La ceremonia de los Globos de Oro de este año, celebrada en el Beverly Hilton de Los Ángeles, fue un regreso a la normalidad tras un período turbulento para la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA). La organización se reestructuró con un cuerpo diverso de 300 miembros internacionales, representando a 76 países, después de enfrentar críticas por falta de diversidad y problemas éticos.
El evento fue conducido por el comediante filipino-estadounidense Jo Koy, quien mantuvo un tono ligero y evitó temas políticos, a diferencia de ceremonias anteriores. A pesar de algunos chistes que no fueron bien recibidos, la noche estuvo llena de momentos genuinamente divertidos y discursos conmovedores.

"Oppenheimer", la película de Christopher Nolan sobre J. Robert Oppenheimer y la creación de la bomba atómica, fue la gran ganadora de la noche en el cine, obteniendo cinco premios, incluyendo mejor película de drama y mejor director. Cillian Murphy, quien interpretó al científico titular, fue reconocido como mejor actor de drama.
En el ámbito televisivo, "Succession" dominó, llevándose cuatro premios, incluyendo mejor serie de drama y reconocimientos para sus actores Sarah Snook, Kieran Culkin y Matthew Macfadyen. La serie ha sido aclamada por su mirada mordaz a una familia de magnates de los medios al estilo Murdoch.