Elon Musk ha interpuesto una demanda contra OpenAI, así como contra sus cofundadores Sam Altman y Greg Brockman, el 5 de agosto de 2024. La demanda alega que Altman y Brockman han violado el acuerdo fundacional de OpenAI al anteponer las ganancias sobre los intereses públicos. Musk, quien fue uno de los cofundadores de OpenAI bajo la promesa de que sería una organización sin fines de lucro centrada en la seguridad y transparencia de la inteligencia artificial, acusa a los demandados de manipulación y fraude.
El documento legal, que busca un juicio por jurado, también hace referencia a la relación de OpenAI con Microsoft. Musk alega que la asociación con esta corporación implica la revocación de los derechos sobre la tecnología de OpenAI en caso de lograr la inteligencia general artificial (AGI). Además, la demanda menciona violaciones de leyes federales de extorsión y fraude y describe la conducta de Altman y Brockman como "de proporciones shakesperianas". Esta demanda es una versión más fuerte y detallada de una similar que Musk había retirado previamente en junio de 2024 sin dar explicaciones públicas.
Por su parte, OpenAI ha respondido afirmando su compromiso con la misión de asegurar que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad y ha publicado correos electrónicos de Musk que indican su acuerdo con la dirección que tomó la empresa.
Mientras tanto, otra controversia rodea a Musk y su plataforma X, anteriormente conocida como Twitter. El chatbot Grok AI, desarrollado por X, ha proporcionado información errónea acerca de las fechas de las boletas electorales en varios estados, entre ellos Alabama, Indiana, Michigan, Minnesota, Nuevo México, Ohio, Pennsylvania, Texas y Washington. Esta desinformación ha alcanzado a millones de usuarios, según informes de Minnesota.
En respuesta, los secretarios de estado de cinco de los estados afectados (Michigan, Minnesota, Nuevo México, Pennsylvania y Washington) planean enviar una carta a Musk, solicitando la corrección de la información errónea. Este incidente ha suscitado preocupaciones adicionales debido al apoyo de Musk a Donald Trump y su implicación en un comité de acción política que apoya al ex presidente, lo que ha generado temores sobre la proliferación de desinformación electoral a través de Grok AI.
La simultaneidad de estos eventos coloca a Elon Musk en el centro de dos importantes controversias: una demanda significativa contra OpenAI y la propagación de desinformación a través de su plataforma tecnológica. La atención del público y los medios se centran ahora en las repercusiones legales de la demanda y en la capacidad de Musk y su equipo para mitigar los daños causados por la desinformación del chatbot. Elon Musk cofundó OpenAI en 2015 con el objetivo de desarrollar inteligencia artificial de manera ética y segura, un compromiso que se ha tornado central en sus recientes disputas legales.