Tecnología

Ultrasónido Induce Estado de Hibernación en Ratones: Un Paso Hacia el Futuro de la Medicina y Viajes Espaciales

Científicos han descubierto una técnica no invasiva utilizando ultrasonido para inducir un estado similar a la hibernación en ratones y ratas. Este avance podría tener aplicaciones revolucionarias en medicina y viajes espaciales.

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Ultrasónido Induce Estado de Hibernación en Ratones: Un Paso Hacia el Futuro de la Medicina y Viajes Espaciales

Científicos han descubierto una técnica no invasiva utilizando ultrasonido para inducir un estado similar a la hibernación en ratones y ratas. Este avance podría tener aplicaciones revolucionarias en medicina y viajes espaciales.

"La capacidad de inducir un estado de hibernación en humanos podría ser útil en situaciones como cirugías o viajes espaciales"

- New Atlas.

19/10/2023

La hibernación, conocida científicamente como torpor, es un estado similar al sueño que algunos animales, como ratones y aves, pueden entrar para conservar energía, reduciendo su temperatura corporal y metabolismo. Esta condición ha sido vista por los científicos como una posible solución para situaciones en las que sería útil que los humanos pudieran hibernar, como durante cirugías o viajes espaciales prolongados.

En investigaciones anteriores, se identificaron neuronas en el hipotálamo que permiten a los ratones entrar en torpor. Estas neuronas se activaron mediante señales de luz o químicas para inducir hibernación a demanda. Lo sorprendente fue que esta técnica también funcionó en ratas, que naturalmente no entran en torpor, sugiriendo la posibilidad de que pueda funcionar en otros mamíferos, incluidos los humanos.

Sin embargo, el desafío radicaba en que la activación de estas neuronas requería de animales genéticamente modificados y de la implantación de fibras ópticas, lo que no es práctico ni cómodo. Por ello, en un estudio reciente, científicos de la Universidad de Washington desarrollaron una forma no invasiva de inducir torpor utilizando ultrasonido.

El equipo creó un emisor de ultrasonido lo suficientemente pequeño para ser montado en la cabeza de los ratones. Este dispositivo emitía pulsos de ultrasonido dirigidos al área preóptica del hipotálamo, desencadenando instantáneamente síntomas de torpor en los animales, como una disminución en la temperatura corporal y una reducción en la frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno.

Algo Curioso
La hibernación no es exclusiva de los mamíferos. De hecho, algunas especies de aves, como el colibrí, también entran en un estado de torpor. Durante este estado, su ritmo cardíaco y su metabolismo disminuyen drásticamente, permitiéndoles conservar energía.

Aplicaciones Futuras del Ultrasónido en Medicina y Viajes Espaciales

La capacidad de inducir un estado de hibernación en humanos tiene un potencial revolucionario en el campo médico. Por ejemplo, durante emergencias médicas como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, donde cada segundo cuenta, inducir un estado de torpor podría comprar tiempo valioso, permitiendo el transporte del paciente al hospital sin daño adicional debido a la falta de oxígeno.

Además, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), la inducción de torpor podría eliminar la necesidad de muchos medicamentos y monitoreo involucrado en la atención del paciente. Esta técnica no invasiva podría ser especialmente útil en pacientes con insuficiencia orgánica, proporcionando un soporte vital mientras se espera un trasplante o se recupera el órgano afectado.

Más allá de las aplicaciones médicas, la hibernación inducida también tiene un potencial significativo para los viajes espaciales. Los astronautas que viajan a destinos lejanos en el espacio podrían entrar en un estado de hibernación, reduciendo la necesidad de recursos y minimizando los efectos psicológicos y físicos de un viaje prolongado en el espacio.

Aunque la idea de inducir hibernación en humanos todavía está en sus primeras etapas, los avances en esta área de investigación son prometedores. Sin embargo, es esencial proceder con precaución, garantizando la seguridad y eficacia de estas técnicas antes de su aplicación en humanos.

Consideraciones Éticas de la Hibernación Inducida

A pesar del entusiasmo y el potencial que rodea a la hibernación inducida, existen desafíos significativos y consideraciones éticas que deben abordarse. Uno de los principales obstáculos es la seguridad. Aunque la inducción de torpor en ratones y ratas ha demostrado ser efectiva, la extrapolación de estos resultados a humanos es compleja. Los sistemas biológicos de los humanos son inherentemente más complicados, y la inducción de un estado de hibernación podría tener efectos secundarios imprevistos o complicaciones a largo plazo.

Además, la ética de inducir un estado de hibernación en humanos es un tema de debate. ¿Bajo qué circunstancias sería ético inducir hibernación? ¿Quién tomaría la decisión de inducir este estado en un paciente, y con qué criterio? Estas son preguntas que la comunidad médica y la sociedad en general deben considerar cuidadosamente.

Otro desafío es la reversibilidad del proceso. Mientras que en animales como ratones y ratas, el estado de torpor puede revertirse naturalmente, no está claro cómo se manejaría este proceso en humanos. La reanimación segura y efectiva de un estado de hibernación es esencial para garantizar la viabilidad de esta técnica en aplicaciones prácticas.

Finalmente, aunque la técnica de ultrasonido es no invasiva, aún se requiere más investigación para determinar si hay efectos secundarios o daños potenciales al cerebro u otros órganos vitales. La seguridad del paciente es primordial, y cualquier técnica nueva debe someterse a rigurosas pruebas y ensayos clínicos antes de su adopción generalizada.

"La capacidad de inducir un estado de hibernación en humanos podría ser útil en situaciones como cirugías o viajes espaciales"

- New Atlas.

Oct 19, 2023
Colglobal News

La hibernación, conocida científicamente como torpor, es un estado similar al sueño que algunos animales, como ratones y aves, pueden entrar para conservar energía, reduciendo su temperatura corporal y metabolismo. Esta condición ha sido vista por los científicos como una posible solución para situaciones en las que sería útil que los humanos pudieran hibernar, como durante cirugías o viajes espaciales prolongados.

En investigaciones anteriores, se identificaron neuronas en el hipotálamo que permiten a los ratones entrar en torpor. Estas neuronas se activaron mediante señales de luz o químicas para inducir hibernación a demanda. Lo sorprendente fue que esta técnica también funcionó en ratas, que naturalmente no entran en torpor, sugiriendo la posibilidad de que pueda funcionar en otros mamíferos, incluidos los humanos.

Sin embargo, el desafío radicaba en que la activación de estas neuronas requería de animales genéticamente modificados y de la implantación de fibras ópticas, lo que no es práctico ni cómodo. Por ello, en un estudio reciente, científicos de la Universidad de Washington desarrollaron una forma no invasiva de inducir torpor utilizando ultrasonido.

El equipo creó un emisor de ultrasonido lo suficientemente pequeño para ser montado en la cabeza de los ratones. Este dispositivo emitía pulsos de ultrasonido dirigidos al área preóptica del hipotálamo, desencadenando instantáneamente síntomas de torpor en los animales, como una disminución en la temperatura corporal y una reducción en la frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno.

La hibernación, conocida científicamente como torpor, es un estado similar al sueño que algunos animales, como ratones y aves, pueden entrar para conservar energía, reduciendo su temperatura corporal y metabolismo. Esta condición ha sido vista por los científicos como una posible solución para situaciones en las que sería útil que los humanos pudieran hibernar, como durante cirugías o viajes espaciales prolongados.

En investigaciones anteriores, se identificaron neuronas en el hipotálamo que permiten a los ratones entrar en torpor. Estas neuronas se activaron mediante señales de luz o químicas para inducir hibernación a demanda. Lo sorprendente fue que esta técnica también funcionó en ratas, que naturalmente no entran en torpor, sugiriendo la posibilidad de que pueda funcionar en otros mamíferos, incluidos los humanos.

Sin embargo, el desafío radicaba en que la activación de estas neuronas requería de animales genéticamente modificados y de la implantación de fibras ópticas, lo que no es práctico ni cómodo. Por ello, en un estudio reciente, científicos de la Universidad de Washington desarrollaron una forma no invasiva de inducir torpor utilizando ultrasonido.

El equipo creó un emisor de ultrasonido lo suficientemente pequeño para ser montado en la cabeza de los ratones. Este dispositivo emitía pulsos de ultrasonido dirigidos al área preóptica del hipotálamo, desencadenando instantáneamente síntomas de torpor en los animales, como una disminución en la temperatura corporal y una reducción en la frecuencia cardíaca y el consumo de oxígeno.

Algo Curioso
La hibernación no es exclusiva de los mamíferos. De hecho, algunas especies de aves, como el colibrí, también entran en un estado de torpor. Durante este estado, su ritmo cardíaco y su metabolismo disminuyen drásticamente, permitiéndoles conservar energía.

Aplicaciones Futuras del Ultrasónido en Medicina y Viajes Espaciales

La capacidad de inducir un estado de hibernación en humanos tiene un potencial revolucionario en el campo médico. Por ejemplo, durante emergencias médicas como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, donde cada segundo cuenta, inducir un estado de torpor podría comprar tiempo valioso, permitiendo el transporte del paciente al hospital sin daño adicional debido a la falta de oxígeno.

Además, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), la inducción de torpor podría eliminar la necesidad de muchos medicamentos y monitoreo involucrado en la atención del paciente. Esta técnica no invasiva podría ser especialmente útil en pacientes con insuficiencia orgánica, proporcionando un soporte vital mientras se espera un trasplante o se recupera el órgano afectado.

Más allá de las aplicaciones médicas, la hibernación inducida también tiene un potencial significativo para los viajes espaciales. Los astronautas que viajan a destinos lejanos en el espacio podrían entrar en un estado de hibernación, reduciendo la necesidad de recursos y minimizando los efectos psicológicos y físicos de un viaje prolongado en el espacio.

Aunque la idea de inducir hibernación en humanos todavía está en sus primeras etapas, los avances en esta área de investigación son prometedores. Sin embargo, es esencial proceder con precaución, garantizando la seguridad y eficacia de estas técnicas antes de su aplicación en humanos.

Consideraciones Éticas de la Hibernación Inducida

A pesar del entusiasmo y el potencial que rodea a la hibernación inducida, existen desafíos significativos y consideraciones éticas que deben abordarse. Uno de los principales obstáculos es la seguridad. Aunque la inducción de torpor en ratones y ratas ha demostrado ser efectiva, la extrapolación de estos resultados a humanos es compleja. Los sistemas biológicos de los humanos son inherentemente más complicados, y la inducción de un estado de hibernación podría tener efectos secundarios imprevistos o complicaciones a largo plazo.

Además, la ética de inducir un estado de hibernación en humanos es un tema de debate. ¿Bajo qué circunstancias sería ético inducir hibernación? ¿Quién tomaría la decisión de inducir este estado en un paciente, y con qué criterio? Estas son preguntas que la comunidad médica y la sociedad en general deben considerar cuidadosamente.

Otro desafío es la reversibilidad del proceso. Mientras que en animales como ratones y ratas, el estado de torpor puede revertirse naturalmente, no está claro cómo se manejaría este proceso en humanos. La reanimación segura y efectiva de un estado de hibernación es esencial para garantizar la viabilidad de esta técnica en aplicaciones prácticas.

Finalmente, aunque la técnica de ultrasonido es no invasiva, aún se requiere más investigación para determinar si hay efectos secundarios o daños potenciales al cerebro u otros órganos vitales. La seguridad del paciente es primordial, y cualquier técnica nueva debe someterse a rigurosas pruebas y ensayos clínicos antes de su adopción generalizada.

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