Ciencia

Sequía Devastadora en el Amazonas: Un Claro Efecto del Cambio Climático

Una reciente investigación revela que el cambio climático ha sido el principal impulsor de la sequía sin precedentes en la Amazonía, exacerbando las condiciones extremas y poniendo en riesgo la biodiversidad y las comunidades de la región.

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Sequía Devastadora en el Amazonas: Un Claro Efecto del Cambio Climático

Una reciente investigación revela que el cambio climático ha sido el principal impulsor de la sequía sin precedentes en la Amazonía, exacerbando las condiciones extremas y poniendo en riesgo la biodiversidad y las comunidades de la región.

"La Amazonía podría hacer o deshacer nuestra lucha contra el cambio climático"

- Regina Rodrigues, profesora de la Universidad Federal de Santa Catarina en Brasil.

25/1/2024

En 2023, la Amazonía experimentó una de las peores sequías registradas, un evento que los científicos ahora atribuyen en gran medida al cambio climático. Según un estudio realizado por el grupo World Weather Attribution, el calentamiento global, impulsado por la quema de combustibles fósiles, ha hecho que esta sequía sea 30 veces más probable. La sequía alcanzó el nivel "excepcional", el más alto en la escala científica, y afectó a millones de personas en la región, provocando escasez de agua potable, fallas en las cosechas y cortes de energía, ya que las plantas hidroeléctricas se secaron.

El estudio también reveló que, además de reducir las precipitaciones, el cambio climático ha aumentado las temperaturas, lo que a su vez ha intensificado la evaporación del agua de los suelos y las plantas, exacerbando la sequía. Aunque el fenómeno natural de El Niño, asociado con condiciones más secas, jugó un papel en la reducción de las lluvias, las altas temperaturas impulsadas por el cambio climático fueron el principal motor de la sequía.

La sequía no solo ha tenido un impacto devastador en las comunidades humanas, sino también en la biodiversidad de la región. Los ríos alcanzaron sus niveles más bajos en más de un siglo, lo que llevó a la muerte masiva de vida fluvial, incluyendo más de 150 delfines rosados en peligro de extinción en una sola semana. Además, los incendios forestales agravados por la sequía han empeorado la calidad del aire en las principales ciudades de Brasil y han emitido grandes cantidades de gases de efecto invernadero.

Algo Curioso
A pesar de ser conocida como el "pulmón del planeta", la Amazonía no produce una cantidad significativa de oxígeno para la atmósfera global. Sin embargo, su verdadera importancia radica en su capacidad para almacenar carbono, lo que la convierte en un componente esencial en la lucha contra el cambio climático.

El Impacto del Cambio Climático en la Resiliencia del Amazonas

La gravedad de la sequía en la Amazonía ha llevado a los científicos a advertir sobre la cercanía de un punto de inflexión crítico. Si se supera, podría transformar la selva tropical en un ecosistema mucho más seco, similar a una sabana. Este cambio tendría consecuencias catastróficas no solo para la región sino para el clima global, ya que la Amazonía juega un papel crucial en la absorción de dióxido de carbono y en la regulación del clima de la Tierra. La deforestación, impulsada principalmente por la producción de carne y soja, ha exacerbado la situación, ya que la eliminación de la vegetación reduce la capacidad del suelo para retener agua, agravando aún más la sequía.

Datos recientes indican que más del 75% de la selva amazónica intacta ha perdido estabilidad desde principios de la década de 2000, lo que significa que tarda más en recuperarse después de sequías e incendios. La persistencia de estas condiciones extremas amenaza con desencadenar una reacción en cadena que podría llevar a la liberación masiva de CO2, acelerando el calentamiento global y alterando irreversiblemente uno de los ecosistemas más ricos y diversos del planeta.

El impacto de la sequía se ha sentido profundamente en las comunidades locales. Los residentes han tenido que realizar largos viajes para acceder a alimentos, medicinas y otros bienes esenciales, arrastrando botes sobre secciones secas del río Amazonas. En Manaus, la ciudad más grande de la región, más de dos millones de habitantes sufrieron durante meses la inhalación de humo de incendios forestales, lo que pone de manifiesto la urgencia de acciones gubernamentales orientadas a apoyar a las comunidades para prepararse y adaptarse a las sequías intensificadas por el cambio climático.

La situación actual en la Amazonía es un claro recordatorio de la interconexión entre los ecosistemas locales y el clima global. Los científicos enfatizan la necesidad de una acción urgente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar la deforestación. El estudio subraya que, si bien la sequía hubiera ocurrido de todas formas debido a fenómenos naturales como El Niño, la influencia del cambio climático ha llevado la situación a un nivel "excepcional". Este tipo de sequía extrema, que antes se esperaba aproximadamente una vez cada 50 años, ahora podría ocurrir con mayor frecuencia, potencialmente cada 13 años si la temperatura global alcanza un aumento de 2°C.

Desafíos y Respuestas Frente a la Sequía en la Amazonía

La investigación también destaca la importancia de medidas de adaptación y mitigación a nivel local y regional. Esto incluye la restauración de bosques, la implementación de prácticas agrícolas sostenibles y el apoyo a las comunidades para adaptarse a un clima cambiante. A pesar de los desafíos, hay signos de progreso: la tasa de deforestación en la Amazonía disminuyó en 2023 en comparación con el año anterior, y países como Brasil y Colombia han tomado medidas para reducir la deforestación.

Finalmente, el estudio resalta la urgencia de proteger lo que queda de la Amazonía. La pérdida de este ecosistema vital no es inevitable a corto plazo, siempre y cuando se controle el fuego y la deforestación. Sin embargo, estabilizar el clima global sigue siendo crucial, ya que el riesgo aumenta con cada fracción de grado que el planeta se calienta.

Fuentes

The Guardian | BBC News | Yahoo News | Al Jazeera | Axios

"La Amazonía podría hacer o deshacer nuestra lucha contra el cambio climático"

- Regina Rodrigues, profesora de la Universidad Federal de Santa Catarina en Brasil.

Jan 25, 2024
Colglobal News

En 2023, la Amazonía experimentó una de las peores sequías registradas, un evento que los científicos ahora atribuyen en gran medida al cambio climático. Según un estudio realizado por el grupo World Weather Attribution, el calentamiento global, impulsado por la quema de combustibles fósiles, ha hecho que esta sequía sea 30 veces más probable. La sequía alcanzó el nivel "excepcional", el más alto en la escala científica, y afectó a millones de personas en la región, provocando escasez de agua potable, fallas en las cosechas y cortes de energía, ya que las plantas hidroeléctricas se secaron.

El estudio también reveló que, además de reducir las precipitaciones, el cambio climático ha aumentado las temperaturas, lo que a su vez ha intensificado la evaporación del agua de los suelos y las plantas, exacerbando la sequía. Aunque el fenómeno natural de El Niño, asociado con condiciones más secas, jugó un papel en la reducción de las lluvias, las altas temperaturas impulsadas por el cambio climático fueron el principal motor de la sequía.

La sequía no solo ha tenido un impacto devastador en las comunidades humanas, sino también en la biodiversidad de la región. Los ríos alcanzaron sus niveles más bajos en más de un siglo, lo que llevó a la muerte masiva de vida fluvial, incluyendo más de 150 delfines rosados en peligro de extinción en una sola semana. Además, los incendios forestales agravados por la sequía han empeorado la calidad del aire en las principales ciudades de Brasil y han emitido grandes cantidades de gases de efecto invernadero.

En 2023, la Amazonía experimentó una de las peores sequías registradas, un evento que los científicos ahora atribuyen en gran medida al cambio climático. Según un estudio realizado por el grupo World Weather Attribution, el calentamiento global, impulsado por la quema de combustibles fósiles, ha hecho que esta sequía sea 30 veces más probable. La sequía alcanzó el nivel "excepcional", el más alto en la escala científica, y afectó a millones de personas en la región, provocando escasez de agua potable, fallas en las cosechas y cortes de energía, ya que las plantas hidroeléctricas se secaron.

El estudio también reveló que, además de reducir las precipitaciones, el cambio climático ha aumentado las temperaturas, lo que a su vez ha intensificado la evaporación del agua de los suelos y las plantas, exacerbando la sequía. Aunque el fenómeno natural de El Niño, asociado con condiciones más secas, jugó un papel en la reducción de las lluvias, las altas temperaturas impulsadas por el cambio climático fueron el principal motor de la sequía.

La sequía no solo ha tenido un impacto devastador en las comunidades humanas, sino también en la biodiversidad de la región. Los ríos alcanzaron sus niveles más bajos en más de un siglo, lo que llevó a la muerte masiva de vida fluvial, incluyendo más de 150 delfines rosados en peligro de extinción en una sola semana. Además, los incendios forestales agravados por la sequía han empeorado la calidad del aire en las principales ciudades de Brasil y han emitido grandes cantidades de gases de efecto invernadero.

Algo Curioso
A pesar de ser conocida como el "pulmón del planeta", la Amazonía no produce una cantidad significativa de oxígeno para la atmósfera global. Sin embargo, su verdadera importancia radica en su capacidad para almacenar carbono, lo que la convierte en un componente esencial en la lucha contra el cambio climático.

El Impacto del Cambio Climático en la Resiliencia del Amazonas

La gravedad de la sequía en la Amazonía ha llevado a los científicos a advertir sobre la cercanía de un punto de inflexión crítico. Si se supera, podría transformar la selva tropical en un ecosistema mucho más seco, similar a una sabana. Este cambio tendría consecuencias catastróficas no solo para la región sino para el clima global, ya que la Amazonía juega un papel crucial en la absorción de dióxido de carbono y en la regulación del clima de la Tierra. La deforestación, impulsada principalmente por la producción de carne y soja, ha exacerbado la situación, ya que la eliminación de la vegetación reduce la capacidad del suelo para retener agua, agravando aún más la sequía.

Datos recientes indican que más del 75% de la selva amazónica intacta ha perdido estabilidad desde principios de la década de 2000, lo que significa que tarda más en recuperarse después de sequías e incendios. La persistencia de estas condiciones extremas amenaza con desencadenar una reacción en cadena que podría llevar a la liberación masiva de CO2, acelerando el calentamiento global y alterando irreversiblemente uno de los ecosistemas más ricos y diversos del planeta.

El impacto de la sequía se ha sentido profundamente en las comunidades locales. Los residentes han tenido que realizar largos viajes para acceder a alimentos, medicinas y otros bienes esenciales, arrastrando botes sobre secciones secas del río Amazonas. En Manaus, la ciudad más grande de la región, más de dos millones de habitantes sufrieron durante meses la inhalación de humo de incendios forestales, lo que pone de manifiesto la urgencia de acciones gubernamentales orientadas a apoyar a las comunidades para prepararse y adaptarse a las sequías intensificadas por el cambio climático.

La situación actual en la Amazonía es un claro recordatorio de la interconexión entre los ecosistemas locales y el clima global. Los científicos enfatizan la necesidad de una acción urgente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar la deforestación. El estudio subraya que, si bien la sequía hubiera ocurrido de todas formas debido a fenómenos naturales como El Niño, la influencia del cambio climático ha llevado la situación a un nivel "excepcional". Este tipo de sequía extrema, que antes se esperaba aproximadamente una vez cada 50 años, ahora podría ocurrir con mayor frecuencia, potencialmente cada 13 años si la temperatura global alcanza un aumento de 2°C.

Desafíos y Respuestas Frente a la Sequía en la Amazonía

La investigación también destaca la importancia de medidas de adaptación y mitigación a nivel local y regional. Esto incluye la restauración de bosques, la implementación de prácticas agrícolas sostenibles y el apoyo a las comunidades para adaptarse a un clima cambiante. A pesar de los desafíos, hay signos de progreso: la tasa de deforestación en la Amazonía disminuyó en 2023 en comparación con el año anterior, y países como Brasil y Colombia han tomado medidas para reducir la deforestación.

Finalmente, el estudio resalta la urgencia de proteger lo que queda de la Amazonía. La pérdida de este ecosistema vital no es inevitable a corto plazo, siempre y cuando se controle el fuego y la deforestación. Sin embargo, estabilizar el clima global sigue siendo crucial, ya que el riesgo aumenta con cada fracción de grado que el planeta se calienta.

Fuentes

The Guardian | BBC News | Yahoo News | Al Jazeera | Axios

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