La NASA ha iniciado un nuevo capítulo en su programa Artemis con la selección de tres compañías que competirán para desarrollar el próximo vehículo lunar. Las empresas seleccionadas, Intuitive Machines, Lunar Outpost y Venturi Astrolab, han sido elegidas para llevar a cabo la creación de un rover que permitirá a los astronautas explorar más allá de las capacidades humanas actuales en la superficie lunar. Estas empresas no solo diseñarán el vehículo, sino que también participarán en una demostración crucial antes de la misión Artemis V, prevista para 2030.
El contrato para el desarrollo de este vehículo, conocido como el Vehículo Terrestre Lunar (LTV, por sus siglas en inglés), podría alcanzar un valor de hasta 4.6 mil millones de dólares, lo que subraya la importancia y magnitud del proyecto. Este vehículo contará con tecnologías avanzadas que permitirán la exploración autónoma y remota, similar a las misiones de los rovers en Marte, facilitando así continuas investigaciones científicas incluso cuando no haya astronautas en la Luna.
La NASA está tomando un enfoque innovador al adquirir el LTV como un servicio, lo que permite una colaboración más estrecha con el sector privado y reduce costos, al mismo tiempo que estimula la economía espacial más amplia. Las capacidades que se esperan del LTV incluyen la gestión autónoma y remota, lo que es crucial para misiones prolongadas y posiblemente para futuras expediciones en Marte.