El equipo de astrónomos, analizando 13 años de datos del Telescopio Espacial Fermi de NASA, se topó con una característica de rayos gamma que no solo era inesperada, sino que también permanece sin explicación. Este descubrimiento fue presentado en la 243ª reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Nueva Orleans y ha generado gran interés en la comunidad científica.
El hallazgo se produjo mientras los investigadores buscaban una característica de rayos gamma relacionada con el fondo cósmico de microondas (CMB), la luz más antigua del universo. En lugar de eso, encontraron una señal de rayos gamma en una dirección diferente y con una magnitud casi idéntica a otra característica no explicada, producida por algunas de las partículas cósmicas más energéticas jamás detectadas.
El estudio, publicado en The Astrophysical Journal Letters, destaca que la señal de rayos gamma se encuentra en una dirección similar y con una magnitud casi idéntica a la de otra característica no explicada, relacionada con los rayos cósmicos de ultra alta energía (UHECR). Estos rayos cósmicos son partículas cargadas aceleradas, principalmente protones y núcleos atómicos, que llevan más de mil millones de veces la energía de los rayos gamma de 3 GeV.
El equipo de investigación, liderado por Alexander Kashlinsky, sugiere que es probable que ambos fenómenos estén vinculados, indicando que fuentes aún no identificadas podrían estar produciendo tanto los rayos gamma como las partículas de ultra alta energía. Para resolver este enigma cósmico, los astrónomos deben localizar estas misteriosas fuentes o proponer explicaciones alternativas para ambas características.