El 3 de febrero de 2025, un tribunal de París emitió un veredicto condenatorio contra el cineasta Christophe Ruggia por agresión sexual a la actriz Adèle Haenel, quien era menor de edad en el momento de los hechos. La sentencia impone dos años de arresto domiciliario con brazalete electrónico y otros dos años de pena suspendida. Además, Ruggia deberá pagar a Haenel 35,000 euros en concepto de daños y gastos de terapia.
Haenel, actualmente de 35 años, acusó a Ruggia de agredirla sexualmente entre los años 2001 y 2004, cuando ella tenía entre 12 y 14 años y él casi 40. Durante el juicio, se presentaron evidencias de que Ruggia se aprovechó de su posición de poder, aislando progresivamente a Haenel de su entorno cercano y manteniendo encuentros semanales en su domicilio, donde realizaba gestos y actitudes de carácter sexualizado.
A pesar de las pruebas presentadas, Ruggia, de 60 años, negó las acusaciones, describiéndolas como "mentiras puras". Su abogada ha anunciado su intención de apelar la decisión, argumentando que la condena está basada únicamente en las declaraciones de Haenel, sin otros respaldos objetivos.
Este caso ha tomado una gran relevancia en el contexto del movimiento #MeToo en Francia, ya que Adèle Haenel es la primera actriz de renombre en denunciar públicamente la complicidad de la industria cinematográfica con respecto a los abusos sexuales. En 2019, Haenel hizo públicas sus acusaciones, sacudiendo a la industria del cine francés, que había sido más lenta en reaccionar a las acusaciones de abuso en comparación con Hollywood.
Haenel manifestó durante el juicio su frustración por la falta de apoyo recibido en su juventud, cuestionando por qué nadie le indicó que estaba siendo víctima de acoso. En el pasado, Haenel ha sido una voz crítica en la industria, destacándose su abandono en la ceremonia de los Premios César en 2020 en protesta por el galardón otorgado a Roman Polanski, quien enfrenta acusaciones de violación.
El juicio de Ruggia se produce en un contexto de acusaciones constantes dentro de la industria cinematográfica francesa. El actor Gérard Depardieu enfrentará un juicio en marzo por agresiones sexuales a dos mujeres, y la actriz Judith Godrèche ha denunciado abusos por parte de varios directores de cine.
El veredicto ha sido ampliamente celebrado por los activistas de los derechos de las mujeres, quienes consideran que se ha hecho justicia. Haenel mostró alivio al escuchar la decisión del tribunal, agradeciendo el apoyo recibido.