Ciencia

Estudio del MIT Rastrea por Primera Vez el Origen de Ráfagas Rápidas de Radio Hasta una Fuente Inesperada

Investigadores del MIT han identificado el origen de la ráfaga de radio rápida FRB 20221022A, detectada en 2022, en la magnetosfera de un magnetar situado a 200 millones de años luz de distancia. Este avance, publicado en la revista Nature, aporta nueva comprensión sobre estas misteriosas explosiones cósmicas.

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Estudio del MIT Rastrea por Primera Vez el Origen de Ráfagas Rápidas de Radio Hasta una Fuente Inesperada

Investigadores del MIT han identificado el origen de la ráfaga de radio rápida FRB 20221022A, detectada en 2022, en la magnetosfera de un magnetar situado a 200 millones de años luz de distancia. Este avance, publicado en la revista Nature, aporta nueva comprensión sobre estas misteriosas explosiones cósmicas.

“Este estudio proporciona la primera evidencia concluyente de que las FRBs pueden originarse dentro de la magnetosfera de estrellas de neutrones altamente magnetizadas”

- Afirma el equipo de investigadores del MIT.

9/1/2025

Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han logrado un avance significativo al identificar el origen de la ráfaga de radio rápida (FRB) 20221022A, detectada en 2022. Según el estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature, esta ráfaga de radio se originó en la magnetosfera de un tipo especial de estrella de neutrones conocida como magnetar, que se encuentra a una distancia de 200 millones de años luz de la Tierra.

Las ráfagas de radio rápidas (FRBs) son explosiones breves de ondas de radio que duran solo milisegundos pero pueden liberar más energía que la de 500 millones de soles en ese breve lapso. Desde su descubrimiento en 2007, se han identificado miles de estas explosiones, procedentes de distancias que pueden alcanzar hasta 8 mil millones de años luz. La FRB 20221022A se originó en una región no mayor a 10,000 kilómetros de su fuente, comparable a la distancia entre Nueva York y Singapur. Este hallazgo sugiere claramente que la ráfaga provinó de la magnetosfera de un magnetar, cuyo campo magnético puede ser hasta 1,000 veces más fuerte que el de las estrellas de neutrones normales.

El equipo de investigadores utilizó un fenómeno conocido como "scintillation" (escintilación), similar al parpadeo de las estrellas, para analizar las fluctuaciones de brillo de la FRB. La escintilación, que ocurre cuando la luz de una fuente brillante pasa a través de gas, causando variaciones en el brillo, permitió a los científicos determinar que la ráfaga provenía de una región compacta y muy cercana a su fuente. En el caso de la FRB 20221022A, se observó una fuerte scintilación, lo que llevó a los investigadores a concluir que la ráfaga se originó en un entorno altamente magnetizado y caótico.

Un estudio complementario realizado por la Universidad McGill encontró que la señal de la FRB 20221022A era altamente polarizada, siguiendo un patrón de curva en forma de S, característico de las señales de pulsars, que son estrellas de neutrones magnetizadas y en rotación.

Los resultados de este estudio proporcionan la primera evidencia concluyente de que las FRBs pueden originarse dentro de la magnetosfera de estrellas de neutrones altamente magnetizadas. Estos hallazgos sugieren que la energía almacenada en los campos magnéticos de las magnetars puede reconfigurarse y liberarse como ondas de radio que pueden ser detectadas a través de vastas distancias en el universo.

La FRB 20221022A se originó a 200 millones de años luz de distancia, en una región de 10,000 kilómetros de tamaño y duró aproximadamente 2 milisegundos, liberando más energía que la de 500 millones de soles en ese breve instante. Estos descubrimientos abren nuevas perspectivas para comprender mejor la naturaleza de las FRBs y su conexión con los fenómenos cósmicos de alta energía.

Algo Curioso

“Este estudio proporciona la primera evidencia concluyente de que las FRBs pueden originarse dentro de la magnetosfera de estrellas de neutrones altamente magnetizadas”

- Afirma el equipo de investigadores del MIT.

Jan 9, 2025
Colglobal News

Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han logrado un avance significativo al identificar el origen de la ráfaga de radio rápida (FRB) 20221022A, detectada en 2022. Según el estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature, esta ráfaga de radio se originó en la magnetosfera de un tipo especial de estrella de neutrones conocida como magnetar, que se encuentra a una distancia de 200 millones de años luz de la Tierra.

Las ráfagas de radio rápidas (FRBs) son explosiones breves de ondas de radio que duran solo milisegundos pero pueden liberar más energía que la de 500 millones de soles en ese breve lapso. Desde su descubrimiento en 2007, se han identificado miles de estas explosiones, procedentes de distancias que pueden alcanzar hasta 8 mil millones de años luz. La FRB 20221022A se originó en una región no mayor a 10,000 kilómetros de su fuente, comparable a la distancia entre Nueva York y Singapur. Este hallazgo sugiere claramente que la ráfaga provinó de la magnetosfera de un magnetar, cuyo campo magnético puede ser hasta 1,000 veces más fuerte que el de las estrellas de neutrones normales.

El equipo de investigadores utilizó un fenómeno conocido como "scintillation" (escintilación), similar al parpadeo de las estrellas, para analizar las fluctuaciones de brillo de la FRB. La escintilación, que ocurre cuando la luz de una fuente brillante pasa a través de gas, causando variaciones en el brillo, permitió a los científicos determinar que la ráfaga provenía de una región compacta y muy cercana a su fuente. En el caso de la FRB 20221022A, se observó una fuerte scintilación, lo que llevó a los investigadores a concluir que la ráfaga se originó en un entorno altamente magnetizado y caótico.

Un estudio complementario realizado por la Universidad McGill encontró que la señal de la FRB 20221022A era altamente polarizada, siguiendo un patrón de curva en forma de S, característico de las señales de pulsars, que son estrellas de neutrones magnetizadas y en rotación.

Los resultados de este estudio proporcionan la primera evidencia concluyente de que las FRBs pueden originarse dentro de la magnetosfera de estrellas de neutrones altamente magnetizadas. Estos hallazgos sugieren que la energía almacenada en los campos magnéticos de las magnetars puede reconfigurarse y liberarse como ondas de radio que pueden ser detectadas a través de vastas distancias en el universo.

La FRB 20221022A se originó a 200 millones de años luz de distancia, en una región de 10,000 kilómetros de tamaño y duró aproximadamente 2 milisegundos, liberando más energía que la de 500 millones de soles en ese breve instante. Estos descubrimientos abren nuevas perspectivas para comprender mejor la naturaleza de las FRBs y su conexión con los fenómenos cósmicos de alta energía.

Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han logrado un avance significativo al identificar el origen de la ráfaga de radio rápida (FRB) 20221022A, detectada en 2022. Según el estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature, esta ráfaga de radio se originó en la magnetosfera de un tipo especial de estrella de neutrones conocida como magnetar, que se encuentra a una distancia de 200 millones de años luz de la Tierra.

Las ráfagas de radio rápidas (FRBs) son explosiones breves de ondas de radio que duran solo milisegundos pero pueden liberar más energía que la de 500 millones de soles en ese breve lapso. Desde su descubrimiento en 2007, se han identificado miles de estas explosiones, procedentes de distancias que pueden alcanzar hasta 8 mil millones de años luz. La FRB 20221022A se originó en una región no mayor a 10,000 kilómetros de su fuente, comparable a la distancia entre Nueva York y Singapur. Este hallazgo sugiere claramente que la ráfaga provinó de la magnetosfera de un magnetar, cuyo campo magnético puede ser hasta 1,000 veces más fuerte que el de las estrellas de neutrones normales.

El equipo de investigadores utilizó un fenómeno conocido como "scintillation" (escintilación), similar al parpadeo de las estrellas, para analizar las fluctuaciones de brillo de la FRB. La escintilación, que ocurre cuando la luz de una fuente brillante pasa a través de gas, causando variaciones en el brillo, permitió a los científicos determinar que la ráfaga provenía de una región compacta y muy cercana a su fuente. En el caso de la FRB 20221022A, se observó una fuerte scintilación, lo que llevó a los investigadores a concluir que la ráfaga se originó en un entorno altamente magnetizado y caótico.

Un estudio complementario realizado por la Universidad McGill encontró que la señal de la FRB 20221022A era altamente polarizada, siguiendo un patrón de curva en forma de S, característico de las señales de pulsars, que son estrellas de neutrones magnetizadas y en rotación.

Los resultados de este estudio proporcionan la primera evidencia concluyente de que las FRBs pueden originarse dentro de la magnetosfera de estrellas de neutrones altamente magnetizadas. Estos hallazgos sugieren que la energía almacenada en los campos magnéticos de las magnetars puede reconfigurarse y liberarse como ondas de radio que pueden ser detectadas a través de vastas distancias en el universo.

La FRB 20221022A se originó a 200 millones de años luz de distancia, en una región de 10,000 kilómetros de tamaño y duró aproximadamente 2 milisegundos, liberando más energía que la de 500 millones de soles en ese breve instante. Estos descubrimientos abren nuevas perspectivas para comprender mejor la naturaleza de las FRBs y su conexión con los fenómenos cósmicos de alta energía.

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