La investigación, publicada el 25 de junio de 2025 en la revista Nature, resultó del trabajo conjunto entre la Universidad de Manchester y la Universidad Nacional de Australia (ANU), bajo la dirección de David Mills y Nicholas Chilton, junto a otros colaboradores. El avance principal radica en la creación de una molécula que actúa como un imán de molécula única, capaz de almacenar información magnetizada a temperaturas de hasta 100 Kelvin (alrededor de -173 °C), superando el récord anterior de funcionamiento estable a 80 Kelvin (-193 °C).
Esta molécula contiene un átomo de disprosio (Dy) alojado entre dos átomos de nitrógeno y estabilizado con un grupo alqueno, formando una estructura casi lineal que optimiza sus propiedades magnéticas. Los parámetros estructurales revelan distancias Dy–N de 2.205(9) y 2.217(8) Ångströms y ángulos N–Dy–N de 150.1(5)° y 165.3(8)°, valores fundamentales para entender el comportamiento magnético de la molécula.
Las simulaciones teóricas, realizadas con ecuaciones de mecánica cuántica y recursos computacionales de la ANU y el Pawsey Supercomputing Research Center, estimaron una barrera de energía para la reversión magnética (Ueff) de 1,843(11) cm–1. Este alto nivel de barrera energética permite que la molécula retenga su propiedad magnética incluso a temperaturas significativamente superiores a las alcanzadas en investigaciones previas.
En términos prácticos, la densidad de almacenamiento de 3 terabytes por centímetro cuadrado que podría obtenerse con esta molécula representaría un salto exponencial respecto a tecnologías actuales. Para dimensionar el impacto, un disco duro del tamaño de un sello postal contendría suficiente espacio para aproximadamente 40,000 copias del álbum “The Dark Side of the Moon” de Pink Floyd o cerca de 500,000 videos de TikTok.
Aunque la molécula requiere aún temperaturas por debajo del ambiente para funcionar, los investigadores resaltan su viabilidad en la infraestructura de centros de datos de gran escala, como los utilizados por empresas líderes en tecnología. El aumento global en el tráfico de datos, impulsado por aplicaciones de redes sociales y servicios web, eleva la relevancia de estos avances para el sector de la tecnología de la información.
El artículo de referencia se encuentra en la revista Nature bajo el DOI: 10.1038/s41586-025-09138-0, donde se detallan los procedimientos de síntesis molecular, las simulaciones cuánticas y los resultados experimentales que validan el récord de temperatura y capacidad de almacenamiento alcanzados.
Este desarrollo marca un progreso sustancial en la búsqueda de soluciones innovadoras para el almacenamiento de datos a gran escala y representa un avance fundamental en la intersección entre química, física, y tecnología informática.