El reciente ensayo de terapia génica realizado en la Universidad de Fudan, Shanghái, ha mostrado resultados impresionantes al restaurar la audición en cinco niños nacidos sordos debido a mutaciones genéticas. Los participantes, de entre uno y once años, fueron tratados utilizando un virus inactivo que transportaba el gen Otof, necesario para la corrección de señales auditivas. Esta innovadora técnica permitió a los niños no solo recuperar la capacidad de oír sino también mejorar sus habilidades para localizar sonidos y reconocer el habla.
Tras la terapia, los niños pudieron identificar la procedencia de los sonidos, comprender el lenguaje hablado y hasta disfrutar de la música, incluso bailando al ritmo de las melodías. El tratamiento ha permitido un desarrollo auditivo continuo, y los resultados han sido calificados como "asombrosos" por los investigadores. La técnica presenta grandes avances y promete aportar soluciones para diversas causas de pérdida auditiva.
Este ensayo es pionero al utilizar un virus adenoasociado para la administración del gen Otof, logrando mejoras significativas comparadas con tratamientos previos. Los resultados han dejado una marca indeleble en la investigación médica, emocionando a los especialistas que vieron a estos niños vivir una experiencia sonora nueva.
Además de la recuperación de la audición, los avances incluyen la mejora en la discriminación del habla en entornos ruidosos y perceptible incremento en las habilidades de comunicación. Estos resultados subrayan el potencial de la terapia génica y su capacidad para cambiar vidas al abordar la sordera de raíz.