El panorama en OpenAI, la compañía detrás de desarrollos significativos en inteligencia artificial, como ChatGPT, se ha tornado turbulento tras el despido de su CEO, Sam Altman. Más del 95% de los empleados de la empresa, sumando más de 730 de un total de 770, han amenazado con renunciar si no se cumplen sus demandas. Estas incluyen la dimisión de la actual junta directiva y la reinstalación de Altman en su puesto. El despido de Altman, anunciado el 17 de noviembre de 2023, ha sido percibido como una maniobra controvertida por parte de la junta, generando un estado de inquietud y desacuerdo dentro de la empresa.
La situación se intensificó después de que se confirmara que Altman no regresaría a OpenAI, lo que llevó a los empleados a tomar una postura firme. Este acontecimiento refleja no solo un descontento generalizado con la decisión de la junta, sino también una preocupación subyacente por el rumbo futuro de la empresa y sus proyectos de inteligencia artificial. La crisis interna en OpenAI ha sido tal que ha llevado a los empleados a considerar acciones drásticas para preservar lo que consideran como el ethos y la dirección correcta de la compañía.