La transmisión inalámbrica de energía solar desde el espacio ha sido un concepto explorado durante décadas, pero solo recientemente se ha convertido en una realidad tangible. El prototipo de energía solar espacial, llamado Maple, es una de las tres tecnologías clave que está siendo probada por el Proyecto de Energía Solar Espacial del Instituto de Tecnología de California (Caltech). Maple, que significa "Microwave Array for Power-transfer Low-orbit Experiment", consta de un conjunto de transmisores de energía de microondas flexibles y ligeros, construidos con chips electrónicos personalizados, para dirigir la energía a ubicaciones deseadas.
El éxito de esta tecnología radica en la capacidad de los transmisores para ser ligeros, minimizando la cantidad de combustible necesario para enviarlos al espacio, y flexibles, permitiendo que se plieguen y transporten en un cohete. "A través de los experimentos que hemos realizado hasta ahora, recibimos la confirmación de que Maple puede transmitir energía con éxito a receptores en el espacio. También hemos podido programar el conjunto para dirigir su energía hacia la Tierra, que detectamos aquí en Caltech", declaró Ali Hajimiri.
La idea de transmitir energía solar desde el espacio ha capturado la imaginación de escritores y futuristas durante décadas. Sin embargo, a pesar de los avances en satélites de comunicación, alunizajes y sondas a Marte, las estaciones de energía solar permanecieron en el ámbito de la ciencia ficción. Sin embargo, los recientes avances tecnológicos, en particular el potencial de paneles solares extremadamente ligeros y flexibles, han traído la idea al reino de la realidad.
El Desarrollador de Energía Solar Espacial de Caltech, lanzado en enero, incluye una serie de diferentes tipos de paneles solares avanzados para probar cuál funcionará mejor para una estación de energía solar espacial, así como un sistema de prueba diseñado para desplegarse en una estructura de 6 por 6 pies que podría ser utilizado para sostener paneles solares. Esta infraestructura, aunque todavía en sus etapas iniciales, promete revolucionar la forma en que generamos y consumimos energía en el futuro.