TAE Technologies ha presentado un nuevo hito en el desarrollo de energía de fusión nuclear con la introducción de su reactor basado en la Configuración de Campo Invertido (FRC), un enfoque que permite construir instalaciones significativamente más pequeñas y menos costosas que los tradicionales reactores tokamak, cuyo referente de mayor peso alcanza las 23,000 toneladas.

El diseño FRC emplea un campo magnético lineal, eliminando la necesidad de grandes bobinas magnéticas y complejos sistemas auxiliares. Esto posibilita que el propio plasma genere su campo de contención, contribuyendo a un diseño más simple y rentable. Según los datos proporcionados, un reactor FRC tiene la capacidad de generar hasta 100 veces más energía que un tokamak manteniendo el mismo volumen y la misma fuerza de campo magnético.

El último avance de TAE, materializado en el reactor denominado Norm, consiguió una reducción del 50% en tamaño y complejidad frente a su predecesor Norman. Esta mejora es resultado de la implementación de un sistema optimizado de inyección de haz neutro (NBI) y la eliminación de los tubos de cuarzo largos que anteriormente se usaban para crear el plasma, permitiendo que la generación, calentamiento y estabilización del plasma se realicen directamente en el centro del dispositivo.

El reactor Norm emplea tecnología avanzada de aceleradores de partículas y controles en tiempo real que regulan activamente la estabilidad del plasma, obteniendo plasmas relevantes para fusión y de operación en régimen estacionario. Sobre el proceso experimental, los resultados publicados en Nature Communications detallan que se logró invertir el campo magnético en aproximadamente 10 milisegundos mediante la combinación de haces neutros y un plasma semilla. Durante las operaciones, se inyectaron ocho haces neutros de 15 keV con una potencia de hasta 13 MW, alcanzando una corriente total de plasma de aproximadamente 350 kA y una energía total de plasma de 9 kJ.
Los datos obtenidos del reactor Norm serán empleados para el desarrollo del próximo prototipo denominado Copernicus, cuyo objetivo será demostrar la viabilidad de generación de energía neta de fusión antes de finalizar la década.
Estos avances abren la posibilidad de implementar plantas de energía de fusión con menores costos y mayor facilidad constructiva que sus antecesoras y posicionan a la configuración FRC como una alternativa eficiente y económicamente atractiva para la obtención de energía limpia y sostenible a escala comercial.