes, como el estudio publicado en la revista Geomorphology en junio de 2024, han utilizado datos de satélites y drones para crear modelos en 3D del Batagay Crater y proyectar su expansión con precisión. Los científicos advierten que este cráter no solo es una maravilla geológica sino también un laboratorio natural crucial para entender las dinámicas del permafrost y el cambio climático en el Ártico.
La continua observación y el estudio del Batagay Crater permitirán a los científicos obtener información vital para anticipar los efectos del deshielo del permafrost en otras partes del mundo y preparar estrategias de mitigación global. El crecimiento y las emisiones del cráter refuerzan la urgencia de abordar el calentamiento global con medidas concretas y coordinadas a nivel internacional. El Batagay Crater es tan grande que es visible desde el espacio, destacándose notablemente en imágenes satelitales, lo que permite a los científicos monitorearlo constantemente desde una perspectiva macro.