El reciente estudio publicado en la revista Nature Energy revela que estas nuevas baterías acuosas, basadas en bromo y yodo, alcanzan una densidad energética de 1200 Wh/L, superando considerablemente los 700 Wh/L de las baterías de litio no acuosas. Esta mejora se presenta como una solución potencial a los problemas de seguridad asociados con las baterías de litio, que son altamente inflamables y representan un riesgo en aplicaciones donde la seguridad es crítica.
Los investigadores destacan que, además de su capacidad energética superior, estas baterías acuosas ofrecen ventajas significativas en términos de seguridad, al no utilizar electrolitos inflamables. Esto las convierte en candidatas ideales para su uso en vehículos eléctricos y almacenamiento de energía estacionaria, donde el riesgo de incendio debe minimizarse.
La composición única de estas baterías permite operaciones más seguras y eficientes. El diseño utiliza un electrolito a base de agua, eliminando la necesidad de sustancias inflamables y aumentando la seguridad operativa, especialmente en comparación con las baterías de litio convencionales que utilizan electrolitos orgánicos.