La desaparición de Amelia Earhart en 1937 mientras intentaba circunnavegar el globo ha sido uno de los grandes misterios de la aviación. Ahora, un equipo de 16 personas liderado por Deep Sea Vision, una compañía con sede en Carolina del Sur, afirma haber encontrado lo que podría ser el avión de Earhart, un Lockheed 10-E Electra, utilizando un dron submarino no tripulado para escanear más de 5,200 millas cuadradas del lecho oceánico entre septiembre y diciembre de 2023. Los datos de sonar revisados en diciembre revelaron una imagen que Tony Romeo, fundador de la compañía y exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de EE.UU., cree que es el avión de Earhart debido a su forma única.
Earhart y su navegante, Fred Noonan, desaparecieron mientras intentaban aterrizar en la Isla Howland, entre Australia y Hawái, para repostar, pero nunca llegaron. Décadas después, ni sus cuerpos ni el avión fueron encontrados, dando lugar a innumerables teorías sobre su desaparición. Expertos indican que, hasta que no se disponga de imágenes más claras, es imposible saber con certeza si el objeto en la imagen es el avión de Earhart. “Hasta que no se examine físicamente, no hay forma de saber con seguridad qué es eso”, dijo Andrew Pietruszka, arqueólogo submarino en la Institución Oceanográfica Scripps de la Universidad de California en San Diego, al Wall Street Journal.

A lo largo de los años, muchos exploradores han emprendido costosas y fallidas expediciones para encontrar el avión de Earhart. En 1999, Dana Timmer, piloto y navegante de la Copa América, lideró una búsqueda en aguas profundas de $1 millón por el avión. Creía que las imágenes de sonar ya mostraban ubicaciones probables para el avión, pero no pudo recaudar fondos para regresar a la región y confirmar. Otra firma de exploración oceánica, Nauticos, realizó expediciones en 2002, 2005 y 2017 que en su mayoría dieron como resultado basura de envíos.