Este año, una misión histórica portará una red 4G básica a la Luna, un proyecto que resulta de la colaboración entre NASA y Nokia, destinado a apoyar la presencia humana a largo plazo en otros planetas. Según los expertos, esta tecnología no solo facilitará la comunicación entre los astronautas y la Tierra, sino que también servirá como un pilar para futuras misiones más complejas.
La red será instalada en el polo sur lunar por un aterrizador llevado mediante un cohete de SpaceX. Este equipamiento, desarrollado por los laboratorios Bell de Nokia usando componentes comerciales estándar, será controlado remotamente desde la Tierra. Este enfoque reduce significativamente la necesidad de intervenciones humanas directas en el entorno lunar, donde las condiciones extremas de temperatura y radiación presentan desafíos notables.
Uno de los principales objetivos de la red 4G lunar es apoyar las misiones del programa Artemis de NASA, que busca retornar astronautas a la Luna y eventualmente establecer una presencia humana sostenida. La capacidad para transmitir grandes volúmenes de datos, incluyendo video de alta resolución y datos científicos, será fundamental para el éxito de estas misiones.
El impacto de esta tecnología va más allá de las aplicaciones espaciales. La robustez requerida para operar en la Luna también podría traducirse en beneficios para la Tierra, proporcionando soluciones de comunicación en las ubicaciones más remotas y adversas de nuestro planeta. Desde plataformas petrolíferas en alta mar hasta bases en la Antártida, la tecnología probada en el espacio podría mejorar significativamente la conectividad en entornos extremos.