Tecnología

Prueban Tecnología para Aumentar el Brillo de las Nubes y Contrarrestar el Calentamiento Global

En San Francisco, un equipo liderado por el ingeniero Matthew Gallelli realizó la primera prueba al aire libre en EE.UU. de una tecnología destinada a aumentar el brillo de las nubes para reflejar los rayos solares al espacio, una estrategia para enfriar temporalmente un planeta que se calienta peligrosamente.

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Prueban Tecnología para Aumentar el Brillo de las Nubes y Contrarrestar el Calentamiento Global

En San Francisco, un equipo liderado por el ingeniero Matthew Gallelli realizó la primera prueba al aire libre en EE.UU. de una tecnología destinada a aumentar el brillo de las nubes para reflejar los rayos solares al espacio, una estrategia para enfriar temporalmente un planeta que se calienta peligrosamente.

“Cada año que registramos nuevos récords de cambio climático y temperaturas extremas, impulsa el campo a considerar más alternativas, incluso aquellas que antes parecían extremas”

- Robert Wood, científico líder del equipo de la Universidad de Washington.

6/4/2024

En una mañana reciente, bajo la atenta mirada del ingeniero Matthew Gallelli, se desplegó una innovadora tecnología en la bahía de San Francisco, marcando un hito en la lucha contra el cambio climático. Gallelli, en el puente de un portaaviones desactivado, activó un dispositivo que, semejante a una máquina de nieve, expulsó una fina niebla de partículas aerosoles al aire. Esta prueba simboliza el primer ensayo al aire libre en Estados Unidos de una tecnología diseñada para incrementar el albedo de las nubes, reflejando parte de la radiación solar de vuelta al espacio, con el objetivo de mitigar el calentamiento global.

El experimento, ejecutado por el equipo de la Universidad de Washington, pretendía validar la capacidad del mecanismo, desarrollado tras años de investigación, para dispersar aerosoles de sal de tamaño adecuado en condiciones exteriores. Esta técnica, que busca alterar la composición de las nubes sobre los océanos, surge como respuesta al continuo aumento de dióxido de carbono en la atmósfera debido a la quema de combustibles fósiles, un problema que aleja la meta de mantener el calentamiento global en 1.5 grados Celsius respecto a la era preindustrial.

La idea de intervenir deliberadamente en los sistemas climáticos gana terreno, motivada por el constante establecimiento de nuevos récords climáticos. Instituciones académicas, inversores privados, fundaciones y el gobierno federal estadounidense han comenzado a financiar diversas iniciativas, desde la extracción de dióxido de carbono de la atmósfera hasta la adición de hierro en los océanos para fomentar el secuestro de carbono en el lecho marino.

Este enfoque de modificación de la radiación solar, conocido como ingeniería climática o geoingeniería solar, aunque genera debate, es considerado una opción viable frente a las emergentes amenazas climáticas. Las partículas aerosoles de sal marina utilizadas representan una alternativa menos perjudicial en comparación con otros métodos más invasivos.

Algo Curioso
El fenómeno de "estelas de barco" en la formación de nubes, donde los aerosoles de los barcos incrementan el brillo de las nubes, ha estado compensando aproximadamente el 5% del calentamiento climático causado por los gases de efecto invernadero hasta que las mejoras en la regulación y tecnología redujeron este efecto.

Innovación y Controversia en el Horizonte de la Geoingeniería

La realización de la prueba en la bahía de San Francisco no fue solo un acto técnico, sino también un paso audaz en el campo de la geoingeniería, una disciplina que enfrenta tanto el escepticismo como el interés global. El experimento buscaba evaluar si la máquina, meticulosamente desarrollada durante años, podía rociar aerosoles de sal de tamaño óptimo en el ambiente abierto. La iniciativa está bajo la mirada crítica de expertos y activistas medioambientales, quienes advierten sobre las posibles consecuencias de modificar artificialmente el clima. David Santillo, de Greenpeace Internacional, expresa profunda preocupación por las propuestas de modificación de la radiación solar, señalando que los efectos a gran escala son difíciles de predecir y podrían alterar patrones climáticos tanto marinos como terrestres.

La administración Biden, aunque financia investigaciones en intervenciones climáticas, se ha distanciado específicamente de este estudio en California, marcando la delicadez política del tema. La tecnología de geoingeniería, como la modificación de la radiación solar, se sitúa en un terreno polémico, al borde de la ética ambiental y la necesidad científica de hallar soluciones al calentamiento global.

Detalles Técnicos y Desafíos del Proyecto de Brillo de Nubes

Los investigadores están conscientes de las críticas y subrayan la importancia de la investigación para entender si estas tecnologías podrían ser una solución viable ante la urgencia climática. El dilema moral se centra en la posibilidad de alterar los sistemas naturales del planeta, un tema que sigue siendo objeto de debate intenso en la comunidad científica y entre el público general.

El proceso técnico detrás del proyecto de brillo de nubes es complejo y meticuloso. La máquina, apodada CARI por el equipo de investigación, debe generar aerosoles de sal de tamaño submicrónico, aproximadamente 1/700 del grosor de un cabello humano, para ser efectiva en el aumento de la reflectividad de las nubes. Este tamaño preciso es crucial para formar gotas pequeñas que aumenten el albedo de las nubes sin provocar efectos contraproducentes. El desafío radica en producir un cuatrillón de estas partículas por segundo, una tarea que no admite soluciones estándar y ha requerido de la innovación tecnológica de figuras prominentes como Armand Neukermans y el apoyo financiero de entidades como la Fundación Gates.

El concepto de brillo de nubes se basa en el efecto Twomey, que sugiere que nubes con mayor cantidad de gotas pequeñas reflejan más luz solar que aquellas con menos gotas de mayor tamaño. Aunque la técnica puede sonar futurista, ejemplos naturales y antropogénicos de este fenómeno, como las estelas de los barcos, que incrementan el brillo de las nubes, proporcionan un precedente observable de su potencial.

“Cada año que registramos nuevos récords de cambio climático y temperaturas extremas, impulsa el campo a considerar más alternativas, incluso aquellas que antes parecían extremas”

- Robert Wood, científico líder del equipo de la Universidad de Washington.

Apr 6, 2024
Colglobal News

En una mañana reciente, bajo la atenta mirada del ingeniero Matthew Gallelli, se desplegó una innovadora tecnología en la bahía de San Francisco, marcando un hito en la lucha contra el cambio climático. Gallelli, en el puente de un portaaviones desactivado, activó un dispositivo que, semejante a una máquina de nieve, expulsó una fina niebla de partículas aerosoles al aire. Esta prueba simboliza el primer ensayo al aire libre en Estados Unidos de una tecnología diseñada para incrementar el albedo de las nubes, reflejando parte de la radiación solar de vuelta al espacio, con el objetivo de mitigar el calentamiento global.

El experimento, ejecutado por el equipo de la Universidad de Washington, pretendía validar la capacidad del mecanismo, desarrollado tras años de investigación, para dispersar aerosoles de sal de tamaño adecuado en condiciones exteriores. Esta técnica, que busca alterar la composición de las nubes sobre los océanos, surge como respuesta al continuo aumento de dióxido de carbono en la atmósfera debido a la quema de combustibles fósiles, un problema que aleja la meta de mantener el calentamiento global en 1.5 grados Celsius respecto a la era preindustrial.

La idea de intervenir deliberadamente en los sistemas climáticos gana terreno, motivada por el constante establecimiento de nuevos récords climáticos. Instituciones académicas, inversores privados, fundaciones y el gobierno federal estadounidense han comenzado a financiar diversas iniciativas, desde la extracción de dióxido de carbono de la atmósfera hasta la adición de hierro en los océanos para fomentar el secuestro de carbono en el lecho marino.

Este enfoque de modificación de la radiación solar, conocido como ingeniería climática o geoingeniería solar, aunque genera debate, es considerado una opción viable frente a las emergentes amenazas climáticas. Las partículas aerosoles de sal marina utilizadas representan una alternativa menos perjudicial en comparación con otros métodos más invasivos.

En una mañana reciente, bajo la atenta mirada del ingeniero Matthew Gallelli, se desplegó una innovadora tecnología en la bahía de San Francisco, marcando un hito en la lucha contra el cambio climático. Gallelli, en el puente de un portaaviones desactivado, activó un dispositivo que, semejante a una máquina de nieve, expulsó una fina niebla de partículas aerosoles al aire. Esta prueba simboliza el primer ensayo al aire libre en Estados Unidos de una tecnología diseñada para incrementar el albedo de las nubes, reflejando parte de la radiación solar de vuelta al espacio, con el objetivo de mitigar el calentamiento global.

El experimento, ejecutado por el equipo de la Universidad de Washington, pretendía validar la capacidad del mecanismo, desarrollado tras años de investigación, para dispersar aerosoles de sal de tamaño adecuado en condiciones exteriores. Esta técnica, que busca alterar la composición de las nubes sobre los océanos, surge como respuesta al continuo aumento de dióxido de carbono en la atmósfera debido a la quema de combustibles fósiles, un problema que aleja la meta de mantener el calentamiento global en 1.5 grados Celsius respecto a la era preindustrial.

La idea de intervenir deliberadamente en los sistemas climáticos gana terreno, motivada por el constante establecimiento de nuevos récords climáticos. Instituciones académicas, inversores privados, fundaciones y el gobierno federal estadounidense han comenzado a financiar diversas iniciativas, desde la extracción de dióxido de carbono de la atmósfera hasta la adición de hierro en los océanos para fomentar el secuestro de carbono en el lecho marino.

Este enfoque de modificación de la radiación solar, conocido como ingeniería climática o geoingeniería solar, aunque genera debate, es considerado una opción viable frente a las emergentes amenazas climáticas. Las partículas aerosoles de sal marina utilizadas representan una alternativa menos perjudicial en comparación con otros métodos más invasivos.

Algo Curioso
El fenómeno de "estelas de barco" en la formación de nubes, donde los aerosoles de los barcos incrementan el brillo de las nubes, ha estado compensando aproximadamente el 5% del calentamiento climático causado por los gases de efecto invernadero hasta que las mejoras en la regulación y tecnología redujeron este efecto.

Innovación y Controversia en el Horizonte de la Geoingeniería

La realización de la prueba en la bahía de San Francisco no fue solo un acto técnico, sino también un paso audaz en el campo de la geoingeniería, una disciplina que enfrenta tanto el escepticismo como el interés global. El experimento buscaba evaluar si la máquina, meticulosamente desarrollada durante años, podía rociar aerosoles de sal de tamaño óptimo en el ambiente abierto. La iniciativa está bajo la mirada crítica de expertos y activistas medioambientales, quienes advierten sobre las posibles consecuencias de modificar artificialmente el clima. David Santillo, de Greenpeace Internacional, expresa profunda preocupación por las propuestas de modificación de la radiación solar, señalando que los efectos a gran escala son difíciles de predecir y podrían alterar patrones climáticos tanto marinos como terrestres.

La administración Biden, aunque financia investigaciones en intervenciones climáticas, se ha distanciado específicamente de este estudio en California, marcando la delicadez política del tema. La tecnología de geoingeniería, como la modificación de la radiación solar, se sitúa en un terreno polémico, al borde de la ética ambiental y la necesidad científica de hallar soluciones al calentamiento global.

Detalles Técnicos y Desafíos del Proyecto de Brillo de Nubes

Los investigadores están conscientes de las críticas y subrayan la importancia de la investigación para entender si estas tecnologías podrían ser una solución viable ante la urgencia climática. El dilema moral se centra en la posibilidad de alterar los sistemas naturales del planeta, un tema que sigue siendo objeto de debate intenso en la comunidad científica y entre el público general.

El proceso técnico detrás del proyecto de brillo de nubes es complejo y meticuloso. La máquina, apodada CARI por el equipo de investigación, debe generar aerosoles de sal de tamaño submicrónico, aproximadamente 1/700 del grosor de un cabello humano, para ser efectiva en el aumento de la reflectividad de las nubes. Este tamaño preciso es crucial para formar gotas pequeñas que aumenten el albedo de las nubes sin provocar efectos contraproducentes. El desafío radica en producir un cuatrillón de estas partículas por segundo, una tarea que no admite soluciones estándar y ha requerido de la innovación tecnológica de figuras prominentes como Armand Neukermans y el apoyo financiero de entidades como la Fundación Gates.

El concepto de brillo de nubes se basa en el efecto Twomey, que sugiere que nubes con mayor cantidad de gotas pequeñas reflejan más luz solar que aquellas con menos gotas de mayor tamaño. Aunque la técnica puede sonar futurista, ejemplos naturales y antropogénicos de este fenómeno, como las estelas de los barcos, que incrementan el brillo de las nubes, proporcionan un precedente observable de su potencial.

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