La extinción del rinoceronte lanudo, un mamífero que habitó Eurasia durante el Pleistoceno tardío, ha sido objeto de diversas teorías. Recientemente, investigadores descubrieron que una combinación de caza sostenida por humanos y cambios climáticos abruptos fue la causa principal de la desaparición de esta especie. Este descubrimiento contradice estudios previos que descartaban la influencia humana, a pesar de que los humanos coexistieron con el rinoceronte lanudo por miles de años.
El estudio revela que, tras la última Edad de Hielo, cuando las temperaturas aumentaron y la Tierra comenzó a descongelarse, los hábitos de caza humana impidieron que el rinoceronte lanudo accediera a nuevos hábitats favorables en el norte de Eurasia. La caza, especialmente durante períodos de contracción de hábitats hacia el sur debido a temperaturas bajas, exacerbó el deterioro de sus hábitats aislados y contribuyó significativamente a su desestabilización y eventual extinción.
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Durante el Pleistoceno tardío, existían más de 60 especies de megafauna, pero actualmente solo quedan ocho, la mayoría de las cuales están en peligro crítico de desaparecer. Los paleontólogos consideran la extinción de estas megafaunas como un enigma, y el estudio del rinoceronte lanudo puede ser clave para comprender mejor este fenómeno y desarrollar estrategias de conservación para las especies que aún sobreviven.
Los investigadores subrayan la importancia de entender la interacción entre factores ambientales y actividades humanas para prevenir la extinción de especies grandes en la actualidad. La extinción del rinoceronte lanudo es un claro ejemplo de cómo la combinación de cambios climáticos y la intervención humana puede conducir a la desaparición de especies.
El estudio, que detalla la manera en que la caza humana impidió la colonización de nuevos hábitats por parte del rinoceronte lanudo, destaca la necesidad urgente de proteger a las especies vulnerables de hoy. En la actualidad, la mayoría de las ocho especies de megafauna remanentes están en peligro crítico, y las lecciones aprendidas del pasado pueden ser cruciales para su conservación.
Entender los mecanismos detrás de la extinción de megafaunas como el rinoceronte lanudo puede ofrecer valiosa información que ayude a proteger a las especies modernas. La identificación de estos factores es esencial para evitar la repetición de errores que llevaron a la desaparición de especies icónicas del pasado.