El 16 de mayo de 2023, Sam Altman, CEO de OpenAI, testificó ante el Senado de Estados Unidos abogando por la regulación de la inteligencia artificial. A pesar de sus declaraciones públicas, ha enfrentado críticas sobre la sinceridad de sus intenciones y su compromiso con la transparencia. Nacido en Chicago en abril de 1985, Altman dejó Stanford para fundar Loopt, una aplicación de redes sociales, vendida en 2012 por $45 millones. En 2014, se convirtió en presidente de Y Combinator, impulsando startups como Airbnb y Dropbox, y en diciembre de 2015 cofundó OpenAI con la misión de desarrollar IA en beneficio de la humanidad.
En noviembre de 2022, OpenAI lanzó ChatGPT, logrando 1 millón de usuarios en solo cinco días. Durante la audiencia del Senado, Altman afirmó no poseer acciones en OpenAI; sin embargo, se descubrió que tenía acciones indirectamente a través de Y Combinator, con un valor potencial de $100 millones si su participación fuera del 0.1%.
Los críticos, como Gary Marcus, señalan la falta de transparencia y honestidad sobre sus intereses financieros y acusan a Altman de manipular la percepción pública y legislativa sobre la IA. Aun cuando apoya públicamente la regulación de la IA, se reveló que OpenAI trabajaba para debilitar la legislación de IA en la Unión Europea. Este contraste ha generado preocupaciones sobre la verdadera intención del CEO y la dirección de la compañía.
El impacto ambiental de la IA generativa, potenciada por OpenAI, es significativo, con alto consumo de electricidad y emisiones. La competencia por chips de IA entre Estados Unidos y China ha acentuado las tensiones geopolíticas, llevando a restricciones en la exportación de chips críticos.
En el ámbito laboral, la ética y la seguridad en el desarrollo de la IA han sido motivos de preocupación. Variados empleados de OpenAI han renunciado, señalando una falta de compromiso con la seguridad. Un 80% de los votantes estadounidenses prefieren una regulación que incorpore medidas de seguridad y supervisión gubernamental, mientras que diversos expertos cuestionan la dirección de OpenAI y la ética de su desarrollo de la IA.
Al intensificar su poder e influencia, Altman y OpenAI están en el centro del debate sobre la IA, donde la transparencia y la regulación efectiva son cruciales para asegurar que su impacto en la humanidad sea beneficioso y ético. La comunidad internacional y los legisladores deben actuar con cautela para gestionar este terreno siempre cambiante y de gran trascendencia. El lanzamiento de ChatGPT de OpenAI logró alcanzar 1 millón de usuarios en solo cinco días, marcando un hito significativo en la adopción de inteligencia artificial a gran escala.