Madonna, a sus 65 años, ha vuelto a la carretera por primera vez desde 2020 con su 'Celebration World Tour', un espectáculo que toca más de 40 de sus éxitos a lo largo de cuatro décadas. El show tuvo su apertura en el O2 Arena de Londres, un recinto con capacidad para 20,000 personas. Este inicio se produjo tres meses después de la fecha prevista, debido a un problema de salud que enfrentó la icónica cantante. En junio, Madonna fue hospitalizada poco antes del debut programado del tour en Canadá debido a una "grave infección bacteriana", lo que resultó en que la cantante permaneciera en una unidad de cuidados intensivos durante varios días.
Los fanáticos que asistieron al concierto en el O2 Arena aprovecharon la ocasión para vestirse representando su era favorita de Madonna. Desde perlas con crucifijos, guantes de encaje, faldas de tul, corsés que moldean el cuerpo, hasta camisetas blancas simples con solo la letra M en la espalda. Algunos incluso rizaron su cabello y dibujaron lunares de belleza falsos, mientras que otros optaron por representar épocas de Madonna que ocurrieron décadas antes de que nacieran.
Madonna, fiel a su estilo, juró que el tour, su primero dedicado a su catálogo completo de éxitos en lugar de a un lanzamiento de álbum específico, continuaría. En las semanas previas al inicio del tour, llenó su cuenta de Instagram con imágenes de los ensayos, mostrándola vestida con un bustier negro de encaje, practicando pasos en el escenario y descansando sus rodillas cubiertas con medias de red.
El 'Celebration World Tour' no solo es una celebración de la música de Madonna, sino también una prueba de su resiliencia y capacidad para superar desafíos, incluidos problemas de salud, y continuar brindando a sus fanáticos actuaciones inolvidables.