Ciencia

Trump desmantela pilares del sistema científico que hizo grande a Estados Unidos

La gestión de Donald Trump ha implementado medidas que impactan gravemente el desarrollo de la ciencia en Estados Unidos. Recortes presupuestales millonarios, despidos masivos y restricciones ideológicas han afectado investigaciones clave, el funcionamiento de agencias científicas y el posicionamiento global del país en términos de innovación y salud pública.

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Trump desmantela pilares del sistema científico que hizo grande a Estados Unidos

La gestión de Donald Trump ha implementado medidas que impactan gravemente el desarrollo de la ciencia en Estados Unidos. Recortes presupuestales millonarios, despidos masivos y restricciones ideológicas han afectado investigaciones clave, el funcionamiento de agencias científicas y el posicionamiento global del país en términos de innovación y salud pública.

“Estos recortes son un golpe directo a la ciencia estadounidense”

– Calificó la revista Science en respuesta a las medidas.

9/4/2025

Las políticas implementadas durante la administración de Donald Trump han generado cambios significativos en el ámbito científico estadounidense, con posibles repercusiones a nivel global. Una de las principales medidas que destacan son los recortes presupuestales que afectan tanto a agencias gubernamentales como al sector académico, lo cual podría transformar no solo el panorama de la ciencia, sino también las condiciones de salud y tecnología en el país.

Entre los ajustes más severos se encuentran los previstos en el Departamento de Salud, donde se proyecta la eliminación de 10,000 empleos, lo que representa el 25% de la fuerza laboral de este departamento. Esto incluye instituciones clave como el Centro de Control de Enfermedades (CDC), la Agencia de Medicamentos (FDA) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Los recortes también afectan a la NASA, aunque no se ha especificado la cantidad exacta de puestos eliminados. Uno de los casos más sonados es el de Katherine Calvin, jefa científica y climatóloga, cuyo puesto fue eliminado. Esta situación podría poner en riesgo el objetivo de enviar a la Luna a la primera mujer y a la primera persona no blanca en 2027.

El alcance de las medidas trasciende las fronteras nacionales. Según los expertos, la disminución en la financiación de la investigación podría derivar en cientos de miles de muertes prematuras y millones de nuevos casos de enfermedades como el sida, la polio y la malaria. Asimismo, se prevé un freno en el desarrollo de tratamientos innovadores para enfermedades graves como el cáncer y el Alzheimer.

La administración también ha interpuesto restricciones ideológicas, como la decisión de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de prohibir que sus científicos participen en informes internacionales sobre cambio climático. Además, se han cancelado subvenciones para proyectos relacionados con este fenómeno global. Por otro lado, la Casa Blanca ha cuestionado las políticas de diversidad, equidad e inclusión, lo que podría complicar el reclutamiento de astronautas y afectar de manera directa a proyectos de exploración espacial de la NASA.

Un tema que ha generado controversia es el apoyo a teorías pseudocientíficas. Robert Kennedy Jr., al frente del Departamento de Salud, ha promovido estudios sobre una hipótesis que relaciona las vacunas con el autismo, un argumento científicamente desmentido desde hace años. Esto pone en tela de juicio el compromiso con la rigurosidad científica en temas fundamentales para la salud pública.

Las universidades, otro pilar de la investigación científica, también han recibido el impacto de estas políticas. Instituciones prestigiosas podrían perder financiamientos federales en el rango de cientos o miles de millones de dólares, lo que ha llevado a algunas a congelar la admisión de estudiantes. Asimismo, los aranceles impuestos a las importaciones incrementarán los costos de materiales necesarios para investigaciones científicas, estimándose un aumento de al menos el 20%.

Como parte de estas medidas, también se ha intentado eliminar información sensible de portales gubernamentales. Miles de páginas sobre vacunas, adicciones y cambio climático fueron removidas, aunque algunas han sido restauradas tras órdenes judiciales.

La comunidad científica ha respondido con preocupación y firmeza. Una encuesta revela que 75% de los científicos están considerando abandonar Estados Unidos debido a las políticas restrictivas. Además, alrededor de 2,000 científicos han denunciado públicamente los efectos negativos de estas decisiones, advirtiendo que el daño al liderazgo científico del país podría tardar décadas en repararse.

En cuanto a la comunidad internacional, las repercusiones de estas medidas implican tanto el retroceso en investigación médica global como el debilitamiento de la cooperación internacional en áreas clave como el cambio climático y la salud pública.

La situación pone en evidencia las tensiones entre las decisiones políticas y las necesidades de la comunidad científica, subrayando los riesgos de un posible estancamiento en el avance del conocimiento y su aplicación en beneficio de la humanidad.

La tentativa de eliminar miles de páginas de información científica sobre cambio climático, vacunas y adicciones llamó la atención del sistema judicial estadounidense, que ordenó la restauración de parte del contenido eliminado, algo inusual en iniciativas similares de otras administraciones.

Algo Curioso

“Estos recortes son un golpe directo a la ciencia estadounidense”

– Calificó la revista Science en respuesta a las medidas.

Apr 9, 2025
Colglobal News

Las políticas implementadas durante la administración de Donald Trump han generado cambios significativos en el ámbito científico estadounidense, con posibles repercusiones a nivel global. Una de las principales medidas que destacan son los recortes presupuestales que afectan tanto a agencias gubernamentales como al sector académico, lo cual podría transformar no solo el panorama de la ciencia, sino también las condiciones de salud y tecnología en el país.

Entre los ajustes más severos se encuentran los previstos en el Departamento de Salud, donde se proyecta la eliminación de 10,000 empleos, lo que representa el 25% de la fuerza laboral de este departamento. Esto incluye instituciones clave como el Centro de Control de Enfermedades (CDC), la Agencia de Medicamentos (FDA) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Los recortes también afectan a la NASA, aunque no se ha especificado la cantidad exacta de puestos eliminados. Uno de los casos más sonados es el de Katherine Calvin, jefa científica y climatóloga, cuyo puesto fue eliminado. Esta situación podría poner en riesgo el objetivo de enviar a la Luna a la primera mujer y a la primera persona no blanca en 2027.

El alcance de las medidas trasciende las fronteras nacionales. Según los expertos, la disminución en la financiación de la investigación podría derivar en cientos de miles de muertes prematuras y millones de nuevos casos de enfermedades como el sida, la polio y la malaria. Asimismo, se prevé un freno en el desarrollo de tratamientos innovadores para enfermedades graves como el cáncer y el Alzheimer.

La administración también ha interpuesto restricciones ideológicas, como la decisión de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de prohibir que sus científicos participen en informes internacionales sobre cambio climático. Además, se han cancelado subvenciones para proyectos relacionados con este fenómeno global. Por otro lado, la Casa Blanca ha cuestionado las políticas de diversidad, equidad e inclusión, lo que podría complicar el reclutamiento de astronautas y afectar de manera directa a proyectos de exploración espacial de la NASA.

Un tema que ha generado controversia es el apoyo a teorías pseudocientíficas. Robert Kennedy Jr., al frente del Departamento de Salud, ha promovido estudios sobre una hipótesis que relaciona las vacunas con el autismo, un argumento científicamente desmentido desde hace años. Esto pone en tela de juicio el compromiso con la rigurosidad científica en temas fundamentales para la salud pública.

Las universidades, otro pilar de la investigación científica, también han recibido el impacto de estas políticas. Instituciones prestigiosas podrían perder financiamientos federales en el rango de cientos o miles de millones de dólares, lo que ha llevado a algunas a congelar la admisión de estudiantes. Asimismo, los aranceles impuestos a las importaciones incrementarán los costos de materiales necesarios para investigaciones científicas, estimándose un aumento de al menos el 20%.

Como parte de estas medidas, también se ha intentado eliminar información sensible de portales gubernamentales. Miles de páginas sobre vacunas, adicciones y cambio climático fueron removidas, aunque algunas han sido restauradas tras órdenes judiciales.

La comunidad científica ha respondido con preocupación y firmeza. Una encuesta revela que 75% de los científicos están considerando abandonar Estados Unidos debido a las políticas restrictivas. Además, alrededor de 2,000 científicos han denunciado públicamente los efectos negativos de estas decisiones, advirtiendo que el daño al liderazgo científico del país podría tardar décadas en repararse.

En cuanto a la comunidad internacional, las repercusiones de estas medidas implican tanto el retroceso en investigación médica global como el debilitamiento de la cooperación internacional en áreas clave como el cambio climático y la salud pública.

La situación pone en evidencia las tensiones entre las decisiones políticas y las necesidades de la comunidad científica, subrayando los riesgos de un posible estancamiento en el avance del conocimiento y su aplicación en beneficio de la humanidad.

La tentativa de eliminar miles de páginas de información científica sobre cambio climático, vacunas y adicciones llamó la atención del sistema judicial estadounidense, que ordenó la restauración de parte del contenido eliminado, algo inusual en iniciativas similares de otras administraciones.

Las políticas implementadas durante la administración de Donald Trump han generado cambios significativos en el ámbito científico estadounidense, con posibles repercusiones a nivel global. Una de las principales medidas que destacan son los recortes presupuestales que afectan tanto a agencias gubernamentales como al sector académico, lo cual podría transformar no solo el panorama de la ciencia, sino también las condiciones de salud y tecnología en el país.

Entre los ajustes más severos se encuentran los previstos en el Departamento de Salud, donde se proyecta la eliminación de 10,000 empleos, lo que representa el 25% de la fuerza laboral de este departamento. Esto incluye instituciones clave como el Centro de Control de Enfermedades (CDC), la Agencia de Medicamentos (FDA) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Los recortes también afectan a la NASA, aunque no se ha especificado la cantidad exacta de puestos eliminados. Uno de los casos más sonados es el de Katherine Calvin, jefa científica y climatóloga, cuyo puesto fue eliminado. Esta situación podría poner en riesgo el objetivo de enviar a la Luna a la primera mujer y a la primera persona no blanca en 2027.

El alcance de las medidas trasciende las fronteras nacionales. Según los expertos, la disminución en la financiación de la investigación podría derivar en cientos de miles de muertes prematuras y millones de nuevos casos de enfermedades como el sida, la polio y la malaria. Asimismo, se prevé un freno en el desarrollo de tratamientos innovadores para enfermedades graves como el cáncer y el Alzheimer.

La administración también ha interpuesto restricciones ideológicas, como la decisión de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de prohibir que sus científicos participen en informes internacionales sobre cambio climático. Además, se han cancelado subvenciones para proyectos relacionados con este fenómeno global. Por otro lado, la Casa Blanca ha cuestionado las políticas de diversidad, equidad e inclusión, lo que podría complicar el reclutamiento de astronautas y afectar de manera directa a proyectos de exploración espacial de la NASA.

Un tema que ha generado controversia es el apoyo a teorías pseudocientíficas. Robert Kennedy Jr., al frente del Departamento de Salud, ha promovido estudios sobre una hipótesis que relaciona las vacunas con el autismo, un argumento científicamente desmentido desde hace años. Esto pone en tela de juicio el compromiso con la rigurosidad científica en temas fundamentales para la salud pública.

Las universidades, otro pilar de la investigación científica, también han recibido el impacto de estas políticas. Instituciones prestigiosas podrían perder financiamientos federales en el rango de cientos o miles de millones de dólares, lo que ha llevado a algunas a congelar la admisión de estudiantes. Asimismo, los aranceles impuestos a las importaciones incrementarán los costos de materiales necesarios para investigaciones científicas, estimándose un aumento de al menos el 20%.

Como parte de estas medidas, también se ha intentado eliminar información sensible de portales gubernamentales. Miles de páginas sobre vacunas, adicciones y cambio climático fueron removidas, aunque algunas han sido restauradas tras órdenes judiciales.

La comunidad científica ha respondido con preocupación y firmeza. Una encuesta revela que 75% de los científicos están considerando abandonar Estados Unidos debido a las políticas restrictivas. Además, alrededor de 2,000 científicos han denunciado públicamente los efectos negativos de estas decisiones, advirtiendo que el daño al liderazgo científico del país podría tardar décadas en repararse.

En cuanto a la comunidad internacional, las repercusiones de estas medidas implican tanto el retroceso en investigación médica global como el debilitamiento de la cooperación internacional en áreas clave como el cambio climático y la salud pública.

La situación pone en evidencia las tensiones entre las decisiones políticas y las necesidades de la comunidad científica, subrayando los riesgos de un posible estancamiento en el avance del conocimiento y su aplicación en beneficio de la humanidad.

La tentativa de eliminar miles de páginas de información científica sobre cambio climático, vacunas y adicciones llamó la atención del sistema judicial estadounidense, que ordenó la restauración de parte del contenido eliminado, algo inusual en iniciativas similares de otras administraciones.

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