El equipo de investigadores de la Universidad de Duke ha desarrollado un implante cerebral que representa un avance significativo en la tecnología de interfaz cerebro-computadora. Este dispositivo es capaz de traducir señales cerebrales en palabras habladas, ofreciendo una nueva esperanza para personas con discapacidades del habla. Utilizando algoritmos de inteligencia artificial, el implante decodifica los patrones de actividad cerebral asociados con la formación de palabras y frases, convirtiéndolos en señales audibles.
El implante ha sido probado en pacientes con discapacidad del habla, demostrando una capacidad notable para interpretar pensamientos y traducirlos en palabras comprensibles. Este avance es particularmente significativo, ya que supera las limitaciones de tecnologías anteriores que solo permitían la comunicación a través de movimientos oculares o gestos. Con este implante, los pacientes pueden comunicarse de manera más fluida y natural, lo que representa un gran paso adelante en la calidad de vida de quienes sufren de discapacidades del habla.
El dispositivo utiliza una red de electrodos implantados en el cerebro para monitorear la actividad neuronal. Estos electrodos capturan las señales eléctricas generadas cuando una persona intenta hablar. Luego, un sofisticado sistema de inteligencia artificial analiza estas señales y las traduce en palabras audibles. Este proceso ocurre en tiempo real, permitiendo una comunicación casi instantánea.
Los investigadores destacan que, aunque el sistema actualmente funciona con un vocabulario limitado, están trabajando para expandirlo y mejorar la precisión y fluidez de la traducción. Este avance abre un mundo de posibilidades para mejorar la comunicación y la interacción social de personas con diversas discapacidades del habla.