El 2023 ha sido testigo de un hito preocupante en la historia del cambio climático. Según James Hansen, ex científico de la NASA, la temperatura global ha alcanzado un promedio de 1.7°C por encima de los niveles preindustriales, impulsada por la quema de combustibles fósiles y amplificada por el fenómeno climático natural de El Niño. Aunque este pico de temperatura no significa por sí solo que se haya roto el compromiso de limitar el calentamiento global a 1.5°C, establecido por los gobiernos mundiales, es un claro indicador de que estamos entrando en una era de calentamiento acelerado.
Hansen advierte que, incluso después de que El Niño disminuya, los años subsiguientes seguirán promediando en el límite de 1.5°C. Este aumento de temperatura está siendo reforzado por efectos secundarios como el derretimiento del hielo del planeta, que oscurece la superficie y absorbe más luz solar. La afirmación de Hansen de que estamos pasando brevemente por un mundo de 1.5°C en 2024 y que superaremos el umbral de 2°C en la década de 2030, a menos que se tomen acciones significativas, resalta la urgencia de la situación.
El año pasado fue el más cálido registrado, según se espera confirmen agencias científicas de EE. UU. y la Unión Europea, con la temperatura global de 2023 acercándose a 1.5°C por encima de la era preindustrial. El Niño, que calienta secciones del Océano Pacífico y normalmente aumenta la temperatura global, se espera que sea aún más fuerte este año.