El 17 de enero de 2025, el Tribunal Supremo de Estados Unidos confirmó de manera unánime la ley que prohíbe TikTok, salvo que su empresa matriz, ByteDance, se deshaga de la plataforma antes del 19 de enero de 2025. La decisión, respaldada por los nueve jueces, se basa en preocupaciones de seguridad nacional relacionadas con la recolección de datos por parte de la aplicación y su conexión con el gobierno de China.
La ley que obliga a ByteDance a vender TikTok fue aprobada en mayo de 2024 con un apoyo bipartidista en el Congreso. De no cumplirse esta disposición, se prohibirá a las empresas estadounidenses proporcionar servicios a TikTok, lo que acarrea multas de 5,000 dólares por usuario.
TikTok, que cuenta con más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos, ha sostenido que la prohibición viola la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege la libertad de expresión. No obstante, la Corte Suprema ha subrayado que aunque TikTok ofrece una "vía distintiva y expansiva de expresión" para sus usuarios, la desinversión es necesaria para abordar las preocupaciones de seguridad nacional planteadas por el Congreso.
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El fallo se produce tras una serie de eventos legales y políticos: el 24 de abril de 2024, el presidente Joe Biden firmó la ley que establece el plazo para la desinversión de TikTok. El 7 de mayo de 2024, TikTok presentó una demanda contra la ley, y el 2 de agosto del mismo año, el gobierno de EE. UU. demandó a TikTok por la recolección ilegal de datos. El 6 de diciembre de 2024, un tribunal de apelaciones rechazó la solicitud de TikTok para anular la ley. Finalmente, la Corte Suprema escuchó los argumentos de TikTok el 10 de enero de 2025 y confirmó la ley el 17 de enero de 2025.
El gobierno saliente de Biden ha dejado claro que no tomará medidas para implementar la prohibición antes del 20 de enero de 2025, cuando Donald Trump asumirá la presidencia. Trump ha manifestado que revisará la situación y podría considerar una orden ejecutiva para paralizar la ley mientras se busca una solución definitiva. La ley permite al presidente extender la prohibición por 90 días, si se demuestran avances significativos en la venta de la aplicación.
En respuesta, TikTok ha señalado que no tiene intención de vender la plataforma y que podría "apagarse" si no se alcanza una solución antes de la fecha límite. Esta decisión judicial se da en un contexto de creciente preocupación en Estados Unidos sobre el espionaje chino y la protección de datos de los ciudadanos estadounidenses. La Casa Blanca ha declarado que TikTok debería seguir disponible bajo propiedad estadounidense o de propietarios que no representen un riesgo para la seguridad nacional.
La Corte Suprema ha posicionado su fallo en el marco de las preocupaciones de seguridad nacional, indicando que la medida legislativa es necesaria para mitigar los riesgos asociados con el control chino sobre la plataforma. Esta sentencia representa un momento crítico en la regulación de las plataformas de redes sociales en Estados Unidos y su relación con la seguridad nacional.