Tecnología

Centros de Datos y la Crisis Hídrica: El Alto Consumo de Agua en la Era Digital

Los centros de datos de gigantes tecnológicos como Google y Meta enfrentan críticas por su alto consumo de agua, especialmente en regiones afectadas por sequías severas. Estos centros, vitales para la operación de servicios digitales, están en el ojo del huracán debido a su impacto ambiental.

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Centros de Datos y la Crisis Hídrica: El Alto Consumo de Agua en la Era Digital

Los centros de datos de gigantes tecnológicos como Google y Meta enfrentan críticas por su alto consumo de agua, especialmente en regiones afectadas por sequías severas. Estos centros, vitales para la operación de servicios digitales, están en el ojo del huracán debido a su impacto ambiental.

"La tecnología avanza a pasos agigantados, pero no podemos olvidar que el agua es un recurso finito. Debemos equilibrar innovación con sostenibilidad"

- Dr. Elena García, experta en sostenibilidad y tecnología.

19/10/2023

Los centros de datos, esenciales para mantener en funcionamiento servicios digitales como búsquedas en línea, streaming y redes sociales, están siendo objeto de escrutinio debido a su alto consumo de agua. En Uruguay, un plan para construir un centro de datos de Google que utilizará millones de litros de agua al día ha generado indignación. El país enfrenta su peor sequía en 74 años, con escaseces de agua tan graves que se ha declarado un estado de emergencia en Montevideo. Las autoridades han recurrido a mezclar agua salada con el suministro de agua potable, lo que ha provocado protestas generalizadas.

Los críticos argumentan que el gobierno está priorizando el agua para transnacionales y agroindustrias en detrimento de sus propios ciudadanos. Daniel Pena, investigador de la Universidad de la República en Montevideo, señaló que la mayoría del agua en Uruguay se utiliza para grandes industrias agropecuarias, como la soya, el arroz y la pulpa de madera. Ahora, con Google planeando usar enormes cantidades de agua, la preocupación crece.

Por otro lado, en Arizona, Meta ha lanzado un nuevo modelo de IA llamado Llama 2, que según las estimaciones del investigador Shaolei Ren, ha consumido una gran cantidad de agua durante su entrenamiento. Estos centros de datos, que ya consumen mucha energía, están aumentando su huella hídrica, lo que genera preocupaciones sobre la sostenibilidad de estas operaciones en áreas propensas a la sequía.

La creciente demanda de servicios digitales y la necesidad de centros de datos más potentes y eficientes están en conflicto directo con la necesidad de conservar recursos vitales en regiones afectadas por el cambio climático. La intersección de la tecnología y el medio ambiente nunca ha sido tan crítica.

Algo Curioso
Uruguay fue el primer país en el mundo en declarar el acceso al agua como un derecho constitucional. A pesar de este hito, el país enfrenta desafíos significativos en la gestión de sus recursos hídricos.

Uruguay en Crisis: La Sequía y el Controversial Plan de Google

Uruguay, que atraviesa su peor sequía en 74 años, se encuentra en medio de una creciente controversia debido a un plan propuesto por Google para construir un centro de datos que consumiría millones de litros de agua al día. Las escaseces de agua han alcanzado niveles tan críticos que se ha declarado un estado de emergencia en Montevideo. Las autoridades, en un intento por abastecer a la población, han recurrido a mezclar agua salada con el suministro de agua potable, lo que ha desencadenado protestas generalizadas en el país.

Los críticos argumentan que el gobierno está priorizando el suministro de agua para empresas transnacionales y la agroindustria en detrimento de sus propios ciudadanos. Daniel Pena, investigador de la Universidad de la República en Montevideo, señaló: “Solo una pequeña proporción del agua en Uruguay se utiliza para el consumo humano. La mayoría se destina a grandes industrias agropecuarias, como la soya, el arroz y la producción de pulpa de madera. Ahora tenemos a Google planeando usar enormes cantidades de agua”. Según datos obtenidos por Pena, el centro de datos propuesto por Google en el departamento de Canelones consumiría 7.6 millones de litros de agua al día, equivalente al uso diario de 55,000 personas.

Google ha defendido su proyecto, afirmando que el centro de datos serviría a usuarios de todo el mundo y procesaría solicitudes para servicios como YouTube, Gmail y Google Search. En un comunicado, la empresa señaló: “El proyecto del centro de datos en Uruguay aún está en fase exploratoria, y el equipo técnico de Google está trabajando activamente con el apoyo de las autoridades nacionales y locales. Esperamos que las cifras preliminares, como el consumo proyectado de agua, sufran ajustes. En Google, la sostenibilidad está en el núcleo de todo lo que hacemos”.

La grave sequía ha llevado a niveles extremadamente bajos de lluvia y temperaturas récord, dejando el principal embalse del país seco y los ríos agotados. Para compensar el suministro, las autoridades han comenzado a tomar agua del estuario del Río de la Plata, donde el agua salada se mezcla con agua dulce, dando al agua del grifo un sabor salado. Esta situación ha causado conmoción en un país que fue el primero en el mundo en declarar el acceso al agua como un derecho constitucional.

El Voraz Consumo de Agua de la Inteligencia Artificial: El Caso de Llama 2 de Meta

La creciente demanda de agua por parte de los centros de datos que alimentan la inteligencia artificial ha sido objeto de preocupación en los últimos tiempos. Un ejemplo reciente es el modelo de inteligencia artificial "Llama 2" lanzado por Meta. Según Shaolei Ren, investigador de la Universidad de California en Riverside, entrenar este modelo requirió una cantidad significativa de agua. Ren estima que la huella hídrica total para entrenar Llama 2 es de 10.9 millones de litros, o 2.8 millones de litros si se excluye la energía hidroeléctrica. Esta cifra es casi el doble de la huella hídrica del modelo anterior de Meta, Llama 1.

Los centros de datos ya consumen una gran cantidad de energía, y se espera que la creciente popularidad de la inteligencia artificial generativa aumente aún más este consumo. "Si el uso de energía aumenta, todo lo demás, como las huellas de carbono y agua, también aumentará", señaló Ren. Aunque Meta no reveló cuánta agua utilizó para entrenar este modelo de IA, sí compartió datos sobre el consumo de energía. Utilizando esta información, junto con datos sobre la eficiencia de los centros de datos de Meta en términos de energía y agua, Ren llegó a su estimación.

En 2021, los centros de datos de Meta utilizaron poco más de 5 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale a aproximadamente 1.33 mil millones de galones. La compañía aún no ha compartido datos de 2022. Lo que es más preocupante es que, para finales de este año o quizás el próximo, Meta habrá terminado de construir y expandir un centro de datos en Arizona, un estado que ya enfrenta una grave escasez de agua.

La creciente demanda de agua por parte de los centros de datos y la inteligencia artificial plantea preguntas sobre la sostenibilidad y la ética de estas operaciones, especialmente en regiones que ya enfrentan desafíos relacionados con el agua. Las empresas tecnológicas, mientras buscan innovar y avanzar en el campo de la IA, también deben considerar el impacto ambiental de sus acciones y buscar soluciones sostenibles.

"La tecnología avanza a pasos agigantados, pero no podemos olvidar que el agua es un recurso finito. Debemos equilibrar innovación con sostenibilidad"

- Dr. Elena García, experta en sostenibilidad y tecnología.

Oct 19, 2023
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Los centros de datos, esenciales para mantener en funcionamiento servicios digitales como búsquedas en línea, streaming y redes sociales, están siendo objeto de escrutinio debido a su alto consumo de agua. En Uruguay, un plan para construir un centro de datos de Google que utilizará millones de litros de agua al día ha generado indignación. El país enfrenta su peor sequía en 74 años, con escaseces de agua tan graves que se ha declarado un estado de emergencia en Montevideo. Las autoridades han recurrido a mezclar agua salada con el suministro de agua potable, lo que ha provocado protestas generalizadas.

Los críticos argumentan que el gobierno está priorizando el agua para transnacionales y agroindustrias en detrimento de sus propios ciudadanos. Daniel Pena, investigador de la Universidad de la República en Montevideo, señaló que la mayoría del agua en Uruguay se utiliza para grandes industrias agropecuarias, como la soya, el arroz y la pulpa de madera. Ahora, con Google planeando usar enormes cantidades de agua, la preocupación crece.

Por otro lado, en Arizona, Meta ha lanzado un nuevo modelo de IA llamado Llama 2, que según las estimaciones del investigador Shaolei Ren, ha consumido una gran cantidad de agua durante su entrenamiento. Estos centros de datos, que ya consumen mucha energía, están aumentando su huella hídrica, lo que genera preocupaciones sobre la sostenibilidad de estas operaciones en áreas propensas a la sequía.

La creciente demanda de servicios digitales y la necesidad de centros de datos más potentes y eficientes están en conflicto directo con la necesidad de conservar recursos vitales en regiones afectadas por el cambio climático. La intersección de la tecnología y el medio ambiente nunca ha sido tan crítica.

Los centros de datos, esenciales para mantener en funcionamiento servicios digitales como búsquedas en línea, streaming y redes sociales, están siendo objeto de escrutinio debido a su alto consumo de agua. En Uruguay, un plan para construir un centro de datos de Google que utilizará millones de litros de agua al día ha generado indignación. El país enfrenta su peor sequía en 74 años, con escaseces de agua tan graves que se ha declarado un estado de emergencia en Montevideo. Las autoridades han recurrido a mezclar agua salada con el suministro de agua potable, lo que ha provocado protestas generalizadas.

Los críticos argumentan que el gobierno está priorizando el agua para transnacionales y agroindustrias en detrimento de sus propios ciudadanos. Daniel Pena, investigador de la Universidad de la República en Montevideo, señaló que la mayoría del agua en Uruguay se utiliza para grandes industrias agropecuarias, como la soya, el arroz y la pulpa de madera. Ahora, con Google planeando usar enormes cantidades de agua, la preocupación crece.

Por otro lado, en Arizona, Meta ha lanzado un nuevo modelo de IA llamado Llama 2, que según las estimaciones del investigador Shaolei Ren, ha consumido una gran cantidad de agua durante su entrenamiento. Estos centros de datos, que ya consumen mucha energía, están aumentando su huella hídrica, lo que genera preocupaciones sobre la sostenibilidad de estas operaciones en áreas propensas a la sequía.

La creciente demanda de servicios digitales y la necesidad de centros de datos más potentes y eficientes están en conflicto directo con la necesidad de conservar recursos vitales en regiones afectadas por el cambio climático. La intersección de la tecnología y el medio ambiente nunca ha sido tan crítica.

Algo Curioso
Uruguay fue el primer país en el mundo en declarar el acceso al agua como un derecho constitucional. A pesar de este hito, el país enfrenta desafíos significativos en la gestión de sus recursos hídricos.

Uruguay en Crisis: La Sequía y el Controversial Plan de Google

Uruguay, que atraviesa su peor sequía en 74 años, se encuentra en medio de una creciente controversia debido a un plan propuesto por Google para construir un centro de datos que consumiría millones de litros de agua al día. Las escaseces de agua han alcanzado niveles tan críticos que se ha declarado un estado de emergencia en Montevideo. Las autoridades, en un intento por abastecer a la población, han recurrido a mezclar agua salada con el suministro de agua potable, lo que ha desencadenado protestas generalizadas en el país.

Los críticos argumentan que el gobierno está priorizando el suministro de agua para empresas transnacionales y la agroindustria en detrimento de sus propios ciudadanos. Daniel Pena, investigador de la Universidad de la República en Montevideo, señaló: “Solo una pequeña proporción del agua en Uruguay se utiliza para el consumo humano. La mayoría se destina a grandes industrias agropecuarias, como la soya, el arroz y la producción de pulpa de madera. Ahora tenemos a Google planeando usar enormes cantidades de agua”. Según datos obtenidos por Pena, el centro de datos propuesto por Google en el departamento de Canelones consumiría 7.6 millones de litros de agua al día, equivalente al uso diario de 55,000 personas.

Google ha defendido su proyecto, afirmando que el centro de datos serviría a usuarios de todo el mundo y procesaría solicitudes para servicios como YouTube, Gmail y Google Search. En un comunicado, la empresa señaló: “El proyecto del centro de datos en Uruguay aún está en fase exploratoria, y el equipo técnico de Google está trabajando activamente con el apoyo de las autoridades nacionales y locales. Esperamos que las cifras preliminares, como el consumo proyectado de agua, sufran ajustes. En Google, la sostenibilidad está en el núcleo de todo lo que hacemos”.

La grave sequía ha llevado a niveles extremadamente bajos de lluvia y temperaturas récord, dejando el principal embalse del país seco y los ríos agotados. Para compensar el suministro, las autoridades han comenzado a tomar agua del estuario del Río de la Plata, donde el agua salada se mezcla con agua dulce, dando al agua del grifo un sabor salado. Esta situación ha causado conmoción en un país que fue el primero en el mundo en declarar el acceso al agua como un derecho constitucional.

El Voraz Consumo de Agua de la Inteligencia Artificial: El Caso de Llama 2 de Meta

La creciente demanda de agua por parte de los centros de datos que alimentan la inteligencia artificial ha sido objeto de preocupación en los últimos tiempos. Un ejemplo reciente es el modelo de inteligencia artificial "Llama 2" lanzado por Meta. Según Shaolei Ren, investigador de la Universidad de California en Riverside, entrenar este modelo requirió una cantidad significativa de agua. Ren estima que la huella hídrica total para entrenar Llama 2 es de 10.9 millones de litros, o 2.8 millones de litros si se excluye la energía hidroeléctrica. Esta cifra es casi el doble de la huella hídrica del modelo anterior de Meta, Llama 1.

Los centros de datos ya consumen una gran cantidad de energía, y se espera que la creciente popularidad de la inteligencia artificial generativa aumente aún más este consumo. "Si el uso de energía aumenta, todo lo demás, como las huellas de carbono y agua, también aumentará", señaló Ren. Aunque Meta no reveló cuánta agua utilizó para entrenar este modelo de IA, sí compartió datos sobre el consumo de energía. Utilizando esta información, junto con datos sobre la eficiencia de los centros de datos de Meta en términos de energía y agua, Ren llegó a su estimación.

En 2021, los centros de datos de Meta utilizaron poco más de 5 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale a aproximadamente 1.33 mil millones de galones. La compañía aún no ha compartido datos de 2022. Lo que es más preocupante es que, para finales de este año o quizás el próximo, Meta habrá terminado de construir y expandir un centro de datos en Arizona, un estado que ya enfrenta una grave escasez de agua.

La creciente demanda de agua por parte de los centros de datos y la inteligencia artificial plantea preguntas sobre la sostenibilidad y la ética de estas operaciones, especialmente en regiones que ya enfrentan desafíos relacionados con el agua. Las empresas tecnológicas, mientras buscan innovar y avanzar en el campo de la IA, también deben considerar el impacto ambiental de sus acciones y buscar soluciones sostenibles.

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