Ciencia

El Plan de Brasil para Convertir el Humedal Más Grande del Mundo en una Vía Fluvial que Destruiría un “Paraíso en la Tierra”

El proyecto Hidrovia Paraguay-Paraná, diseñado para transformar el río Paraguay en una ruta de transporte industrial, ha generado preocupaciones sobre el impacto en la biodiversidad y el ecosistema del Pantanal, el humedal más grande del mundo, que abarca 170,000 km² en Brasil, Paraguay y Bolivia.

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El Plan de Brasil para Convertir el Humedal Más Grande del Mundo en una Vía Fluvial que Destruiría un “Paraíso en la Tierra”

El proyecto Hidrovia Paraguay-Paraná, diseñado para transformar el río Paraguay en una ruta de transporte industrial, ha generado preocupaciones sobre el impacto en la biodiversidad y el ecosistema del Pantanal, el humedal más grande del mundo, que abarca 170,000 km² en Brasil, Paraguay y Bolivia.

"Los humedales son cruciales para el almacenamiento de carbono terrestre, y su alteración podría tener consecuencias devastadoras para el clima"

- Advirtió un científico involucrado en la investigación.

13/8/2024

El proyecto Hidrovia Paraguay-Paraná, una ambiciosa iniciativa que pretende convertir el río Paraguay en una vía navegable industrial, está suscitando serias preocupaciones sobre el impacto ambiental en el Pantanal, el humedal más grande del mundo. Este ecosistema comprende 170,000 km² y se extiende por Brasil, Paraguay y Bolivia, albergando al menos 380 especies de peces, 580 tipos de aves y 2,272 plantas, además de ser un refugio vital para especies en peligro como jaguares, nutrias gigantes y armadillos gigantes.

El gobierno brasileño ha anunciado una inversión de 81 millones de reales (aproximadamente 11 millones de libras esterlinas) para llevar a cabo tareas de dragado, desmonte de vegetación y adaptación de la señalización del canal navegable. Como parte del plan, se han emitido licencias preliminares para la construcción de dos instalaciones portuarias en Porto Esperança y Cáceres, primeras señalas de la transformación del río Paraguay en una ruta de transporte industrial.

El objetivo del proyecto es facilitar la exportación de productos agrícolas como soja y azúcar hacia mercados en América del Norte, Europa y Asia, reduciendo considerablemente los costos y el tiempo de exportación. Sin embargo, la comunidad científica y ambiental ha levantado la voz de alerta sobre las posibles consecuencias de esta mega obra.

Los científicos han señalado que el dragado y la modificación del río Paraguay podrían destruir hábitats acuáticos, afectar las poblaciones de peces y las áreas de anidación de aves, lo que tendría un efecto adverso en toda la cadena alimentaria del Pantanal. Además, se menciona que los humedales, que cubren solo entre el 5% y el 8% de la superficie terrestre, almacenan hasta el 30% del carbono terrestre. La alteración constante de estos humedales podría liberar grandes cantidades de gases de efecto invernadero, contribuyendo al calentamiento global. Otro riesgo señalado es que los cambios en el ecosistema podrían elevar la probabilidad de incendios forestales en la región.

Los habitantes locales, conocidos como ribeirinhos, quienes dependen de la pesca sostenible y la agricultura de subsistencia, temen perder su forma de vida. Ya han sido testigos de la llegada de materiales de construcción y la creación de caminos para los nuevos puertos, indicios de que el desarrollo del proyecto está en curso.

El Ministerio de Puertos y Aeropuertos de Brasil ha restado importancia a las preocupaciones ambientales, calificándolas como opiniones carentes de fundamentos científicos sólidos. Han asegurado que se llevarán a cabo debates sobre cada etapa del proyecto. Sin embargo, la comunidad científica y los locales insisten en que las consecuencias para el Pantanal y su biodiversidad podrían ser devastadoras.

Se espera que el proyecto Hidrovia Paraguay-Paraná esté operativo para 2026, según informó un ingeniero local involucrado en su desarrollo. A pesar de las promesas de progreso y desarrollo económico, las voces de alerta no cesan, advirtiendo que los costos ambientales y humanos podrían ser demasiado altos. El Pantanal almacena hasta el 30% del carbono terrestre, desempeñando un rol crucial en la regulación del clima global.

Algo Curioso

"Los humedales son cruciales para el almacenamiento de carbono terrestre, y su alteración podría tener consecuencias devastadoras para el clima"

- Advirtió un científico involucrado en la investigación.

Aug 13, 2024
Colglobal News

El proyecto Hidrovia Paraguay-Paraná, una ambiciosa iniciativa que pretende convertir el río Paraguay en una vía navegable industrial, está suscitando serias preocupaciones sobre el impacto ambiental en el Pantanal, el humedal más grande del mundo. Este ecosistema comprende 170,000 km² y se extiende por Brasil, Paraguay y Bolivia, albergando al menos 380 especies de peces, 580 tipos de aves y 2,272 plantas, además de ser un refugio vital para especies en peligro como jaguares, nutrias gigantes y armadillos gigantes.

El gobierno brasileño ha anunciado una inversión de 81 millones de reales (aproximadamente 11 millones de libras esterlinas) para llevar a cabo tareas de dragado, desmonte de vegetación y adaptación de la señalización del canal navegable. Como parte del plan, se han emitido licencias preliminares para la construcción de dos instalaciones portuarias en Porto Esperança y Cáceres, primeras señalas de la transformación del río Paraguay en una ruta de transporte industrial.

El objetivo del proyecto es facilitar la exportación de productos agrícolas como soja y azúcar hacia mercados en América del Norte, Europa y Asia, reduciendo considerablemente los costos y el tiempo de exportación. Sin embargo, la comunidad científica y ambiental ha levantado la voz de alerta sobre las posibles consecuencias de esta mega obra.

Los científicos han señalado que el dragado y la modificación del río Paraguay podrían destruir hábitats acuáticos, afectar las poblaciones de peces y las áreas de anidación de aves, lo que tendría un efecto adverso en toda la cadena alimentaria del Pantanal. Además, se menciona que los humedales, que cubren solo entre el 5% y el 8% de la superficie terrestre, almacenan hasta el 30% del carbono terrestre. La alteración constante de estos humedales podría liberar grandes cantidades de gases de efecto invernadero, contribuyendo al calentamiento global. Otro riesgo señalado es que los cambios en el ecosistema podrían elevar la probabilidad de incendios forestales en la región.

Los habitantes locales, conocidos como ribeirinhos, quienes dependen de la pesca sostenible y la agricultura de subsistencia, temen perder su forma de vida. Ya han sido testigos de la llegada de materiales de construcción y la creación de caminos para los nuevos puertos, indicios de que el desarrollo del proyecto está en curso.

El Ministerio de Puertos y Aeropuertos de Brasil ha restado importancia a las preocupaciones ambientales, calificándolas como opiniones carentes de fundamentos científicos sólidos. Han asegurado que se llevarán a cabo debates sobre cada etapa del proyecto. Sin embargo, la comunidad científica y los locales insisten en que las consecuencias para el Pantanal y su biodiversidad podrían ser devastadoras.

Se espera que el proyecto Hidrovia Paraguay-Paraná esté operativo para 2026, según informó un ingeniero local involucrado en su desarrollo. A pesar de las promesas de progreso y desarrollo económico, las voces de alerta no cesan, advirtiendo que los costos ambientales y humanos podrían ser demasiado altos. El Pantanal almacena hasta el 30% del carbono terrestre, desempeñando un rol crucial en la regulación del clima global.

El proyecto Hidrovia Paraguay-Paraná, una ambiciosa iniciativa que pretende convertir el río Paraguay en una vía navegable industrial, está suscitando serias preocupaciones sobre el impacto ambiental en el Pantanal, el humedal más grande del mundo. Este ecosistema comprende 170,000 km² y se extiende por Brasil, Paraguay y Bolivia, albergando al menos 380 especies de peces, 580 tipos de aves y 2,272 plantas, además de ser un refugio vital para especies en peligro como jaguares, nutrias gigantes y armadillos gigantes.

El gobierno brasileño ha anunciado una inversión de 81 millones de reales (aproximadamente 11 millones de libras esterlinas) para llevar a cabo tareas de dragado, desmonte de vegetación y adaptación de la señalización del canal navegable. Como parte del plan, se han emitido licencias preliminares para la construcción de dos instalaciones portuarias en Porto Esperança y Cáceres, primeras señalas de la transformación del río Paraguay en una ruta de transporte industrial.

El objetivo del proyecto es facilitar la exportación de productos agrícolas como soja y azúcar hacia mercados en América del Norte, Europa y Asia, reduciendo considerablemente los costos y el tiempo de exportación. Sin embargo, la comunidad científica y ambiental ha levantado la voz de alerta sobre las posibles consecuencias de esta mega obra.

Los científicos han señalado que el dragado y la modificación del río Paraguay podrían destruir hábitats acuáticos, afectar las poblaciones de peces y las áreas de anidación de aves, lo que tendría un efecto adverso en toda la cadena alimentaria del Pantanal. Además, se menciona que los humedales, que cubren solo entre el 5% y el 8% de la superficie terrestre, almacenan hasta el 30% del carbono terrestre. La alteración constante de estos humedales podría liberar grandes cantidades de gases de efecto invernadero, contribuyendo al calentamiento global. Otro riesgo señalado es que los cambios en el ecosistema podrían elevar la probabilidad de incendios forestales en la región.

Los habitantes locales, conocidos como ribeirinhos, quienes dependen de la pesca sostenible y la agricultura de subsistencia, temen perder su forma de vida. Ya han sido testigos de la llegada de materiales de construcción y la creación de caminos para los nuevos puertos, indicios de que el desarrollo del proyecto está en curso.

El Ministerio de Puertos y Aeropuertos de Brasil ha restado importancia a las preocupaciones ambientales, calificándolas como opiniones carentes de fundamentos científicos sólidos. Han asegurado que se llevarán a cabo debates sobre cada etapa del proyecto. Sin embargo, la comunidad científica y los locales insisten en que las consecuencias para el Pantanal y su biodiversidad podrían ser devastadoras.

Se espera que el proyecto Hidrovia Paraguay-Paraná esté operativo para 2026, según informó un ingeniero local involucrado en su desarrollo. A pesar de las promesas de progreso y desarrollo económico, las voces de alerta no cesan, advirtiendo que los costos ambientales y humanos podrían ser demasiado altos. El Pantanal almacena hasta el 30% del carbono terrestre, desempeñando un rol crucial en la regulación del clima global.

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