Ciencia

Revolución en la Longevidad: Estudio Revela Cómo una Neurona Puede Extender la Vida en Ratones

Un estudio reciente revela que la activación de una célula cerebral específica en ratones puede extender su esperanza de vida hasta 70 días, ofreciendo nuevas perspectivas sobre el envejecimiento y la longevidad.

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Revolución en la Longevidad: Estudio Revela Cómo una Neurona Puede Extender la Vida en Ratones

Un estudio reciente revela que la activación de una célula cerebral específica en ratones puede extender su esperanza de vida hasta 70 días, ofreciendo nuevas perspectivas sobre el envejecimiento y la longevidad.

"Demostramos una forma de retrasar el envejecimiento y extender la vida saludable en ratones manipulando una parte importante del cerebro"

- Shin-ichiro Imai, biólogo del desarrollo de la Universidad de Washington.

12/1/2024

El envejecimiento, aunque aporta sabiduría y experiencia, conlleva una descomposición biológica gradual que rara vez es agradable. Un estudio innovador en ratones sugiere que este proceso podría no ser inevitable. Investigadores de la Universidad de Washington han descubierto que la activación de una célula cerebral específica, conocida como DMHPpp1r17, ubicada en el hipotálamo, puede prolongar significativamente la vida de estos animales. El hipotálamo es un centro neurálgico que conecta el sistema nervioso con el sistema hormonal del cuerpo.

Este descubrimiento se basa en la comprensión de que nuestro cerebro controla numerosas funciones corporales a través de impulsos nerviosos, que gestionan redes de comunicación basadas en el flujo de hormonas. Con la edad, la infraestructura que lleva estas señales de comunicación y su entorno se deterioran, causando fallos crecientes. Esto resulta en que nuestros órganos y tejidos comiencen a carecer de las señales necesarias para mantenerse.

Los investigadores permitieron que un grupo de ratones envejeciera naturalmente, mientras que en otro grupo activaron las neuronas DMHPpp1r17 para que permanecieran activas. Sorprendentemente, los ratones tratados vivieron de 60 a 70 días más que los ratones de control, que murieron dentro del típico lapso de vida de un ratón de laboratorio de unos 1,000 días. Además, los ratones tratados mostraron signos de mejor salud durante su vejez, como pelajes más gruesos y brillantes y mayor actividad física.

Algo Curioso
El concepto de manipular una célula cerebral para extender la vida puede parecer sacado de una novela de ciencia ficción, pero este estudio demuestra que es una posibilidad científica real, abriendo un nuevo campo emocionante en la investigación del envejecimiento.

Descubrimiento Clave: La Conexión Cerebro-Grasa en el Envejecimiento

El estudio se centró en las señales químicas que forman parte de la vía de comunicación entre el cerebro y los tejidos grasos, específicamente la grasa blanca adiposa, previamente asociada con el envejecimiento en ratones. Al investigar los pasos críticos iniciales en esta red de comunicación, los científicos descubrieron que cuando las neuronas DMHPpp1r17 están activas, pueden desencadenar la respuesta de lucha o huida de nuestro cuerpo, utilizando la molécula Ppp1r17. Esto promueve el uso de nuestras reservas de grasa blanca adiposa, que liberan una proteína llamada eNAMPT, regulando a su vez las neuronas del hipotálamo y completando el circuito.

Con la edad, los ratones normales comenzaron a producir menos Ppp1r17, activando menos reservas de grasa. Con menos actividad, los nervios a través de nuestros tejidos adiposos comienzan a degradarse, lo que significa aún menos producción de eNAMPT, desactivando aún más neuronas del hipotálamo y creando un sistema autoperpetuante de deterioro.

Este descubrimiento no solo arroja luz sobre el proceso de envejecimiento, sino que también sugiere que la manipulación de esta vía específica en el cerebro podría ser una estrategia viable para prolongar la vida saludable, no solo en ratones, sino potencialmente en humanos.

El estudio no solo demuestra un método para prolongar la vida en ratones, sino que también arroja luz sobre los mecanismos moleculares y celulares involucrados en el proceso de envejecimiento. Los investigadores descubrieron que la activación de las neuronas DMHPpp1r17 en el hipotálamo tiene un efecto directo en la función del tejido adiposo blanco, incluyendo la secreción de la proteína eNAMPT. Esta proteína juega un papel crucial en la regulación del metabolismo y la longevidad, sugiriendo un vínculo intrincado entre el cerebro y el metabolismo energético del cuerpo.

Potencial Humano: Aplicaciones Futuras en Longevidad y Salud

Además, el estudio revela cómo la disminución en la actividad de estas neuronas específicas contribuye al deterioro asociado con la edad. Con menos actividad neuronal, hay una reducción en la función del tejido adiposo, lo que lleva a una disminución en la producción de eNAMPT. Este descenso en eNAMPT, a su vez, afecta negativamente la función neuronal, creando un ciclo de deterioro que contribuye al envejecimiento.

Otro hallazgo clave es la implicación de la molécula Ppp1r17, que se encuentra en estas neuronas y se ha demostrado que es crucial para su función. La investigación sugiere que manipular la actividad de Ppp1r17 podría ser una estrategia efectiva para combatir el envejecimiento y mejorar la salud en la vejez. Este enfoque podría ofrecer nuevas vías para el desarrollo de tratamientos contra enfermedades relacionadas con la edad y el deterioro cognitivo.

Finalmente, el estudio subraya la importancia de la comunicación entre diferentes sistemas del cuerpo en el proceso de envejecimiento. La interacción entre el cerebro y el tejido adiposo blanco es un ejemplo de cómo los sistemas complejos del cuerpo trabajan juntos para regular la salud y la longevidad. Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para investigaciones futuras que podrían llevar a intervenciones terapéuticas más efectivas para prolongar la vida saludable.

Fuentes

ScienceAlert | ScienceDirect

"Demostramos una forma de retrasar el envejecimiento y extender la vida saludable en ratones manipulando una parte importante del cerebro"

- Shin-ichiro Imai, biólogo del desarrollo de la Universidad de Washington.

Jan 12, 2024
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El envejecimiento, aunque aporta sabiduría y experiencia, conlleva una descomposición biológica gradual que rara vez es agradable. Un estudio innovador en ratones sugiere que este proceso podría no ser inevitable. Investigadores de la Universidad de Washington han descubierto que la activación de una célula cerebral específica, conocida como DMHPpp1r17, ubicada en el hipotálamo, puede prolongar significativamente la vida de estos animales. El hipotálamo es un centro neurálgico que conecta el sistema nervioso con el sistema hormonal del cuerpo.

Este descubrimiento se basa en la comprensión de que nuestro cerebro controla numerosas funciones corporales a través de impulsos nerviosos, que gestionan redes de comunicación basadas en el flujo de hormonas. Con la edad, la infraestructura que lleva estas señales de comunicación y su entorno se deterioran, causando fallos crecientes. Esto resulta en que nuestros órganos y tejidos comiencen a carecer de las señales necesarias para mantenerse.

Los investigadores permitieron que un grupo de ratones envejeciera naturalmente, mientras que en otro grupo activaron las neuronas DMHPpp1r17 para que permanecieran activas. Sorprendentemente, los ratones tratados vivieron de 60 a 70 días más que los ratones de control, que murieron dentro del típico lapso de vida de un ratón de laboratorio de unos 1,000 días. Además, los ratones tratados mostraron signos de mejor salud durante su vejez, como pelajes más gruesos y brillantes y mayor actividad física.

El envejecimiento, aunque aporta sabiduría y experiencia, conlleva una descomposición biológica gradual que rara vez es agradable. Un estudio innovador en ratones sugiere que este proceso podría no ser inevitable. Investigadores de la Universidad de Washington han descubierto que la activación de una célula cerebral específica, conocida como DMHPpp1r17, ubicada en el hipotálamo, puede prolongar significativamente la vida de estos animales. El hipotálamo es un centro neurálgico que conecta el sistema nervioso con el sistema hormonal del cuerpo.

Este descubrimiento se basa en la comprensión de que nuestro cerebro controla numerosas funciones corporales a través de impulsos nerviosos, que gestionan redes de comunicación basadas en el flujo de hormonas. Con la edad, la infraestructura que lleva estas señales de comunicación y su entorno se deterioran, causando fallos crecientes. Esto resulta en que nuestros órganos y tejidos comiencen a carecer de las señales necesarias para mantenerse.

Los investigadores permitieron que un grupo de ratones envejeciera naturalmente, mientras que en otro grupo activaron las neuronas DMHPpp1r17 para que permanecieran activas. Sorprendentemente, los ratones tratados vivieron de 60 a 70 días más que los ratones de control, que murieron dentro del típico lapso de vida de un ratón de laboratorio de unos 1,000 días. Además, los ratones tratados mostraron signos de mejor salud durante su vejez, como pelajes más gruesos y brillantes y mayor actividad física.

Algo Curioso
El concepto de manipular una célula cerebral para extender la vida puede parecer sacado de una novela de ciencia ficción, pero este estudio demuestra que es una posibilidad científica real, abriendo un nuevo campo emocionante en la investigación del envejecimiento.

Descubrimiento Clave: La Conexión Cerebro-Grasa en el Envejecimiento

El estudio se centró en las señales químicas que forman parte de la vía de comunicación entre el cerebro y los tejidos grasos, específicamente la grasa blanca adiposa, previamente asociada con el envejecimiento en ratones. Al investigar los pasos críticos iniciales en esta red de comunicación, los científicos descubrieron que cuando las neuronas DMHPpp1r17 están activas, pueden desencadenar la respuesta de lucha o huida de nuestro cuerpo, utilizando la molécula Ppp1r17. Esto promueve el uso de nuestras reservas de grasa blanca adiposa, que liberan una proteína llamada eNAMPT, regulando a su vez las neuronas del hipotálamo y completando el circuito.

Con la edad, los ratones normales comenzaron a producir menos Ppp1r17, activando menos reservas de grasa. Con menos actividad, los nervios a través de nuestros tejidos adiposos comienzan a degradarse, lo que significa aún menos producción de eNAMPT, desactivando aún más neuronas del hipotálamo y creando un sistema autoperpetuante de deterioro.

Este descubrimiento no solo arroja luz sobre el proceso de envejecimiento, sino que también sugiere que la manipulación de esta vía específica en el cerebro podría ser una estrategia viable para prolongar la vida saludable, no solo en ratones, sino potencialmente en humanos.

El estudio no solo demuestra un método para prolongar la vida en ratones, sino que también arroja luz sobre los mecanismos moleculares y celulares involucrados en el proceso de envejecimiento. Los investigadores descubrieron que la activación de las neuronas DMHPpp1r17 en el hipotálamo tiene un efecto directo en la función del tejido adiposo blanco, incluyendo la secreción de la proteína eNAMPT. Esta proteína juega un papel crucial en la regulación del metabolismo y la longevidad, sugiriendo un vínculo intrincado entre el cerebro y el metabolismo energético del cuerpo.

Potencial Humano: Aplicaciones Futuras en Longevidad y Salud

Además, el estudio revela cómo la disminución en la actividad de estas neuronas específicas contribuye al deterioro asociado con la edad. Con menos actividad neuronal, hay una reducción en la función del tejido adiposo, lo que lleva a una disminución en la producción de eNAMPT. Este descenso en eNAMPT, a su vez, afecta negativamente la función neuronal, creando un ciclo de deterioro que contribuye al envejecimiento.

Otro hallazgo clave es la implicación de la molécula Ppp1r17, que se encuentra en estas neuronas y se ha demostrado que es crucial para su función. La investigación sugiere que manipular la actividad de Ppp1r17 podría ser una estrategia efectiva para combatir el envejecimiento y mejorar la salud en la vejez. Este enfoque podría ofrecer nuevas vías para el desarrollo de tratamientos contra enfermedades relacionadas con la edad y el deterioro cognitivo.

Finalmente, el estudio subraya la importancia de la comunicación entre diferentes sistemas del cuerpo en el proceso de envejecimiento. La interacción entre el cerebro y el tejido adiposo blanco es un ejemplo de cómo los sistemas complejos del cuerpo trabajan juntos para regular la salud y la longevidad. Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para investigaciones futuras que podrían llevar a intervenciones terapéuticas más efectivas para prolongar la vida saludable.

Fuentes

ScienceAlert | ScienceDirect

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