La reconstrucción facial de Shanidar Z, una mujer neandertal que vivió hace aproximadamente 75,000 años, ha sido posible gracias al meticuloso trabajo de un equipo de arqueólogos y paleoartistas dirigidos por la Universidad de Cambridge. Este descubrimiento fue realizado en la cueva de Shanidar, ubicada en Kurdistán Iraquí, un sitio conocido por albergar los restos de varios neandertales.
Los investigadores se enfrentaron al desafío de reconstruir un cráneo aplastado, preservado apenas a dos centímetros de grosor, encontrando más de 200 fragmentos de hueso que tuvieron que ser cuidadosamente ensamblados. Este proceso no solo requirió habilidad técnica sino también un profundo respeto por la carga histórica del espécimen.
El trabajo reveló que Shanidar Z pudo haber muerto en sus cuarenta años, una edad considerada avanzada para los estándares neandertales. Los análisis de su dentadura desgastada y su estatura pequeña, alrededor de cinco pies, proporcionaron claves vitales sobre su sexo y su edad. Estos detalles no solo humanizan a este individuo sino que ofrecen una visión íntima de la vida y la muerte en el mundo neandertal.
El rostro reconstruido de Shanidar Z presenta rasgos distintivos de los neandertales, como cejas pronunciadas y una falta de barbilla, pero los paleoartistas han logrado transmitir una expresión que podría ser menos ajena de lo que imaginamos. Este trabajo no solo proporciona un rostro a nuestra ancestral compañera sino que también invita a reflexionar sobre la vida y la cultura de los neandertales, que ahora sabemos que era mucho más sofisticada de lo que se creía anteriormente.