En un avance significativo en la defensa planetaria, investigadores de los Laboratorios Sandia en Estados Unidos han demostrado que una explosión nuclear podría desviar asteroides peligrosos. Utilizando un pulso de rayos X de megajoule, similares a los que se liberan en las explosiones nucleares, los científicos simularon el efecto de una explosión nuclear en la superficie de un asteroide, logrando vaporizar partes del mismo y creando una bola de gas en expansión que podría desviar su trayectoria.
Durante el experimento, se emplearon 1.5 megajoules de rayos X generados por el Z Pulsed Power Facility para vaporizar la superficie de un modelo de asteroide. Los fragmentos resultantes fueron propulsados a casi 320 km/h (200 mph) en tan solo 20 microsegundos. Según los investigadores, esta técnica podría ser efectiva para asteroides de hasta 4 kilómetros de ancho (aproximadamente 2.5 millas).
El Dr. Nathan Moore, uno de los autores principales del estudio, explicó que el mecanismo de acción se basa en la tercera ley de Newton: "Al vaporizar una parte de la superficie del asteroide, el material vaporizado se expulsa en una dirección, generando un empuje en la dirección opuesta, actuando como un cohete". Este vapor alcanza temperaturas de decenas de miles de grados, lo que proporciona el empuje necesario para desviar el asteroide.
La relevancia de esta investigación se pone de manifiesto al compararla con otros métodos de desvío de asteroides, como la misión DART de la NASA en 2022, que demostró que un impacto cinético puede desviar asteroides, pero requiere un aviso previo considerable. En contraste, la opción nuclear se considera más adecuada para asteroides más grandes o en escenarios donde el tiempo es limitado.
La técnica, que ha sido publicada en la prestigiosa revista *Nature Physics*, ofrece una solución viable para asteroides que presentan un riesgo inminente. Aunque algunos científicos prefieren opciones no nucleares, reconocen que en el caso de asteroides grandes o con poco tiempo de advertencia, esta estrategia podría ser la única opción factible.
Apoyándose en eventos históricos que han demostrado las consecuencias catastróficas de impactos de asteroides, como el evento que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años, esta nueva investigación sugiere que el uso de explosiones nucleares es una opción prometedora, especialmente para desviar aquellos que son demasiado grandes o peligrosos para ser manejados mediante métodos convencionales.