En un movimiento que busca equilibrar un persistente déficit comercial, el presidente Donald Trump declaró el pasado 2 de abril de 2025 una emergencia nacional que permite la imposición de un arancel del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos. Esta medida, amparada por la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), entrará en vigor el próximo 5 de abril.
La administración también ha puesto su atención sobre los semiconductores, considerados esenciales para equipos de defensa y la seguridad económica del país. Según Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, se realizará una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, la cual otorga facultades al Presidente para restringir la importación de materiales críticos para la seguridad nacional. Hassett comparó estos posibles nuevos aranceles con los existentes del 25% sobre el acero y el aluminio.
Por su parte, el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, anunció que las exenciones actuales para ciertos productos electrónicos, como computadoras y teléfonos inteligentes, solo serán temporales. En uno o dos meses, estas serán sustituidas por tarifas específicas para semiconductores, lo que incrementa la expectativa en la industria tecnológica y manufacturera.
El Secretario del Tesoro, Scott Bessent, apuntó que las negociaciones comerciales con socios clave como Japón y Corea del Sur avanzan rápidamente. El objetivo es alcanzar acuerdos antes de culminar el período de 90 días de pausa en las tarifas establecidas recientemente. Sin embargo, Bessent destacó que pese a la rapidez en la implementación de los aranceles, solucionar las barreras comerciales no arancelarias requerirá esfuerzos prolongados.
Estas medidas se enmarcan en un contexto de creciente tensión comercial con China, en el que la Casa Blanca busca promover una fabricación interna más robusta, tanto en semiconductores como en productos farmacéuticos, como parte de su estrategia para proteger la economía estadounidense y reducir la vulnerabilidad en sectores críticos.
La imposición del arancel del 10% y la futura implementación de tarifas específicas para los semiconductores subrayan la determinación de la administración Trump por reducir la dependencia de importaciones, reforzar la producción nacional y garantizar la seguridad económica frente a un panorama global incierto.
La Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, actualmente utilizada por la administración Trump, fue concebida en plena Guerra Fría como una herramienta para salvaguardar intereses estratégicos en tiempos de crisis internacionales.