Tecnología

Google Despide a 28 Empleados por Protestas Contra Contrato Con Israel

En una medida controvertida, Google ha despedido a 28 empleados tras participar en protestas contra su contrato con el gobierno israelí, conocido como Proyecto Nimbus, exacerbando debates sobre la ética empresarial y la libertad de expresión en el lugar de trabajo.

Tecnología

Google Despide a 28 Empleados por Protestas Contra Contrato Con Israel

En una medida controvertida, Google ha despedido a 28 empleados tras participar en protestas contra su contrato con el gobierno israelí, conocido como Proyecto Nimbus, exacerbando debates sobre la ética empresarial y la libertad de expresión en el lugar de trabajo.

“Este acto flagrante de represalia es una clara indicación de que Google valora más su contrato de $1.2 mil millones con el gobierno y ejército israelí, que describimos como genocida, que a sus propios trabajadores”

- Afirmó el grupo No Tech for Apartheid.

18/4/2024

Google ha confirmado el despido de 28 de sus empleados tras una serie de protestas y plantones que duraron cerca de 10 horas en varias de sus oficinas en Estados Unidos. Estas acciones, organizadas por el grupo No Tech for Apartheid, surgen en respuesta al involucramiento de Google en el Proyecto Nimbus, un contrato de $1.2 mil millones con el gobierno israelí para suministrar servicios de computación en la nube. Los despidos ocurrieron luego de que la empresa declarase que tales actos eran una violación clara de sus políticas internas, argumentando que dichas protestas interrumpieron las operaciones diarias y crearon un ambiente de trabajo hostil.

Google, que generalmente promueve una cultura de debate abierto, parece estar revaluando su postura frente a las protestas de empleados, lo que ha levantado preocupaciones sobre la libertad de expresión dentro de la empresa. Según un memorando interno, la compañía subraya que cualquier comportamiento que impida el trabajo de otros es inaceptable y será sujeto de sanciones, incluyendo el despido.

En respuesta a los despidos, el grupo No Tech for Apartheid acusó a Google de realizar un acto de represalia, destacando que incluso empleados que no participaron directamente en las protestas fueron despedidos. Esta situación ha agravado las tensiones dentro de la empresa, poniendo en relieve la creciente disputa entre las políticas corporativas de Google y los derechos de sus trabajadores a protestar y expresar desacuerdo.

Algo Curioso
A pesar de la controversia y los desafíos internos, Google ha seguido prosperando económicamente. El año pasado, su compañía matriz, Alphabet Inc., reportó un beneficio de $74 mil millones, un testimonio del poder y la influencia que continúa ejerciendo la gigante de la tecnología en la economía global.

Un Desafío a la Cultura de Apertura y Debate en Google

El Proyecto Nimbus involucra a Google y Amazon en un contrato para suministrar tecnología de inteligencia artificial y servicios en la nube al gobierno israelí, valorado en $1.2 mil millones. Este proyecto ha sido el foco de múltiples protestas por parte de los empleados de Google, quienes cuestionan la ética de proveer tales tecnologías a un gobierno que consideran está involucrado en acciones genocidas, especialmente en el contexto del conflicto en Gaza. La escalada de tensiones llegó a su punto más alto cuando, durante las protestas, la policía fue llamada para detener a nueve empleados que habían organizado sentadas en las oficinas de Nueva York y Sunnyvale, resultando en arrestos y cargos de allanamiento.

Los eventos recientes han puesto en evidencia la lucha interna dentro de Google entre su histórica cultura de apertura al debate y su respuesta a las protestas de los empleados. Esta situación ha reavivado debates anteriores sobre la participación de Google en contratos gubernamentales y militares, recordando la terminación del Proyecto Maven con el Departamento de Defensa de EE. UU. en 2018 después de protestas similares.

Proyecto Nimbus: Tecnología en el Punto de Mira

A raíz de las protestas, Google ha reforzado su posición sobre la necesidad de adherirse a las normas internas de conducta, justificando los despidos por violaciones a sus políticas de seguridad y conducta laboral. Sin embargo, estos despidos han sido vistos por muchos como una medida extremadamente dura y una posible intimidación hacia aquellos que deseen expresar desacuerdo en el futuro.

En respuesta a la creciente presión y la visibilidad pública de las protestas, Google ha mantenido una postura firme sobre su compromiso con el Proyecto Nimbus, asegurando que el contrato no incluye trabajo con armamento o inteligencia sensible. A pesar de estas aseguranzas, las críticas no han cesado, dado que los empleados y grupos activistas siguen cuestionando la transparencia y la ética detrás de las afirmaciones de la compañía. Estas tensiones reflejan un desafío más amplio enfrentado por las empresas tecnológicas en equilibrar la innovación y la rentabilidad con la responsabilidad social y la ética corporativa.

Además de las repercusiones internas, esta situación ha captado la atención de expertos en ética laboral y derecho laboral, quienes señalan que, bajo las leyes de EE. UU., los trabajadores tienen el derecho a participar en acciones colectivas relacionadas con las condiciones de trabajo. Este derecho podría interpretarse para incluir protestas sobre el uso de los productos que desarrollan, lo que podría poner a Google en una posición complicada ante posibles litigios o desafíos legales.

“Este acto flagrante de represalia es una clara indicación de que Google valora más su contrato de $1.2 mil millones con el gobierno y ejército israelí, que describimos como genocida, que a sus propios trabajadores”

- Afirmó el grupo No Tech for Apartheid.

Apr 18, 2024
Colglobal News

Google ha confirmado el despido de 28 de sus empleados tras una serie de protestas y plantones que duraron cerca de 10 horas en varias de sus oficinas en Estados Unidos. Estas acciones, organizadas por el grupo No Tech for Apartheid, surgen en respuesta al involucramiento de Google en el Proyecto Nimbus, un contrato de $1.2 mil millones con el gobierno israelí para suministrar servicios de computación en la nube. Los despidos ocurrieron luego de que la empresa declarase que tales actos eran una violación clara de sus políticas internas, argumentando que dichas protestas interrumpieron las operaciones diarias y crearon un ambiente de trabajo hostil.

Google, que generalmente promueve una cultura de debate abierto, parece estar revaluando su postura frente a las protestas de empleados, lo que ha levantado preocupaciones sobre la libertad de expresión dentro de la empresa. Según un memorando interno, la compañía subraya que cualquier comportamiento que impida el trabajo de otros es inaceptable y será sujeto de sanciones, incluyendo el despido.

En respuesta a los despidos, el grupo No Tech for Apartheid acusó a Google de realizar un acto de represalia, destacando que incluso empleados que no participaron directamente en las protestas fueron despedidos. Esta situación ha agravado las tensiones dentro de la empresa, poniendo en relieve la creciente disputa entre las políticas corporativas de Google y los derechos de sus trabajadores a protestar y expresar desacuerdo.

Google ha confirmado el despido de 28 de sus empleados tras una serie de protestas y plantones que duraron cerca de 10 horas en varias de sus oficinas en Estados Unidos. Estas acciones, organizadas por el grupo No Tech for Apartheid, surgen en respuesta al involucramiento de Google en el Proyecto Nimbus, un contrato de $1.2 mil millones con el gobierno israelí para suministrar servicios de computación en la nube. Los despidos ocurrieron luego de que la empresa declarase que tales actos eran una violación clara de sus políticas internas, argumentando que dichas protestas interrumpieron las operaciones diarias y crearon un ambiente de trabajo hostil.

Google, que generalmente promueve una cultura de debate abierto, parece estar revaluando su postura frente a las protestas de empleados, lo que ha levantado preocupaciones sobre la libertad de expresión dentro de la empresa. Según un memorando interno, la compañía subraya que cualquier comportamiento que impida el trabajo de otros es inaceptable y será sujeto de sanciones, incluyendo el despido.

En respuesta a los despidos, el grupo No Tech for Apartheid acusó a Google de realizar un acto de represalia, destacando que incluso empleados que no participaron directamente en las protestas fueron despedidos. Esta situación ha agravado las tensiones dentro de la empresa, poniendo en relieve la creciente disputa entre las políticas corporativas de Google y los derechos de sus trabajadores a protestar y expresar desacuerdo.

Algo Curioso
A pesar de la controversia y los desafíos internos, Google ha seguido prosperando económicamente. El año pasado, su compañía matriz, Alphabet Inc., reportó un beneficio de $74 mil millones, un testimonio del poder y la influencia que continúa ejerciendo la gigante de la tecnología en la economía global.

Un Desafío a la Cultura de Apertura y Debate en Google

El Proyecto Nimbus involucra a Google y Amazon en un contrato para suministrar tecnología de inteligencia artificial y servicios en la nube al gobierno israelí, valorado en $1.2 mil millones. Este proyecto ha sido el foco de múltiples protestas por parte de los empleados de Google, quienes cuestionan la ética de proveer tales tecnologías a un gobierno que consideran está involucrado en acciones genocidas, especialmente en el contexto del conflicto en Gaza. La escalada de tensiones llegó a su punto más alto cuando, durante las protestas, la policía fue llamada para detener a nueve empleados que habían organizado sentadas en las oficinas de Nueva York y Sunnyvale, resultando en arrestos y cargos de allanamiento.

Los eventos recientes han puesto en evidencia la lucha interna dentro de Google entre su histórica cultura de apertura al debate y su respuesta a las protestas de los empleados. Esta situación ha reavivado debates anteriores sobre la participación de Google en contratos gubernamentales y militares, recordando la terminación del Proyecto Maven con el Departamento de Defensa de EE. UU. en 2018 después de protestas similares.

Proyecto Nimbus: Tecnología en el Punto de Mira

A raíz de las protestas, Google ha reforzado su posición sobre la necesidad de adherirse a las normas internas de conducta, justificando los despidos por violaciones a sus políticas de seguridad y conducta laboral. Sin embargo, estos despidos han sido vistos por muchos como una medida extremadamente dura y una posible intimidación hacia aquellos que deseen expresar desacuerdo en el futuro.

En respuesta a la creciente presión y la visibilidad pública de las protestas, Google ha mantenido una postura firme sobre su compromiso con el Proyecto Nimbus, asegurando que el contrato no incluye trabajo con armamento o inteligencia sensible. A pesar de estas aseguranzas, las críticas no han cesado, dado que los empleados y grupos activistas siguen cuestionando la transparencia y la ética detrás de las afirmaciones de la compañía. Estas tensiones reflejan un desafío más amplio enfrentado por las empresas tecnológicas en equilibrar la innovación y la rentabilidad con la responsabilidad social y la ética corporativa.

Además de las repercusiones internas, esta situación ha captado la atención de expertos en ética laboral y derecho laboral, quienes señalan que, bajo las leyes de EE. UU., los trabajadores tienen el derecho a participar en acciones colectivas relacionadas con las condiciones de trabajo. Este derecho podría interpretarse para incluir protestas sobre el uso de los productos que desarrollan, lo que podría poner a Google en una posición complicada ante posibles litigios o desafíos legales.

PODRÍA INTERESARTE
 

No tienes acceso

Necesitas una membresía para acceder al contenido de este sitio.
Por favor Regístrate o Ingresa