Investigadores de la Universidad de Cambridge, en colaboración con la Universidad de Oxford y el Instituto Tecnológico de California, han desarrollado una vacuna experimental que muestra una amplia protección contra diversos coronavirus. Esta vacuna, al centrarse en proteínas comunes a muchos coronavirus, ofrece una respuesta inmunitaria extensa y eficaz, incluso contra cepas no especificadas en su diseño inicial.
Los ensayos realizados en ratones han demostrado que la vacuna genera una respuesta inmune robusta y diversa, capaz de combatir el SARS-Cov-1 y otros coronavirus de animales, pese a que sus proteínas específicas no estaban incluidas en las nanopartículas de la vacuna. Este enfoque innovador podría transformar el campo de la vaccinología, pasando de una respuesta reactiva a una proactiva, preparando vacunas antes de que los virus se conviertan en una amenaza global.
El desarrollo de esta vacuna utiliza nanopartículas que presentan proteínas virales, lo que permite una producción flexible y escalable en instalaciones existentes. Los investigadores están trabajando con socios industriales para aumentar la producción y adaptar las vacunas a nuevas cepas virales según sea necesario.
La regulación médica actual no está completamente preparada para esta estrategia de "vaccinología proactiva", por lo que se necesitarán nuevas normativas. Sin embargo, la posibilidad de usar esta vacuna como refuerzo de COVID y para proteger contra otros coronavirus es un avance prometedor que podría almacenarse y utilizarse rápidamente en caso de futuras epidemias.