Ciencia

Inminente Colapso de la Corriente Atlántica Amenaza con Cambios Climáticos Extremos

Científicos alertan sobre la cercanía al punto de inflexión de la Circulación Meridional del Atlántico (AMOC), un evento que podría desencadenar cambios climáticos abruptos y severos, afectando dramáticamente al hemisferio norte.

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Inminente Colapso de la Corriente Atlántica Amenaza con Cambios Climáticos Extremos

Científicos alertan sobre la cercanía al punto de inflexión de la Circulación Meridional del Atlántico (AMOC), un evento que podría desencadenar cambios climáticos abruptos y severos, afectando dramáticamente al hemisferio norte.

“Estamos acercándonos al punto de inflexión, pero aún no podemos determinar la distancia exacta hasta él”

- René M. van Westen, investigador postdoctoral en ciencias marinas y atmosféricas de la Universidad de Utrecht.

1/5/2024

La Circulación Meridional de Retorno del Atlántico (AMOC), crucial para la regulación del clima global, está al borde de un colapso que podría precipitar una era de cambios climáticos extremos. Según estudios recientes, este sistema de corrientes que transporta agua cálida desde el hemisferio sur hacia el norte, está mostrando signos de debilitamiento acelerado debido al aumento de las temperaturas globales y la fusión acelerada de los glaciares. Este debilitamiento podría llevar al sistema a un punto de no retorno, con consecuencias catastróficas.

El estudio, publicado en Science Advances, introduce una señal de alerta temprana basada en física que indica una disminución crítica en el transporte de agua dulce en el extremo sur del Atlántico. Esta señal sugiere que la AMOC podría alcanzar su punto crítico en cuestión de décadas, desencadenando un cambio climático abrupto y severo.

Los científicos han observado que la AMOC se ha debilitado de manera constante desde mediados del siglo XX, y ahora está en su estado más débil en más de un milenio. Este debilitamiento afecta la capacidad del sistema para transportar calor hacia el norte, lo que podría resultar en inviernos más fríos y veranos más cortos en Europa y América del Norte, alterando significativamente los patrones climáticos y ecosistemas.

Los impactos de un colapso de la AMOC no se limitarían al clima; también tendrían efectos devastadores en la biodiversidad y en las temporadas de crecimiento de los cultivos, complicando aún más la seguridad alimentaria global y aumentando los eventos meteorológicos extremos.

Algo Curioso
La AMOC ha sido monitorizada directamente solo desde 2004 a través de la red RAPID, lo que significa que la mayoría de nuestro entendimiento actual se basa en un periodo relativamente corto en términos climáticos, destacando la necesidad crítica de investigación continua.

Alerta Climática: Señales Anticipadas del Colapso de la AMOC

El estudio destacó que una disminución en la salinidad del agua en el Atlántico Sur es un indicativo temprano del debilitamiento de la AMOC, resultado del aumento de agua dulce proveniente de los deshielos y las precipitaciones alteradas por el calentamiento global. Estos cambios en la salinidad podrían llevar a una reducción dramática y repentina en la capacidad del sistema para mover agua caliente hacia el norte, desencadenando una serie de eventos climáticos extremos de manera mucho más rápida de lo que se puede adaptar la sociedad.

Investigadores han modelado este fenómeno mediante simulaciones climáticas globales que muestran cómo un incremento gradual en la entrada de agua dulce en el Atlántico podría llevar a un colapso completo en menos de un siglo. Según los modelos, esta situación llevaría a una caída abrupta en la temperatura en partes de Europa hasta en 5 grados Celsius por década, una tasa de enfriamiento sin precedentes que excede significativamente las actuales tasas de calentamiento global.

Además, la interrupción de la AMOC podría alterar significativamente los patrones de precipitación global, afectando las estaciones secas y húmedas en áreas tan vastas como la selva amazónica. Cambios en la distribución de la precipitación podrían llevar a transformaciones radicales en los ecosistemas, impactando la biodiversidad y las comunidades humanas que dependen de estos entornos.

Por otro lado, los cambios en el sistema de corrientes podrían causar un aumento del nivel del mar en el Atlántico de hasta un metro en algunas regiones, exacerbando el riesgo de inundaciones en ciudades costeras y comunidades insulares, lo cual pone en evidencia la urgente necesidad de estrategias de mitigación y adaptación más robustas frente al cambio climático.

Impacto Global: Consecuencias del Cambio en la Circulación Oceánica

La disminución proyectada de la AMOC podría tener también implicaciones severas para el comercio marítimo y la economía global. Las rutas marítimas del Atlántico, especialmente en el norte, podrían verse afectadas por cambios en la formación de hielo y las condiciones meteorológicas adversas, complicando las operaciones de navegación y aumentando los costos logísticos. Estudios indican que el enfriamiento de las aguas en el Atlántico Norte intensificaría las tormentas y modificaría las corrientes marinas, lo que requiere una reevaluación de las estrategias de transporte marítimo y la seguridad en alta mar.

En términos de salud pública, las alteraciones climáticas provocadas por la pérdida de la AMOC podrían aumentar los riesgos de enfermedades transmitidas por vectores y agravar los problemas de salud relacionados con el frío y la calidad del aire en Europa. Además, la inestabilidad climática podría llevar a desplazamientos masivos de poblaciones y conflictos sobre recursos, a medida que algunas regiones enfrentan la escasez de agua y otras son inundadas o se vuelven inhabitables debido al frío extremo o las condiciones climáticas adversas.

Científicos están observando una disminución en la fuerza de la AMOC desde 2004, con mediciones directas que muestran una reducción significativa. Este patrón de debilitamiento, junto con los datos de salinidad y temperatura, sugiere que estamos posiblemente a décadas de un punto de inflexión, después del cual los cambios podrían volverse irreversibles y mucho más dramáticos.

“Estamos acercándonos al punto de inflexión, pero aún no podemos determinar la distancia exacta hasta él”

- René M. van Westen, investigador postdoctoral en ciencias marinas y atmosféricas de la Universidad de Utrecht.

1/5/2024

La Circulación Meridional de Retorno del Atlántico (AMOC), crucial para la regulación del clima global, está al borde de un colapso que podría precipitar una era de cambios climáticos extremos. Según estudios recientes, este sistema de corrientes que transporta agua cálida desde el hemisferio sur hacia el norte, está mostrando signos de debilitamiento acelerado debido al aumento de las temperaturas globales y la fusión acelerada de los glaciares. Este debilitamiento podría llevar al sistema a un punto de no retorno, con consecuencias catastróficas.

El estudio, publicado en Science Advances, introduce una señal de alerta temprana basada en física que indica una disminución crítica en el transporte de agua dulce en el extremo sur del Atlántico. Esta señal sugiere que la AMOC podría alcanzar su punto crítico en cuestión de décadas, desencadenando un cambio climático abrupto y severo.

Los científicos han observado que la AMOC se ha debilitado de manera constante desde mediados del siglo XX, y ahora está en su estado más débil en más de un milenio. Este debilitamiento afecta la capacidad del sistema para transportar calor hacia el norte, lo que podría resultar en inviernos más fríos y veranos más cortos en Europa y América del Norte, alterando significativamente los patrones climáticos y ecosistemas.

Los impactos de un colapso de la AMOC no se limitarían al clima; también tendrían efectos devastadores en la biodiversidad y en las temporadas de crecimiento de los cultivos, complicando aún más la seguridad alimentaria global y aumentando los eventos meteorológicos extremos.

Algo Curioso
La AMOC ha sido monitorizada directamente solo desde 2004 a través de la red RAPID, lo que significa que la mayoría de nuestro entendimiento actual se basa en un periodo relativamente corto en términos climáticos, destacando la necesidad crítica de investigación continua.

Alerta Climática: Señales Anticipadas del Colapso de la AMOC

El estudio destacó que una disminución en la salinidad del agua en el Atlántico Sur es un indicativo temprano del debilitamiento de la AMOC, resultado del aumento de agua dulce proveniente de los deshielos y las precipitaciones alteradas por el calentamiento global. Estos cambios en la salinidad podrían llevar a una reducción dramática y repentina en la capacidad del sistema para mover agua caliente hacia el norte, desencadenando una serie de eventos climáticos extremos de manera mucho más rápida de lo que se puede adaptar la sociedad.

Investigadores han modelado este fenómeno mediante simulaciones climáticas globales que muestran cómo un incremento gradual en la entrada de agua dulce en el Atlántico podría llevar a un colapso completo en menos de un siglo. Según los modelos, esta situación llevaría a una caída abrupta en la temperatura en partes de Europa hasta en 5 grados Celsius por década, una tasa de enfriamiento sin precedentes que excede significativamente las actuales tasas de calentamiento global.

Además, la interrupción de la AMOC podría alterar significativamente los patrones de precipitación global, afectando las estaciones secas y húmedas en áreas tan vastas como la selva amazónica. Cambios en la distribución de la precipitación podrían llevar a transformaciones radicales en los ecosistemas, impactando la biodiversidad y las comunidades humanas que dependen de estos entornos.

Por otro lado, los cambios en el sistema de corrientes podrían causar un aumento del nivel del mar en el Atlántico de hasta un metro en algunas regiones, exacerbando el riesgo de inundaciones en ciudades costeras y comunidades insulares, lo cual pone en evidencia la urgente necesidad de estrategias de mitigación y adaptación más robustas frente al cambio climático.

Impacto Global: Consecuencias del Cambio en la Circulación Oceánica

La disminución proyectada de la AMOC podría tener también implicaciones severas para el comercio marítimo y la economía global. Las rutas marítimas del Atlántico, especialmente en el norte, podrían verse afectadas por cambios en la formación de hielo y las condiciones meteorológicas adversas, complicando las operaciones de navegación y aumentando los costos logísticos. Estudios indican que el enfriamiento de las aguas en el Atlántico Norte intensificaría las tormentas y modificaría las corrientes marinas, lo que requiere una reevaluación de las estrategias de transporte marítimo y la seguridad en alta mar.

En términos de salud pública, las alteraciones climáticas provocadas por la pérdida de la AMOC podrían aumentar los riesgos de enfermedades transmitidas por vectores y agravar los problemas de salud relacionados con el frío y la calidad del aire en Europa. Además, la inestabilidad climática podría llevar a desplazamientos masivos de poblaciones y conflictos sobre recursos, a medida que algunas regiones enfrentan la escasez de agua y otras son inundadas o se vuelven inhabitables debido al frío extremo o las condiciones climáticas adversas.

Científicos están observando una disminución en la fuerza de la AMOC desde 2004, con mediciones directas que muestran una reducción significativa. Este patrón de debilitamiento, junto con los datos de salinidad y temperatura, sugiere que estamos posiblemente a décadas de un punto de inflexión, después del cual los cambios podrían volverse irreversibles y mucho más dramáticos.

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