El año 2023 ha sido testigo de un cambio significativo en la lucha contra la deforestación en la Amazonía brasileña. Según datos de la agencia espacial nacional Inpe, la región experimentó una reducción de casi el 50% en la tasa de deforestación en comparación con el año anterior. Esta disminución ha llevado a que la deforestación alcance su nivel más bajo en cinco años, un logro notable en los esfuerzos por preservar el pulmón verde del planeta.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el cargo hace un año, ha jugado un papel crucial en este logro. Su administración se ha comprometido firmemente a combatir la deforestación, prometiendo erradicarla por completo para 2030. Este compromiso se vio reflejado en su discurso en la cumbre climática COP27 en 2022, donde prometió restaurar la selva amazónica y perseguir a los criminales climáticos.
A pesar de la reducción, el área deforestada en 2023 sigue siendo alarmantemente grande, superando seis veces el tamaño de la ciudad de Nueva York. Esto subraya la magnitud del desafío que aún enfrenta Brasil en su lucha contra la deforestación. La Amazonía, conocida como los pulmones del planeta, juega un papel crucial en el ciclo del oxígeno y el dióxido de carbono, siendo esencial para la lucha global contra el cambio climático.
El Ministerio de Medio Ambiente de Brasil ha expresado que esta disminución es solo el comienzo de su camino hacia el objetivo de deforestación cero. La creciente vigilancia y los esfuerzos de inspección por parte de Ibama, la agencia de protección ambiental de Brasil, han sido fundamentales para lograr esta reducción. La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, ha destacado que la disminución en la tasa de deforestación es un reflejo del trabajo continuo de Ibama en la selva.