El Ministerio de Defensa del Reino Unido ha alcanzado un logro significativo en la tecnología de armamento con la prueba exitosa de DragonFire, un arma láser de alta potencia diseñada para derribar drones. Durante una prueba en el campo de tiro de Hebrides en Escocia, el sistema de armas láser de energía dirigida (LDEW) DragonFire logró su primer disparo de alta potencia contra objetivos aéreos. Esta prueba representa un avance crucial en la incorporación de esta tecnología en el servicio activo.
DragonFire, desarrollado por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa (Dstl) en colaboración con socios industriales, demuestra una precisión extraordinaria, siendo capaz de impactar una moneda de una libra a un kilómetro de distancia. Las armas láser de energía dirigida utilizan un haz de luz intenso para cortar a través de sus objetivos, causando fallas estructurales o resultados más significativos si se dirigen a la ojiva.
El sistema DragonFire no solo destaca por su precisión, sino también por su eficiencia en términos de costos. Disparar el láser durante 10 segundos tiene un costo equivalente al uso de un calentador regular durante una hora, con un costo operativo típico de menos de £10 por disparo. Esta eficiencia lo posiciona como una alternativa de bajo costo a largo plazo a ciertas tareas que actualmente realizan los misiles.
Tanto el Ejército como la Marina Real están considerando la incorporación de esta tecnología en sus capacidades futuras de defensa aérea. El Secretario de Defensa, Grant Shapps, destacó el potencial de este tipo de armamento de vanguardia para revolucionar el campo de batalla, reduciendo la dependencia de municiones costosas y disminuyendo el riesgo de daños colaterales. Las inversiones en tecnologías avanzadas como DragonFire son cruciales en un mundo altamente disputado, ayudando a mantener la ventaja en el combate y la seguridad nacional.