Ciencia

Las Muertes Relacionadas con el Calor Aumentaron un 140 % en América Latina

Un informe de The Lancet revela que, entre 2000 y 2022, las muertes relacionadas con el calor en América Latina han aumentado un promedio del 140%. Los países más afectados son Ecuador, El Salvador, Honduras y Guatemala.

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Las Muertes Relacionadas con el Calor Aumentaron un 140 % en América Latina

Un informe de The Lancet revela que, entre 2000 y 2022, las muertes relacionadas con el calor en América Latina han aumentado un promedio del 140%. Los países más afectados son Ecuador, El Salvador, Honduras y Guatemala.

"Hemos registrado un aumento alarmante de muertes relacionadas con el calor en América Latina, generando una urgente necesidad de acciones climáticas y de salud pública"

- Expresó el investigador principal del informe.

1/6/2024

Un reciente informe publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet ha puesto de manifiesto un preocupante aumento en la mortalidad relacionada con el calor en América Latina. Según el análisis, entre el año 2000 y 2022, la región experimentó un incremento promedio del 140% en las muertes atribuidas a olas de calor, en comparación con el periodo 2000-2009. Este incremento es un claro indicativo de los efectos adversos del cambio climático en la salud pública.

Ecuador es el país que ha registrado el mayor aumento relativo en la mortalidad por calor, con un alarmante 339%. Le siguen El Salvador con un 230%, Honduras con un 204% y Guatemala con un 202%. En contraste, países como México, Argentina y Uruguay han reportado incrementos menores, del 67%, 59% y 27%, respectivamente. Estos datos subrayan la variabilidad en la vulnerabilidad de diferentes naciones ante el incremento de las temperaturas.

El informe destaca que todos los países de la región han experimentado una tendencia sostenida de aumento en las temperaturas promedio. Además, en 2022, la temperatura media en América Latina fue 0.38°C más alta que durante el periodo de referencia 1986-2005. Paraguay se destacó por presentar la mayor anomalía térmica, con un aumento de 1.9°C. Estas cifras evidencian un claro patrón de calentamiento a nivel regional.

El impacto del calor no se limita a las temperaturas promedio. También se ha observado un incremento en el número de días con temperaturas extremas, afectando principalmente a los grupos más vulnerables, incluidos niños y personas mayores. Entre 2013 y 2022, los niños estuvieron expuestos a un 248% más de días de olas de calor, mientras que las personas mayores de 65 años a un 271% más, en comparación con el periodo 1986-2005.}

Algo Curioso
El informe de The Lancet no solo destaca el impacto en la salud humana, sino que también señala que el calor extremo afecta a la biodiversidad de la región, alterando los hábitats naturales y los patrones de comportamiento de numerosas especies.

Consecuencias en la Salud Pública

El aumento en las temperaturas y las olas de calor tienen serias implicaciones para la salud pública en América Latina. El informe de The Lancet señala que el incremento en las muertes relacionadas con el calor está especialmente vinculado a condiciones preexistentes como enfermedades cardiovasculares, respiratorias y renales. Las personas con estas afecciones son particularmente vulnerables a las temperaturas extremas y a la deshidratación.

El aumento de las olas de calor también ha exacerbado la carga sobre los sistemas de salud pública. Los hospitales y centros de salud en la región se han visto obligados a aumentar sus capacidades para atender a pacientes afectados por el calor extremo. Además, la infraestructura sanitaria en algunos países no está preparada para enfrentar aumentos repentinos en la demanda de servicios médicos debido a temperaturas extremas, lo cual agrava la situación.

El cambio climático también tiene repercusiones en la transmisión de enfermedades. El informe destaca un incremento del 54% en la transmisión potencial del dengue por el mosquito Aedes aegypti entre 1951-1960 y 2013-2022. Estos datos son consistentes con los recientes brotes de dengue y el aumento en el número de casos reportados en América Latina en los últimos meses. El calor extremo contribuye a la expansión del hábitat del mosquito y acelera su ciclo de vida.

La exposición prolongada a temperaturas extremas también tiene efectos psicológicos. Estudios han demostrado que el calor puede exacerbar condiciones de estrés, ansiedad y otros trastornos mentales. Estas complicaciones, a su vez, pueden afectar la calidad de vida de las personas y aumentan la dependencia de servicios de salud mental, los cuales son limitados en muchas áreas de América Latina.

Medidas y Políticas Necesarias

El informe de The Lancet subraya la urgente necesidad de implementar políticas públicas intersectoriales para mitigar los efectos del cambio climático en la salud pública. Es imperativo que los gobiernos de la región adopten medidas enfocadas en aumentar la resiliencia al calor extremo, incluyendo la creación de refugios climáticos, mejorar la infraestructura de salud y garantizar el acceso a agua potable.

Una de las principales recomendaciones es la realización de campañas de sensibilización para educar a la población sobre los riesgos del calor extremo y las medidas preventivas que pueden tomar. Esto incluye la importancia de mantenerse hidratado, evitar la exposición al sol durante las horas de mayor calor y reconocer los síntomas de las enfermedades relacionadas con el calor para buscar atención médica a tiempo.

El documento también destaca la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para combatir el cambio climático a largo plazo. Los países latinoamericanos deben comprometerse con las metas establecidas en el Acuerdo de París y trabajar en conjunto para desarrollar estrategias efectivas de reducción de emisiones, como la promoción de energías renovables y la mejora en la eficiencia energética.

Otro aspecto crucial mencionado en el informe es la reducción de las inequidades sociales. Las comunidades más pobres y marginadas son las más afectadas por el cambio climático, debido a su limitada capacidad para adaptarse a las condiciones extremas. La implementación de políticas que aborden estas desigualdades es fundamental para asegurar que los esfuerzos de mitigación y adaptación beneficien a todos los sectores de la sociedad por igual.

"Hemos registrado un aumento alarmante de muertes relacionadas con el calor en América Latina, generando una urgente necesidad de acciones climáticas y de salud pública"

- Expresó el investigador principal del informe.

Jun 1, 2024
Colglobal News

Un reciente informe publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet ha puesto de manifiesto un preocupante aumento en la mortalidad relacionada con el calor en América Latina. Según el análisis, entre el año 2000 y 2022, la región experimentó un incremento promedio del 140% en las muertes atribuidas a olas de calor, en comparación con el periodo 2000-2009. Este incremento es un claro indicativo de los efectos adversos del cambio climático en la salud pública.

Ecuador es el país que ha registrado el mayor aumento relativo en la mortalidad por calor, con un alarmante 339%. Le siguen El Salvador con un 230%, Honduras con un 204% y Guatemala con un 202%. En contraste, países como México, Argentina y Uruguay han reportado incrementos menores, del 67%, 59% y 27%, respectivamente. Estos datos subrayan la variabilidad en la vulnerabilidad de diferentes naciones ante el incremento de las temperaturas.

El informe destaca que todos los países de la región han experimentado una tendencia sostenida de aumento en las temperaturas promedio. Además, en 2022, la temperatura media en América Latina fue 0.38°C más alta que durante el periodo de referencia 1986-2005. Paraguay se destacó por presentar la mayor anomalía térmica, con un aumento de 1.9°C. Estas cifras evidencian un claro patrón de calentamiento a nivel regional.

El impacto del calor no se limita a las temperaturas promedio. También se ha observado un incremento en el número de días con temperaturas extremas, afectando principalmente a los grupos más vulnerables, incluidos niños y personas mayores. Entre 2013 y 2022, los niños estuvieron expuestos a un 248% más de días de olas de calor, mientras que las personas mayores de 65 años a un 271% más, en comparación con el periodo 1986-2005.}

Un reciente informe publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet ha puesto de manifiesto un preocupante aumento en la mortalidad relacionada con el calor en América Latina. Según el análisis, entre el año 2000 y 2022, la región experimentó un incremento promedio del 140% en las muertes atribuidas a olas de calor, en comparación con el periodo 2000-2009. Este incremento es un claro indicativo de los efectos adversos del cambio climático en la salud pública.

Ecuador es el país que ha registrado el mayor aumento relativo en la mortalidad por calor, con un alarmante 339%. Le siguen El Salvador con un 230%, Honduras con un 204% y Guatemala con un 202%. En contraste, países como México, Argentina y Uruguay han reportado incrementos menores, del 67%, 59% y 27%, respectivamente. Estos datos subrayan la variabilidad en la vulnerabilidad de diferentes naciones ante el incremento de las temperaturas.

El informe destaca que todos los países de la región han experimentado una tendencia sostenida de aumento en las temperaturas promedio. Además, en 2022, la temperatura media en América Latina fue 0.38°C más alta que durante el periodo de referencia 1986-2005. Paraguay se destacó por presentar la mayor anomalía térmica, con un aumento de 1.9°C. Estas cifras evidencian un claro patrón de calentamiento a nivel regional.

El impacto del calor no se limita a las temperaturas promedio. También se ha observado un incremento en el número de días con temperaturas extremas, afectando principalmente a los grupos más vulnerables, incluidos niños y personas mayores. Entre 2013 y 2022, los niños estuvieron expuestos a un 248% más de días de olas de calor, mientras que las personas mayores de 65 años a un 271% más, en comparación con el periodo 1986-2005.}

Algo Curioso
El informe de The Lancet no solo destaca el impacto en la salud humana, sino que también señala que el calor extremo afecta a la biodiversidad de la región, alterando los hábitats naturales y los patrones de comportamiento de numerosas especies.

Consecuencias en la Salud Pública

El aumento en las temperaturas y las olas de calor tienen serias implicaciones para la salud pública en América Latina. El informe de The Lancet señala que el incremento en las muertes relacionadas con el calor está especialmente vinculado a condiciones preexistentes como enfermedades cardiovasculares, respiratorias y renales. Las personas con estas afecciones son particularmente vulnerables a las temperaturas extremas y a la deshidratación.

El aumento de las olas de calor también ha exacerbado la carga sobre los sistemas de salud pública. Los hospitales y centros de salud en la región se han visto obligados a aumentar sus capacidades para atender a pacientes afectados por el calor extremo. Además, la infraestructura sanitaria en algunos países no está preparada para enfrentar aumentos repentinos en la demanda de servicios médicos debido a temperaturas extremas, lo cual agrava la situación.

El cambio climático también tiene repercusiones en la transmisión de enfermedades. El informe destaca un incremento del 54% en la transmisión potencial del dengue por el mosquito Aedes aegypti entre 1951-1960 y 2013-2022. Estos datos son consistentes con los recientes brotes de dengue y el aumento en el número de casos reportados en América Latina en los últimos meses. El calor extremo contribuye a la expansión del hábitat del mosquito y acelera su ciclo de vida.

La exposición prolongada a temperaturas extremas también tiene efectos psicológicos. Estudios han demostrado que el calor puede exacerbar condiciones de estrés, ansiedad y otros trastornos mentales. Estas complicaciones, a su vez, pueden afectar la calidad de vida de las personas y aumentan la dependencia de servicios de salud mental, los cuales son limitados en muchas áreas de América Latina.

Medidas y Políticas Necesarias

El informe de The Lancet subraya la urgente necesidad de implementar políticas públicas intersectoriales para mitigar los efectos del cambio climático en la salud pública. Es imperativo que los gobiernos de la región adopten medidas enfocadas en aumentar la resiliencia al calor extremo, incluyendo la creación de refugios climáticos, mejorar la infraestructura de salud y garantizar el acceso a agua potable.

Una de las principales recomendaciones es la realización de campañas de sensibilización para educar a la población sobre los riesgos del calor extremo y las medidas preventivas que pueden tomar. Esto incluye la importancia de mantenerse hidratado, evitar la exposición al sol durante las horas de mayor calor y reconocer los síntomas de las enfermedades relacionadas con el calor para buscar atención médica a tiempo.

El documento también destaca la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para combatir el cambio climático a largo plazo. Los países latinoamericanos deben comprometerse con las metas establecidas en el Acuerdo de París y trabajar en conjunto para desarrollar estrategias efectivas de reducción de emisiones, como la promoción de energías renovables y la mejora en la eficiencia energética.

Otro aspecto crucial mencionado en el informe es la reducción de las inequidades sociales. Las comunidades más pobres y marginadas son las más afectadas por el cambio climático, debido a su limitada capacidad para adaptarse a las condiciones extremas. La implementación de políticas que aborden estas desigualdades es fundamental para asegurar que los esfuerzos de mitigación y adaptación beneficien a todos los sectores de la sociedad por igual.

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